The prestige (“El
truco final” en España). La película arranca con una sucesión de escenas intercaladas entre
las que se nos muestra el desarrollo de un truco de magia. Una niñita rubia lo
contempla con atención. Paso uno, el mago mete un canario en una jaula que
reposa sobre una mesa. A continuación cubre la jaula con una tela y,
súbitamente, la presiona y retira la tela. ¡Pájaro y jaula han desaparecido! “Entonces
el espectador busca el secreto –dice la voz del narrador-, pero, por supuesto,
no lo encuentra porque no investiga la verdad. En realidad no quiere saber el
secreto... en realidad, quiere ser engañado".
El espectador quiere ser engañado. Estremecedoras palabras.
Para satisfacción de la niña, el mago sacará de su puño el
canario vivito y coleando. Sin embargo, hay algo que ella no sabe… se trata de
un canario distinto. El que metió en la jaula ha muerto aplastado pues la jaula
era plegable y ha quedado oculta en un compartimento de la mesa.
Con cierta periodicidad aparecen en prensa noticias según
las cuales unos médicos han conseguido que padres portadores de algún síndrome tengan
hijos sanos. La magia de la ciencia
ha obrado el milagro. Pero, ¿magia y ciencia no eran opuestas? ¿Acaso la magia
no juega con el engaño, la ilusión, la apariencia?
Efectivamente, es sólo un truco. Nadie ha curado nada. Nadie
ha sido sanado. Sencillamente, los potencialmente enfermos han sido “eliminados”
y aquel que carecía del síndrome desde el principio es exhibido como un triunfo
de la medicina. Es lo que llaman “selección embrionaria”
El método es el siguiente. Se fecundan varios óvulos, de
modo que dispongamos de varios embriones humanos. Luego se los estudia
genéticamente y se selecciona aquel que nos parezca más “idóneo”. Los otros, al
igual que sucedía con el canario inicial, son “desechados”. A nadie le importan.
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No pienso matar a ningún pobre pajarito –dice uno
de los protagonistas a su mentor cuando le explica el truco del canario.
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Pues entonces, olvídate de ser mago. En este
negocio hay que ensuciarse las manos, y hacer ciertos sacrificios.
Es el inconveniente de ser un mago que se hace pasar por médico, que en vez
de curar se sacrifica.
¡Buf! Asunto difícil y controvertido. En cualquier caso y con el debido respeto, me parece una comparación un poco forzada.
ResponderEliminarSanti, es verdad, es un tema difícil. No es lo mismo analizar una situación que estar afectado por ella. A veces uno duda de si no sería mejor no decir nada porque no sabemos hasta que padecemos.
EliminarNo obstante, yo creo que sí necesitamos criterios para no ir a la deriva, y para ello hacernos las preguntas adecuadas. Por ejemplo, ¿qué es la vida humana? ¿Qué trato merece? ¿Cuándo comienza y cuándo termina?
Nunca se que decirte. Tus escritos me encantan pero me sobrepasan. Así qué como soy muy besucona y te saco muchos años me puedo permitir e lujo de enviarte miles de besos. Muackisssss😘😘😘😘😘😘😘😘😘
ResponderEliminarAneth, lo mejo que me puedes dar. Muchas gracias.
EliminarUna barbarie senza fine! Un abbraccio
ResponderEliminarMartina, hay un libro de Ortega y Gasset titulado "La rebelión de las masas"; en él se habla de los nuevos bárbaros. Entre ellos, destaca a los "especialistas". Merece la pena.
EliminarUn abbraccio
Buenos días Rafael. Parte de ese engaño se realiza usando eufemismos, vaciando de contenido las palabras que nominan seres y con semejante intervención se ven obligados a construir ciencias apoyadas en mentiras y finalmente se acaba negando la realidad y dudando sobre la veracidad de lo obvio o evidente. Desprecian la filosofía y la naturaleza creada, mente y cuerpo de cuyo equilibrio, tú, podrías hablarnos un poquitillo aquí.Un abrazo.
ResponderEliminarXtobefree, desde el Génesis el mal siempre empieza por la corrupción del lenguaje.
EliminarUn abrazo para ti.
Me temo que no han echo mas que empezar,da vértigo pensar hasta donde puede llegar la mala ciencia.
ResponderEliminarDios nos ampare.
Un cariñoso saludo :)
Belén, en realidad la mala ciencia ya ha llegado a donde podía llegar: el fin del hombre concreto, de carne y hueso, que diría tu paisano Unamuno. Ahora nos toca revertir este proceso antes de que se siga produciendo.
EliminarUn abrazo.
Si fuesemos por la calle matando a los que consideramos "defectuosos", nos tacharían de asesinos.
ResponderEliminarPero a algunos les lava la conciencia que eso ocurra antes del parto. Como si eso fuese el trapo que oculta lo que ha pasado con el pájaro.
Quizá no sea tan forzada la comparación.
Un abrazo.
Paco, recuerda, "el espectador quiere ser engañado".
EliminarOtro abrazo para ti.
Parece mentira.... pero es verdad.
ResponderEliminarVivir para ver.
Un beso, Rafael.
Amalia, también se podría decir: parece verdad, pero es mentira... no cura.
EliminarUn abrazo bien fuerte
ResponderEliminarEl mago comete un delito por maltrato animal al aplastar al canario. Eliminar embriones de la especie homo sapiens no, es un avance social y cientifico. Va bien cuando interesa ser enganados.