Es un tema impactante. Es triste pero muy interesante leer estos libros que dejan testimonio de algo tan terrible. Gracias por tu información. Un fuerte abrazo.
Son una maravilla. Una de las obras maestras de la literatura del siglo XX. Como testimonio moral del genocidio, pero también como espléndida literatura (la última de la trilogía, "Los hundidos y los salvados", es más bien un ensayo). Creo que Levi al contar su temporada en el infierno de una manera tan precisa y carente de exageración o tergiversación logró triunfar plenamente como hombre y como escritor. El suyo fue un testimonio de la verdad, la suya, que diría Julián Marías. Pero también se muestra pesimista, llegando a decir, me parece recordar, que los sobrevivientes de los campos no eran los mejores, porque se tuvieron que endurecer de modo inhumano para salir adelante, dejando atrás a otros mejores, más mansos y débiles. Un saludo muy cordial a todos y mucho ánimo para capear este temporal.
Lo que hace ver es que el sistema era tan corruptor que sólo quien encontraba un puesto de privilegio en él tenía alguna posibilidad, aunque fuera remota, de sobrevivir. Eso, naturalmente, excluía a quienes actuaban con bondad y generosidad. Yo creo que describe con mucho acierto esa maquinaria perversa.
Es un tema impactante.
ResponderEliminarEs triste pero muy interesante leer estos libros que dejan testimonio de algo tan terrible.
Gracias por tu información.
Un fuerte abrazo.
Otro para ti, Amalia. Gracias
EliminarSon una maravilla. Una de las obras maestras de la literatura del siglo XX. Como testimonio moral del genocidio, pero también como espléndida literatura (la última de la trilogía, "Los hundidos y los salvados", es más bien un ensayo). Creo que Levi al contar su temporada en el infierno de una manera tan precisa y carente de exageración o tergiversación logró triunfar plenamente como hombre y como escritor. El suyo fue un testimonio de la verdad, la suya, que diría Julián Marías. Pero también se muestra pesimista, llegando a decir, me parece recordar, que los sobrevivientes de los campos no eran los mejores, porque se tuvieron que endurecer de modo inhumano para salir adelante, dejando atrás a otros mejores, más mansos y débiles. Un saludo muy cordial a todos y mucho ánimo para capear este temporal.
ResponderEliminarLo que hace ver es que el sistema era tan corruptor que sólo quien encontraba un puesto de privilegio en él tenía alguna posibilidad, aunque fuera remota, de sobrevivir. Eso, naturalmente, excluía a quienes actuaban con bondad y generosidad. Yo creo que describe con mucho acierto esa maquinaria perversa.
EliminarMuchas gracias. Un saludo cordial.