Entre los relatos de misterio y terror de Lovecraft, uno de
los más conmovedores es el titulado El
extraño. En el mismo, se narra la historia de un joven que vive solo en un
castillo abandonado. Su única compañía son las ratas, los murciélagos y los libros
que pueblan la biblioteca. Nunca ha hablado con nadie, aunque, muy vagamente,
le parece recordar que mucho tiempo atrás hubo alguien que le visitaba para prestarle
alguna atención. La luz del sol no penetra, pues los altos y espesos árboles
que rodean el castillo impiden toda visibilidad. Un día el joven se decide a ascender
por la única torre que se eleva sobre la frondosidad circundante. La subida es tremendamente dificultosa y prolongada. Para su sorpresa,
cuando llega a la parte más alta, en vez de encontrarse con una
plataforma elevada desde la que poder ver la panorámica del entorno, lo que
descubre es que está a ras de tierra. Contempla por vez primera la Luna y comienza
a vagar por el campo, hasta que va a parar a un castillo que, en el fondo de su
conciencia, cree haber conocido en otro tiempo. Esa noche se está celebrando
una fiesta con damas y caballeros elegantemente ataviados. El joven logra penetrar
en el salón de baile, y en ese momento los invitados huyen dando gritos de
terror. Atemorizado, el joven mira a su alrededor mas no consigue descubrir la
causa de ese pánico. Sin embargo, al pasar junto a una alcoba, le parece ver
algo extraño. Al asomarse, contempla al ser más horrendo que quepa imaginar. Presa
del espanto, tropieza, estando a punto de caer sobre aquella criatura, cuando
eleva su mano para protegerse y toca la fría e inexorable superficie de un
espejo.
Por una asociación de ideas, esta historia siempre me trae a
la cabeza la vida del hijo de Luis XVI, el Delfín Luis proclamado rey por los
monárquicos franceses tras ser guillotinado su padre, aunque jamás ceñiría la
corona. Precisamente su regia estirpe fue la causa de su condenación.
Con siete años lo obligaron a declarar en el proceso revolucionario que se
instruyó contra su madre y su tía. Tras ser guillotinada María Antonieta, fue
encerrado en condiciones infrahumanas. Su guardián era el zapatero Antoine
Simon, quien le daba palizas y lo obligaba a emborracharse para “educarlo” en
el republicanismo. Las continuas amenazas de ser guillotinado le provocaban
desmayos. Lo engañaban, diciéndole que sus padres estaban vivos pero ya no lo
querían. Finalmente, lo aislaron en una celda inmunda negándole cualquier
contacto humano, lo que acabó por llevarlo a la muerte con tan sólo diez años
de edad. Su cuerpo desnutrido estaba carcomido por la sarna y los tumores.
Mientras sus restos eran inhumados en una fosa sin nombre, en
la calle los revolucionarios proclamaban el triunfo de “las Luces”.
Que triste la historia del Delfín (la desconocía), lo que sí has logrado es provocarme unas ganas enormes de leer "El extraño". Ya he encontrado una versión en audio en internet, así que la escucharé complaciente. Un abrazo
ResponderEliminarÁngelo, no sabía que existía una versión audio. Esto es un chollo.
ResponderEliminarUn abrazo para ti.
Contundente y clarificador. Un abrazo
ResponderEliminarPertenecer a ese linaje le trajo un gran sufrimiento. La verdad es que produce mucha pena una vida tan corta y tan llena de dolor.
ResponderEliminarUn beso
Apasionante...pero no lo asocio...
ResponderEliminarRezo por la bondad...
Abrazos sin más...
Qué interesante Lovecraft, el terror no es lo mío, pero puestos a hacer una cata, por ahí será. Gracias.
ResponderEliminarRafael, la storia tristissima del Delfino di Francia mi spezza il cuore. Ogni volta che leggo qualcosa che riguarda lui, piango.....
ResponderEliminarPovero piccolo, come è stato abbruttito e poi gettato in una fossa e dimenticato dalla storia. In nome della libertà gli 'illuminati' hanno commesso i crimini più orrendi. L'illuminismo, il nazionalsocialismo, il comunismo sono ciò che di più orribile la storia dell'umanità abbia mai vissuto. Un grande abbraccio
Martina, es verdad que la amplitud criminal alcanzada en la historia reciente es difícil de alcanzar. Pero en la antigüedad también había cada personaje...
EliminarUn abbraccio.
Manuel, como siempre, muchas gracias. He hecho nuevos intentos con los comentarios en tu blog, pero nada. El último fue escribir desde "anónimo", aunque firmando el comentario yo. Apareció unos segundos en el índice de la izquierda, y luego, adiós. No puedo luchar contra los elementos...
ResponderEliminarAmalia, a mí el desenlace de la vida de Luis XVII me parece brutal, desasosegante, inhumano, en fin, tremendo. Un abrazo.
Mesías Malthus, ambos, personaje y Delfín, tenían dos pies y dos manos. Bueno, luego hay quien puede pensar que ambos sufrieron el encierro, la soledad, la incomprensión, el rechazo... vete tú a saber lo que se le ocurre a la gente.
Abrazos olímpicos.
Mora Fandos, tampoco es mi terreno. Me gustan más los territorios limítrofes, como Jack London, que no caen en lo fantástico. Gracias a ti.