Me recomendaron vivamente acudir a aquella conferencia. El
tema era de lo más interesante, la educación de los hijos. Al parecer, el
ponente era una autoridad en la materia. En su extenso currículum, entre otras muchas cosas, figuraba su
condición de profesor en una prestigiosa universidad catalana. Con tamaña reputación no es raro que la sala se llenara.
El orador tendría aproximadamente mi edad (veintitrés o
veinticuatro años… Venga, vale, cuarenta y tantos). Había venido de Barcelona y
se expresaba correctamente, como era de esperar dada su ocupación pedagógica.
Además, abordaba las cuestiones con general acierto y lucidez. Sin embargo, las
diapositivas que mostraba estaban salpicadas de faltas de ortografía y errores
gramaticales de bulto. En alguna conté hasta cuatro.
Cuando digo incorrecciones “de bulto” no exagero. Para
muestra un botón, la conjunción “y” era sustituida frecuentemente por la “i”
latina, con lo cual, expresiones como “estima y afecto” aparecían como “estima
i afecto”. No, no era un texto escrito en catalán, sino en español.
Lo reconozco, me desconcertó. Mi hija de siete años no comete tantos
errores. Entonces, ¿cómo puede ser que una persona dedicada a formar en el
ámbito universitario y que imparte charlas en diversos foros muestre semejantes
carencias?
No pretendo hacer norma de un caso, pero sí sospecho que la educación
en lengua española que se da en Cataluña es francamente deficiente, y no es
algo que venga de ayer. Lo más grave es que no se le dé importancia, que haya
quien vea irrelevante descuidarla, quizá porque creen que su dominio del
catalán (si es que de verdad lo tienen) les sirve de coartada. No se dan cuenta
de que minusvalorar el español no ensalza el catalán, sólo les priva
innecesariamente del uso adecuado de una
lengua valiosa y propia, pues tan suya es una como otra. De hecho, como he
comentado, en el caso del conferenciante hablaba perfectamente español.
Por otra parte, a mí no se me ocurriría hacer una
presentación en inglés y escribir, por ejemplo, “boys y girls, men y women…”,
por muy satisfecho y cómodo que pueda sentirme con mi idioma. Mi exposición
quedaría en gran medida desautorizada. Si sé que estoy pez en inglés pido a un
amigo que corrija mi escrito.
Efectivamente Rafa.
ResponderEliminarEs triste ver cómo aspectos tan básicos de la educación están decayendo.
El martes pasado asistí atónito a una "conversación" en la que una persona intentaba entender a un adolescente vasco. El problema en este caso no era la ortografía, sino la escasa capacidad del joven para expresarse. Pero no nos engañemos pensando que esto es un problema de Cataluña y País Vasco. La mala educación ó ausencia de la misma es un problema generalizado en España.
Corsario, lo triste es que luego los medios se hagan eco de memeces como "la generación mejor preparada de la Historia", mientras aparecemos en todos los ranking a la cola de los últimos. Frente a esto qué se responde: no a cualquier reforma. Así nos va...
EliminarMe quedo 'ojiplática'. Estamos pagando los excesos de nacionalismos, nacionalidades y nacionalestupideces.
ResponderEliminarElige, efectivamente, los pagamos los demás, porque los dirigentes de esos movimientos se preocupan muy mucho de poner a salvo a sus hijos llevándolos a colegios privados alemanes, ingleses o borgoñones, antes que meterlos a recibir la educación que ellos abanderan.
EliminarNo te das cuenta que es un plan orquestado de "control de la masa" a través de la incultura...no hay más que ver las imágenes de Venezuela (me refiero a que los dirigentes van a los cortejos fúnebres en chándal y a todos les parece tan normal e incluso lo imitan)...
ResponderEliminarRezo por los buenos estudiantes...
Abrazos bolivarianos...
JA Manonegra, pues ese plan orquestado les ha salido redondo.
EliminarNo te olvides de orar por los otros estudiantes. Nuestros bolis nos delatan...
Hola Rafael, en muchos aspectos de la vida es lo que se intenta, cosas que son importantes se las trivializa, y tienen el mismo rango que otras que si son triviales. Todo el tema de la educación tendrá un fin, político claro. Un abrazo. Fernando.
ResponderEliminarFernando, la pena es que nadie da lo que no tiene. Si el formador anda flojo, imagina el formado.
EliminarOtro abrazo para ti.
Chao Rafael, ty auguro buona gyornata, credo ke dobbiamo mandare j professorj dj nuovo a squola......e senza stypendjo!
ResponderEliminarMartina, the desseo lo mismho.
EliminarBuenos días Rafael. Cuarente i tantos son pocos años para dar clases de casi nada.Un abrazo.
ResponderEliminarXtobefree, probablemente haya que pensar en dilatar el bachillerato hasta los 52. Para la próximo reforma educativa...
EliminarA lo mejor la verdad es algo profundo y a veces difícil de captar, pero se manifiesta en los detalles, ¿verdad?
ResponderEliminarJM Mora, supongo que sí, aunque no ayude mucho ver escrito detalles con i griega y verdad con be.
EliminarUn abrazo.
Pero ¿existe la educación hoy en día?...
ResponderEliminarLo digo porque algunos "maestros" deberían dedicarse a otra cosa.
Un "veso", Rafael.
Amalia, al menos algunos maestros deberían dedicarse "a repasar".
EliminarUn abrazo.
En Euskadi,presumimos de un sistema educativo plural y bilingüe excelente.
ResponderEliminarNuestros jóvenes adolescentes,hablan perfectamente el castellano y desde luego también hablan perfectamente el euskera,idioma de esta tierra.
Aquí te dejo este enlace muy interesante:
https://www.youtube.com/watch?v=g9QIEXSxFfc
Un cariñoso saludo.
Belén, de esa tierra es el euskera, pero también el español. Es más, el español está muy influido por el vascuence. Por ejemplo, en el enlace que pones se habla del número "dos" y su raíz común en las lenguas indoeuropeas, así como la excepcionalidad en el caso del vascuence. Pues bien, el español incorpora el término "bi"(dos), y así hablamos por ejemplo del sistema bi-nario, o de que una persona tiene una mente bi-polar. Y tantas otras palabras (biplano, bipartición, bígamo, etcétera). No digamos la fonética, tomada del vascuence.
EliminarMuy interesante, Belén. Otro saludo cariñoso para ti.
Eso es así, Rafael, he leído esa queja en padres castellano-parlanates que viven en Cataluña: no es lo mismo entender un idioma que saberlo escribir sin errores tan graves como los que explicas.
ResponderEliminarMenos mal que fue interesante, al final.
Fernando, lo que salta las alarmas es que sea profesorado universitario el que esté en ese nivel. En fin.
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