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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

sábado, 28 de junio de 2014

Gregorio Luri me ha liado




Gregorio Luri me ha liado, así como suena. Trataré de explicarme. Yo me estaba leyendo dos libros a la vez (bueno, a ratos un ensayo y a ratos una novela de intriga, no los dos simultáneamente); esto a todas luces es un exceso para mis capacidades mentales. El caso es que acudí a una librería para comprar un libro para regalar a una de mis hijas y “me dejé caer” por la sección de pedagogía para ojear algunos libros del filósofo y pedagogo Luri que había visto en otras ocasiones. Y allí estaba el volumen Mejor educados llamándome seductor: “¡léeme, léeme!”. Yo me negaba, todavía no era el momento, tengo un buen atasco de libros y en breve me voy de vacaciones con mis gorriones, lo que implica cambio absoluto de prioridades, pero aquellos cantos de sirena continuaban seductores. Y sucumbí, ¡y tanto que sucumbí! Lo he devorado en dos largas tardes aparcando todo lo demás. ¿Por qué? Trataré de explicarlo.

Para empezar he de aclarar que cuando leo ensayos acostumbro a subrayar. Sólo hay dos excepciones en que no lo hago, que no haya nada de interés que resaltar o que todo el escrito sea sustancioso. Esta última alternativa es altamente improbable ya que poquísimas personas pueden contar en cada párrafo algo particularmente relevante; pues bien, el libro de Luri pertenece a este exclusivo grupo. Es un puro concentrado vitamínico. Cada párrafo aporta algo de valor y lo hace con intensidad, sin un ápice de desperdicio ni concesión retórica alguna. ¿Cómo aparcar algo así?

Segundo punto: la temática. Básicamente gira en torno a la educación de los hijos, y lo hace con una lucidez y sentido práctico excepcionales. En ocasiones la lectura puede llegar a resultar incluso dolorosa, pues ciertas “taras” de nuestra época me afectan a mí mismo, natural de los siglos XX-XXI, y precisamente por haber padecido sus malas consecuencias puedo dar fe de lo certero de su diagnóstico. Hay un salmo que dice: “Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda, pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza…”, y así me siento en esas ocasiones, golpeado por un justo (justo en sus apreciaciones). Aquí no hay concesiones a lo políticamente correcto ni afán de ir contracorriente, sino lisa y llanamente deseo de mejorar, exposición de motivos, por eso le obliga a uno a claudicar ante la evidencia de los hechos.

No sólo me parece una lectura altamente recomendable para profesores y, sobre todo, para padres, sino además muy grata.


El problema viene ahora; leído un libro de estas características cómo no enganchar con otros del mismo autor. Dios mío, ¡estoy perdido! La pila de libros pendientes va a seguir elevándose.


miércoles, 25 de junio de 2014

Preparando un nuevo libro de cuentos



Marta Boza lleva un tiempo enfrascada en la ilustración de un cuento que escribí. Juntos de nuevo tras el proyecto compartido de "Crispín y el dragón Agamenón".

Os dejo aquí con un breve vídeo de los preparativos del nuevo libro. ¡Espero poder daros jugosas novedades las próximas Navidades!

jueves, 19 de junio de 2014

"Polizón y náufrago" ya tiene vídeo de presentación



El canal de Youtube "Polizón y náufrago" ya tiene vídeo de presentación. En poco más de un minuto explico quién soy y de qué va aquello. Cuando entre en alguna crisis existencial tendré que consultarlo para aclararme...

jueves, 12 de junio de 2014

Andanzas del impresor Zollinger



Es un cuento largo pero en absoluto pesado. En él Pablo D´Ors narra lo que anuncia en el título: las "Andanzas del impresor Zollinger".

August Zollinger es un joven bueno capaz de deleitarse con lo más sencillo, incluso a las cosas o hechos más rutinarios les encuentra significación y, por ello, los considera dignos de atención, de cuidadosa atención. Esa idea del deleite con toda realidad y de vivencia del presente impregna todas las páginas de un libro que se lee con sumo agrado.

Una única e importante advertencia: no leer la introducción de Andrés Ibáñez antes de hacerlo con la novela, pues la destripa de cabo a rabo. Ibáñez aporta unos análisis interesantes de los distintos episodios lo cual le podría otorgar un puesto... ¡al final de la novela!, es decir, como epílogo.

sábado, 7 de junio de 2014

Señora de rojo sobre fondo gris



Una obra maestra. Lo sé, no soy yo quien lo ha descubierto; hace lustros que es público y notorio, pero es que yo me la acabo de leer y todavía estoy conmovido.

¿Novela? No lo parece. Vida, la vida misma. ¿Que en eso consiste una novela? Entonces puede que lo sea, pero de un orden de magnitud infinitamente superior a la mayor parte de las que tienen este calificativo.

El desgarro por la esposa fallecida tempranamente, porque siempre es demasiado pronto cuando se ama. Y, conocido desde el primer momento el desenlace que en rigor ya se ha producido, el lector siente la congoja del final inevitable.

"Señora de rojo sobre fondo gris" de Miguel Delibes, o la incomprensión de la muerte del ser amado.

miércoles, 4 de junio de 2014

En la hora de los puros



Robespierre era “el incorruptible”. El hombre puro que pontificaba sobre la virtud y edificaba mundos de perfección ideal. A él se sumaban otros puros, no contaminados, al menos eso decían aunque luego cada uno a su nivel arrastrara sus humanas miserias, sus ajustes de cuentas, sus intereses. Pero ahora habían descubierto la fuerza de la acción conjunta y el consuelo de encontrar a los culpables de sus desgracias, los malvados, los poderosos y sus cómplices, “los otros”, por acción o por omisión, todos aquellos que no se sometieran a la fuerza de la calle que era la verdadera libertad, la única y forzosa libertad.

Autoproclamados “el pueblo” decidieron que nada de lo anterior valía, nada merecía ser puesto a salvo, ni siquiera la Historia. El fuego purificador iba a devorar toda la podredumbre para alumbrar un hombre nuevo.

Pero con grandes discursos el hombre naturalmente bueno seguía sin aparecer, había que traer la virtud por la fuerza: “virtud y terror”. Cada vez que Robespierre tomaba la palabra la asamblea temblaba. Un gran orador, sí señor, y además no contaminado; ajeno al “establishment”. El poder estaba en la calle, en la Comuna, en los sans culottes, en “el pueblo”, como si de una unidad mental sin fisuras se tratara, y Robespierre hablaba en su nombre lanzando anatemas. ¿Quién sería el próximo en caer? ¿Quién la víctima sacrificial del nuevo acto purificador?

No pocos lo atacaban señalando sus defectos, sus debilidades, sus miserias. No se daban cuenta de que el punto fuerte de Robespierre era, precisamente, su “incorruptibilidad”. Podía proponer disparates pero no ser censurado por ladrón o sobornador. Sí, su discurso llegaba al delirio, pero era un “puro” a diferencia de muchos de sus adversarios que, más razonables en lo teórico, eran reacios a cambiar de vida, a reconocer sus errores pasados y renunciar a sus privilegios. Eso les iba a costar el cuello a ellos y a otros muchos.


Robespierre era “el incorruptible”. El hombre puro que pontificaba sobre la virtud y edificaba mundos de perfección ideal.

domingo, 1 de junio de 2014

Santos Nalda, un escritor, un maestro... ¡un amigo!



En ocasiones la vida nos sorprende con un regalo. Los mejores son las personas, personas especiales, únicas, que nos hacen ser más. Hace ya unos cuantos años, a mediados de los ochenta, yo recibí uno de aquellos presentes, se llamaba Santos Nalda y era maestro de aikido.

Transcurridas casi tres décadas tengo la fortuna de seguir contando con sus enseñanzas y compartiendo su amistad. Por eso Santos Nalda es una persona muy importante para mí. Pero es que además el maestro Nalda es autor de más de cuarenta libros (aparte de cientos de artículos) sobre artes marciales en los que explica desde el origen de los samuráis hasta el modo correcto de emplear la respiración.

Esto me ha animado a darlo a conocer un poco más a través de un documental que con mis modestos recursos he elaborado. No ha sido fácil sentarlo delante de una cámara porque os puedo asegurar que es absolutamente alérgico a todo protagonismo; de hecho he tenido que echar mano de los "resortes de la amistad" para lograrlo. Finalmente lo he conseguido. Aquí tenéis el resultado. Confío en que os guste.