La última edición de la Enciclopedia Británica publicada en papel contenía nada menos que 32 volúmenes. Poca gente creo que habrá sido capaz de leerla entera, ni ahora ni antes. Y caso de lograrlo, con el esfuerzo de años, probablemente toda una vida.
Por eso me resultan tan irreales titulares como este: "Los 76.000 folios del caso Nóos llegan en camión al tribunal". O este otro: "El supremo recibe 243 tomos y 140.000 folios del sumario de los ERE".
No digo ya leerlos, siquiera hojearlos sería un milagro difícil de creer. Supongamos que el juez decide dedicar un segundo a cada folio. Esos 140.000 folios representarían 2.333 horas pasando hojas, sin mirarlas, claro está. Suponiendo que se dedicasen a esta absurda labor 8 horas al día serían precisos algo más de 291 días en pasar páginas (ni domingos, ni festivos, ni nada de nada, a pasar páginas como un tonto).
Uno piensa que si se recogen documentos será porque son relevantes para la causa, habrá que echarles un vistazo al menos. Así pues el juez, el fiscal y el abogado pueden empezar el proceso transcurridas 856 reencarnaciones y olvidándose de emplear su capacidad lectora en atender ni a un manual de instrucciones del Ikea.
Menos mal que no estudié Derecho, porque cuanto más cuentan las noticias más fe tengo en la quiromancia.
Nota: Las fotos son de la Enciclopedia Británica y una parte sustancial del sumario de los Ere de Andalucía.
Así está la justicia....
ResponderEliminarSe "amontona el trabajo" y no leen nada.
O sólo lo que les interesa.
Y así vamos.....
Un fuerte abrazo
Amalia, es que para leer semejantes tochos haría falta enclaustrarse varias décadas. Los condenados serían los jueces, abogados y fiscales, y tampoco es eso, que malos son, pero tanto...
EliminarUn abrazo enorme
A lo mejor es que se toman esa pastillita milagrosa de la serie y se lo zampan todo en un pispás....
ResponderEliminarUn saludo