Los hombres y las mujeres no somos iguales. ¡A Dios gracias!
De lo contrario, el mundo sería muchísimo menos hermoso y completamente
infecundo. Para empezar, no existirían los poemas de Garcilaso, Bécquer o
Salinas, ni la sonrisa de una muchacha iluminaría una álgida mañana de enero.
(Por cierto, me suena la mar de hortera cuando algún conocido que va a ser padre me suelta eso de "estamos embarazados". Hay quien tiene una tripa oronda, pero de ahí a un embarazo. La maternidad es un privilegio de la mujer).
(Por cierto, me suena la mar de hortera cuando algún conocido que va a ser padre me suelta eso de "estamos embarazados". Hay quien tiene una tripa oronda, pero de ahí a un embarazo. La maternidad es un privilegio de la mujer).
Todas las ideas no son igual de válidas. Unas enaltecen
la realidad y otras la violentan. Unas ennoblecen y otras encanallan. Unas son
veraces e iluminan, y otras enturbian y mienten. Unas ayudan y otras perjudican.
Todas las leyes no son respetables. Existen leyes justas e
injustas, y estas últimas lo son aunque hayan sido refrendadas por una mayoría apabullante de
individuos. Lo malo es malo, y lo bueno es bueno, lo diga Ana o su hermana.
¡Qué razón tienes! Es, nada más y nada menos, la obra del cielo.
ResponderEliminarMuy feliz año.
El Cielo con mayúcula, porfa.
ResponderEliminar¡Vaya, se me ha ido la s! por ir corre que te corre.
ResponderEliminarCapuchino, es que el mundo es alucinante; ¿verdad?
EliminarUn abrazo
Iguales, diferentes, complementarios. Riqueza!!!!
ResponderEliminarSinretorno, ahí está la gracia, en la riqueza de lo diverso. Un abrazo.
EliminarDe pronto leo tu entrada y me alegra ser tan contradictoria.
ResponderEliminarJe,je.
Mento, yo creo que el que más y el que menos lo es un tanto. Eso sí, algunos andamos cerca del cortocircuito.
EliminarAsí es, un abrazo.
ResponderEliminarManuel, otro abrazo para ti.
EliminarQue no me falte Bécquer...
ResponderEliminarComo muy bien dices, todo no es igual.
Un beso, Rafael.
Amalia, es que poesía eres tú...
Eliminar¿Qué tal: 'el hombre y la mujer nacen y no se hacen'?
ResponderEliminarMuy de acuerdo con lo demás.
Elige, pues también (cabría decir "nacen, o se deshacen").
EliminarPues todo eso y más....
ResponderEliminarAquí es donde Groucho Marx te soltaría aquello de : "No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo"
Abrazos
Ángelo, donde esté Groucho que se quite Karl.
EliminarUn abrazo.
Iba a escribir una burrada pero mejor me abstengo...
ResponderEliminarRezo por los prudentes...
Abrazos ignotos...
Y les deseo feliz año a mis admiradoras del blog...
ResponderEliminarSiempre estáis en mis oraciones...
JA Manonegra, no me extrañaría nada que la burrada que se le ha ocurrido a Mesías se te haya pasado a ti también por la cabeza.
EliminarTus fans siguen leyéndote.
Estoy completamente deacuerdo, asique, ni una palabra más, todo lo que has escrito lo suscribo. Un abrazo.
ResponderEliminarelsillóndepapá, pues otro abrazo para ti.
EliminarBuenos días Rafael:
ResponderEliminarTodos los hombres no somos iguales. El ADN es contundente.
Los hombres y las mujeres no somos iguales. La anatomía no deja dudas.
Todas las ideas son igual de válidas. Por eso hemos llegado hasta aquí.
Todas las leyes son respetables. Pronto los herejes luciremos estrellas de 6 puntas y cruces amarillas en las pecheras.
Si niegan al creador; ¿Cómo no van a aremeter contra su creación?
Me encanta como derribas los pilares de la moderna sociedad satánica.
Un abrazo.
Buenos días Rafael:
ResponderEliminarTodos los hombres no somos iguales. El ADN es contundente.
Los hombres y las mujeres no somos iguales. La anatomía no deja dudas.
Todas las ideas son igual de válidas. Por eso hemos llegado hasta aquí.
Todas las leyes son respetables. Pronto los herejes luciremos estrellas de 6 puntas y cruces amarillas en las pecheras.
Si niegan al creador; ¿Cómo no van a aremeter contra su creación?
Me encanta como derribas los pilares de la moderna sociedad satánica.
Un abrazo.
Xtobefree, incluso con un ADN idéntico, no serían iguales. Como decía Ortega: "yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo". Uno podría enamorarse de una mujer, el clon de otra, uno podría querer estudiar, el clon no, uno podría nacer en una generación histórica, el clon en otra. Y así hasta el infinito. Un abrazo.
EliminarVaya, en los dos me falta una r.
ResponderEliminarMientras no falte en Afael.
EliminarUn abrazo.
Lúcidas herejías estas tuyas, Rafael. El problema, con todo, en la cuarta, es desde qué perspectiva se dictamina lo que es malo y lo que es bueno. Resbaladizo terreno. La historia, ya que de lo social hablamos, está llena de casos en los que algunos creyendo hacer el bien, hicieron un mal irreparable; por ejemplo los que acabaron con la vida de Miguel Servet o de Giordano Bruno.
ResponderEliminarHola Javier. Si la cuarta no es asumible, la tercera tampoco lo sería.
EliminarA la hora de dictaminar lo bueno y lo malo, ¿qué tal empezar por el Decálogo? No matar, no robar, no mentir, dar culto a Dios, honrar a los padres...
Un abrazo.
No se puede decir más claro!!
ResponderEliminarUn cariñoso saludo :)
Belén, otro para ti.
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