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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

miércoles, 25 de abril de 2018

Religiosas de Sigena: especie amenazada




Recuerdo la impresión que me produjo el Museo de Ciencias Naturales de Londres. Yo era un joven enamorado de la naturaleza y tenía la posibilidad de pasar un día entero entre los majestuosos muros de uno de los lugares con más variedad de especies del planeta. Hipopótamos, ciervos, elefantes, leones, gacelas disecadas... Un sinnúmero de vitrinas rebosantes de aves de todos los colores y tamaños, hieráticas, con sus ciegos ojos de cristal fijos en la nada. Era realmente deslumbrante. Pero lo que más impresionaba era que el templo de la ciencia de la vida estuviera henchido de animales muertos. Ninguno respiraba, ninguno parpadeaba, ni trinaba, ni saltaba, eran una carcasa hueca.

Paradójicamente hoy una de las mayores amenazas a los ecosistemas son los entusiastas de la naturaleza. Todo lo quieren ver, y sobre todo, grabar con su cámara. Nos sentimos con derecho a ello, sin importar que nuestra presencia contribuya a la desaparición de los mismos ejemplares que pretendemos contemplar.

¿Y a qué viene todo esto? Intentaré explicarme.

Recientemente han vuelto al Monasterio de Sigena una serie de piezas artísticas que traen a sus espaldas una prolongada controversia con la administración catalana; esto las ha hecho saltar a los titulares de las noticias una y otra vez, atrayendo el interés de los ciudadanos, que cada vez en mayor número se acercan hasta Sigena para conocer de primera mano el monasterio y esos objetos vetustos.

Lo que no es tan conocido es que el de Sigena es un monasterio "vivo" en el que las hermanas de la orden de Belén oran y laboran.

No hablamos de arqueología, sino de historia viva, de continuidad de vida monacal casi ininterrumpida desde el siglo XII. Nada de seres disecados -piedras muertas-, sino piedras vivas, movidas por el mismo espíritu que animó a su construcción y preservación hasta nuestros días.

Me consta que siendo una orden de clausura las hermanas vienen haciendo un gran esfuerzo por facilitar a los visitantes satisfacer su curiosidad. Han tenido que renunciar a parte de las instalaciones y organizar un sistema de visitas cada vez más amplio que las obliga a replegarse todavía más en el reducido espacio que tienen reservado para la clausura.

Sin embargo nada parece ser suficiente. Desde diversas instancias de la Administración cada vez se les pide más y más. Nada nos sacia, hasta el punto de preferir un vestigio fosilizado a una realidad viva, que más allá de las creencias de cada cual pone ante nuestros ojos el verdadero sentido de todo aquello, su "alma".

Temo que si persisten en convertir aquello en un museo las hermanas acaben por marcharse, pues desde luego su vocación no es ser figuras exóticas de un parque temático, sino algo que trasciende y eleva.

Como diría un célebre escritor, quienes pretenden que desaparezcan no saben lo que se hacen porque no saben lo que deshacen. Conviene no olvidar que no se hizo el hombre para el sábado, sino el sábado para el hombre. Primeros principios: ¿para qué se hizo el monasterio de Sigena?





Fresco realizado por las Hermanas de Belén.

Armonía frente al caos



Randori en artes marciales es la respuesta libre a ataques no predeterminados. En el caso del aikido varios atacantes hostigan al ejecutante quien tiene que aplicar sus conocimientos y destrezas para neutralizarlos.

La etimología de la palabra procede de "ran", caos, y "dori", agarrar, tomar, controlar. "Randori" puede entenderse como agarrar con libertad, pero también como sujetar el caos, dominarlo. ¿Acaso no es eso lo que hace la razón? ¿Y no es lo que busca la filosofía? Ordenar el caos; dotar de armonía lo que era desorden; gobernarse y gobernar.

Randori, el orden frente al caos.

martes, 17 de abril de 2018

"Vigo es Vivaldi" o las notas que vibran en el alma



Un paquete. Dos libros: Vigo es Vivaldi y Diario de Paula. Remite: José Ramón Ayllón. Autor: José Ramón Ayllón. Cada uno lleva una dedicatoria que acredita que novelista y futuro lector compartimos como mínimo una característica: ambos somos despistados.

¿Y yo qué hago con el libro que estaba trabajando? He de aparcar alguno. Seamos hospitalarios; doy prioridad al recién llegado: Vigo es Vivaldi.

Me encuentro ante una constelación de pequeñas historias en forma de diario elaborado por un chaval de diecisiete años. Con gracia admirable despliega un abanico de emociones. Es todo un curso de educación sentimental difícil de hallar fuera de los grandes clásicos.

¡Qué delicia! Nada me es ajeno. A partir de la segunda hoja el autor ha desaparecido por completo, ya sólo tienen realidad los protagonistas: Borja, Alberto, Silvia, Maxi, Irene, Pedro... y, por supuesto, Paula, un centro gravitacional cada vez más intenso, como lo ha sido en la historia la mujer que no ha renunciado a serlo. 

Y cuando parecía que todas las notas del alma habían sido interpretadas suena la última que completa esta lección de vida, este paisaje de las emociones que uno creía enterradas por los años.

Cierro el libro y sigue dentro, habitando en mí. Ya nada será igual.

Vigo es Vivaldi o la sinfonía que recorre todas las estaciones del alma... engrandeciéndola.


lunes, 9 de abril de 2018

El hombre-masa en las redes sociales




Un fantasma se cierne sobre las Redes Sociales: el fantasma del hombre-masa. Y es este fantasma el que se ha conjurado contra todo lo excelente.

Ser persona o ser fantasma. Tú eliges.