Parte 1
Parte 2
En un mundo de poses y redes sociales no es fácil dar con una persona como Gerardo. Contracorriente del mundo, dejó su militancia política juvenil al caer del caballo como San Pablo. No por ello dejó de ser combativo, sólo que ahora, como San Francisco de Borja, lucha por un Señor que no se le pueda morir.