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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

sábado, 22 de febrero de 2014

Una reivindicación de la Edad Media frente a las vidas "mínimas"




"Porque, en efecto, se da la paradoja de que la Edad Media, que una estúpida historiografía nos ha pintado como un tiempo tenebroso y lleno de angustia, ha sido la sazón de las filosofías optimistas, al paso que en nuestra Edad Moderna apenas sí han resonado más que voces de pesimismo. ¿Es que el espíritu guerrero confía en sí por ignorar los males del mundo? De ninguna manera: conoce tan bien como Schopenhauer todo el dolor cósmico, prevé el riesgo y subraya la angustia de vivir. Pero ¡ahí está!... Ante el mismo hecho, ante la misma realidad del dolor y el peligro, la actitud espontánea es opuesta. (...) Son éstos reconocidos de tal suerte como esenciales a la vida, que no se ve en ellos la menor objeción contra ésta, y, en consecuencia, se cuenta con ellos y, en vez de organizar las cosas con la casi exclusiva mira de evitarlos, se los acepta. (...)

Es curioso que quien siente menos apetitos vitales y percibe la existencia como una angustia omnímoda, según suele acaecer al hombre moderno, supedita todo a no perder la vida. (...) el valor supremo de la vida -como el valor de la moneda consiste en gastarla- está en perderla a tiempo y con gracia. De otro modo, la vida no se pone a carta ninguna y meramente se arrastra y se prolonga en el vacío de sí misma, ¿qué puede valer? ¿Va a ser nuestro ideal la organización del planeta como un inmenso hospital y una gigantesca clínica?

Esta es la manera de sentir propia del espíritu industrial, del ánimo burgués. Quiere a toda costa vivir, y no se resigna a reconocer en la muerte el atributo más esencial de la vida. A este fin emplea el único procedimiento hábil para alargarla, que es reducirla a su mínima expresión, como hacen ciertas especies animales al sumirse en el sueño invernal. Los biólogos han dado a éste el nombre de vita minima."


Ortega y Gasset. Notas de vago estío (El Espectador). 1926


4 comentarios:

  1. Buenos días Rafael. La mejor actitud para gastar y darle valor a la vida es, ayer como hoy, tomar la Cruz y seguirle. Así se comprende mejor eso de; perderla y con Gracia. La avaricia especulativa moderna a lo tío Gilito, en cambio, nos impulsa a acumular y guardar tratando de preservar la historia. Ni si quiera imaginamos cómo era la vida cotidiana sin luz eléctrica, por ejemplo, pero cuando irrumpe en vez de arrojar luz, oscurece el aceite y la cera de antaño, para entonces admirarse el ombligo en la tenue incandescencia de un frágil filamento de tungsteno. Hay un sol que es vida, en abundancia, eterna, un sol que es la resurrección. Un abrazo.

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    1. Xtobefree, salvando el abismo que media entre el Sol al que tú te refieres y Ortega, curiosamente cuando murió éste preguntaron a Marías que cómo era, y don Julián respondió: "Como el Sol: luminoso y cálido".

      Un abrazo para ti.

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  2. Bel post! La vita è un mistero che deve essere sperimentato alla luce della Divina Presenza. Nel Medio Evo questo si sapeva benissimo...............siamo noi oggi a non ricordarlo più! Un abbraccio

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    1. Martina, perdemos la luz de la Historia y vamos a ciegas.

      Un grande abbraccio

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