San Anselmo de Canterbury propuso uno de los argumentos más controvertidos sobre la existencia de Dios; es el llamado argumento ontológico.
En este vídeo vamos a explicarlo clarito, muy clarito (bueno, todo lo claro que hemos sabido). Además, mostraremos la importancia de la filosofía medieval en el pensamiento moderno, empezando por el propio Descartes.
También recomendaremos algunos libros sobre el tema de la mano de un invitado muy particular…
¡Bienvenidos a bordo, polizones!
Gracias por estos vídeos tan divertidos que nos ayudan a conocer la filosofía de una manera tan agradable.
ResponderEliminarComo siempre, ya hice constar "me gusta".
Un abrazo.
Amalia, tu "me gusta" me gusta.
EliminarUn abrazo para ti.
Jajaj, eres la pera. Si en mis tiempos hubieses sido mi profe, otras notas brillarían. Esto va cada día mejor. Gracias porque en pocos minutos nos aclaras mucho.
ResponderEliminar¡Vas camino de Hollywood!
Ángelo, de las que te has librado. Si en tus tiempos hubiese sido tu profe te habría atado bien corto. Menudo pajarito debías estar tú hecho. Más de una guerra de tizas habrás organizado, como si lo viera.
EliminarUn fuerte abrazo.
Clarito. Lo que no veo tan clarito es qué tiene que ver San Anselmo con el helado de chocolate. Seguro que me he perdido algo. Vuelvo a ver el vídeo, pero por si las moscas acláramelo por favor. Gracias.
ResponderEliminarPP REINA, no sé si San Anselmo tendrá algo que ver con el helado de chocolate, lo que sí te puedo asegurar es que la hija de Kant estuvo sufriendo durante toda la toma porque se lo habíamos prometido a ella, de modo que cada mordisquito que su padre daba al Magnum suponía a la peque un auténtico suplicio.
EliminarDicho lo cual cabe alguna interpretación que se puede entrever. Yo te ofrezco dos:
1) A favor de San Anselmo. Por muy perfecto que sea el helado del catálogo, el que existe lo es más, por el hecho de ser real (yo, desde luego, prefiero el que se come), luego su argumento es válido.
Este enfoque es muy discutido, pues lo que se trata de demostrar es la existencia de Dios, y si convertimos a ésta en un argumento de existencia, viene a resultar que la prueba coincide con lo que pretendíamos probar. Vamos, que hacemos trampa.
2) En contra de San Anselmo. Ya en su tiempo, Gaunilo de Marmoutiers ofreció un contra-argumento basado en lo que se llaman "objeciones por saturación". Es decir, que pone un ejemplo parejo y demuestra su absurdo.
En este caso el monje Gaunilo, pues es lo que era, propuso que imagináramos una isla perfecta. Siguiendo la lógica de San Anselmo si concebimos la más perfecta isla ésta tiene que tener entre sus propiedades la existencia, pues de lo contrario no estamos pensando en la isla más perfecta. Luego la isla perfecta existe. Así sucedería con cualquier otra realidad imaginable. Sin embargo, no tenemos constancia y ni siquiera expectativa de que dicha isla realmente exista.
De igual modo, podemos imaginar el más perfecto helado del universo (el del folleto), pero pensar en dicho ente perfecto no lo lleva a la existencia por el mero hecho de que concibamos la existencia como un atributo de perfección. Vamos, que me quedo sin comer el helado.
No sé si lo he liado más o no. Si tienes interés por el tema, te recomiendo el libro que he mencionado de Julián Marías: "San Anselmo y el insensato". Igual te lo puedes bajar en pdf. Prueba aquí:
http://www.cervantesvirtual.com/obra/san-anselmo-y-el-insensato-y-otros-estudios-de-filosofia/
Un saludo y gracias a ti.
Espera que te encuentres con mi primo Antoñito...
ResponderEliminarRezo por ti.
JA Manonegra, eres malo.
EliminarYo soy el que rezo por ti.
Que te digo yo después de esta obra de arte cinematográfica...que eres el recopón de la baraja!!! :)))
ResponderEliminarUn cariñoso saludo :)
Belén, muchas gracias. Mejor eso que la sota de bastos.
EliminarUn abrazo.
Rafael, has bien mostrado la importancia de la filosofía medieval en el pensamiento moderno. Me ha gustado mucho!
ResponderEliminarEvviva il Medio Evo!!!!!!
Martina, muchas gracias. Tu español empieza a alcanzar a Cervantes. Me tienes asombrado.
EliminarUn abbraccio