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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Carta a Maureen O´Sullivan



Querida Maureen:
Lo sé, era sólo un niño, pero la edad no podía ser un obstáculo para nuestro amor. En cuanto aparecías en pantalla, el corazón me daba un brinco de alegría. Claro que eso sólo sucedía en los días de mucha lluvia, cuando el recreo se convertía en una sopa primordial y a los más pequeños nos ponían a salvo de los balonazos del gimnasio metiéndonos en el salón de actos. Era entonces cuando nos echaban una película. Normalmente de hacía cuarenta o cincuenta años, en blanco y negro, no fuera a ser que nuestras impresionables pupilas se vieran dañadas. Las mejores eran las de Tarzán, en las que aparecías tú, dulce, valiente, sexi, inteligente y femenina hasta decir basta. Eras la mujer ideal, siempre atractiva y dispuesta a vivir en medio de la selva en una cabaña cuyo ascensor era propulsado por un elefante. ¡Qué maravilla!


Y qué decir de tus habilidades culinarias. Eras capaz de cascar un huevo de avestruz sin que se te escapara ni un ápice de la clara ni se te rompiera la yema. Ya me gustaría a mí con los de gallina, que no es mucho pedir.
Ahora que, para espabilado, Tarzán. Nosotros dándole a las mates y a la lengua, y él todo el día en taparrabos, de liana en liana e incapaz de conjugar un verbo –“yo comer; tú venir…”-, y aun encima se llevaba a la mejor chavala del mundo, a ti, Maureen; aunque te llamaban Jane. ¡Qué envidia!
No obstante, vuestra apacible felicidad siempre se veía alterada por algún grupo de ambiciosos exploradores blancos dispuestos a hacer daño. Tarzán hacía todo a lo bruto, rompiendo los rifles con la rodilla y dando gritos: ¡aaahhh aaahhh aaaahhh! No es que no molara, pero es que tú eras más diplomática y refinada: “¡no, Tarzán! ¡Basta, Tarzán!” Alguna vez pensé que le ibas a decir “sit” y a echarle un hueso lejos, a ver si lo iba a buscar y os dejaba un poco tranquilos.
A mí me daba un poco de pena uno de los porteadores negros, quien, indefectiblemente, se caía despeñado en la misma curva del camino, y así película tras película. Sin duda debía llamarse Sísifo. Pobre hombre, toda la vida con el paquete a cuestas, carga para arriba, caída para abajo, carga para arriba, caída para abajo. ¡Menudo trajín!



Una mujer como tú era capaz de conquistar el corazón de un hombre dentro y fuera de la pantalla. Por eso, cuando en la vida real el guionista y director John Farrow se enamoró de ti, no dudó en convertirse al catolicismo para poder casarse contigo. Le diste la fe, siete hijos y la dicha de tu compañía, hasta que falleció por un infarto. Sin duda fue un hombre feliz.
Maureen, donde quiera que estés para mí sigues siendo joven, atractiva, buena y desprendida. Por eso, desde aquí, recibe un sonrojado beso (aunque igual sólo percibes un tono de grises).
Siempre tuyo:
Rafael

24 comentarios:

  1. Awwww que entrada tan tierna...tan bella!!! y que tal el gritico que quisiste remedar???...te quedo super.
    Se que ella adonde este va a sentir ese beso tierno que le acabas de mandar.

    Un abrazo.

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    1. Puro y Eterno Amor, lo bueno del grito de Tarzán es que servía para todo; para llamar a los elefantes, para decir que llegaba a casa o para decir que se había cogido un pellizco con la liana. Eso sí que era sacarle partido.
      Otro abrazo para ti.

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  2. jajajaja!! Ay, Rafael, yo no soy mucho de mirar atrás, pero qué buenos recuerdos mientras nos sentábamos a ver 'Primera sesión' dispuestos a ver Tarzán con auténtico entusiasmo. Has captado fenomenal la emoción del momento. Se podía vivir sin móvil, sin ordenador, sin internet, sin facebook, pero con una buena peli de aventuras.

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    1. Elige, todavía debe andar por ahí la tele en la que teníamos el VHS y el UHF.
      Un abrazo.

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  3. Jo, me he quedado con cara de mentecata y la boca abierta. Menuda carta, como me ha gustado y encima me ha llevado a mi niñez. Yo siempre quise ser como Jane, je,je.
    Un abrazo.

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    1. Mento, ¿sabrías cocinar un muslo de avestruz? Si es así, ya estás hecha una auténtica Jane.
      Otro abrazo para ti.

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    2. Jajajaja, y uno de elefante si hace falta,je,je. Pero yo a eso le llamo ser ca-ber-ni-co-la, jajajaja... Aunque me gusta más tu punto de vista.
      Acabo de ver que Teresa te ha dado un premio-testigo y me ha alegrado mucho, vengo de alli ahora, de su blog de recogerlo. Pues vuelve a casa como un hijo prodigo, estoy muy feliz de que esté llegando el testigo a blogs donde detras de ellos existen personas como tú a las que yo considero como grandes amigo de siempre, aunque esta sea una amistad virtual que no todo el mundo entiende.
      Un abrazo.

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  4. Jose Antonio Manonegra.12 de septiembre de 2012, 14:26

    Efectivamente las pelis de Tarzán las echaban los sábados tarde. El salón de actos estaba reservado para Luis de Funes.

    Rezo por que haya Buen Humor...

    Abrazos diastólicos...

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    1. Bueno, además de Luis de Funes había más. Acuérdate de King Kong (en blanco y negro, por supuesto) y otra de los "silicatos", que eran una especie de tortugas que en vez de cabeza tenían una tropa y que convertían a los hombres en sopa de macarrones.
      Abrazos sistólicos

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  5. A eso se llama primer amor, ¡bravo!

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  6. Tracy, he de reconocer que estaba muy repartido porque había muchas actrices guapísimas. No pongo la lista porque nos quedamos sin blog.
    Un abrazo.

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  7. Ha sido como volver a ver una peli de Tarzán pero en plan rápido. Y volver a la niñez por un momento.
    Seguro que, ahora, al volver a mis años, me ha desaparecido alguna arruga. Es lo que tiene recordar los sentimientos de cuando peque, dejan algo en el alma que se refleja en la cara
    Ah, y no conocía su historia personal.
    Gracias por todo (sobretodo por la arruga de menos)

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    1. Las pelis de Tarzán como botox. Para que luego digan.
      Un abrazo.

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  8. Rafael, me has hecho reir con el "sit" imaginario a Tarzán...no sé que hubiera sido de él, pobrecillo, en una secuencia similar, tan limitado en su papel. El famoso grito de la selva lo recuerdo como si fuera ayer...aunque para mí Tarzán no fuera, precisamente, mi "príncipe azul".
    Por cierto, en mi entrada de hoy me he acordado de ti... te leo a menudo y me inspira mucho hacerlo. Un abrazo y feliz día.

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    1. Teresa, su conversación no es que fuera la bomba, la verdad. Ahora, vivir con él tenía que ser muy emocionante.

      (Te agradezco que me hayas incorporado a esa lista egregia en tu blog, pero no lo merezco en absoluto, de verdad. Un día, si se tercia y podemos hablar, ya comentaremos. Lo dicho, Teresa, muchas gracias pero es absolutamente inmerecido. Un abrazo.)

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  9. Por lo que cuentas, toda una gran mujer!! "Una chica así no se encuentra en todas las dinastías.." :D

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    1. Denna, tú, por si acaso, ve entrenándote con las lianas, que nunca se sabe. ;D

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  10. Bellissima, dentro e fuori! E' l'esempio di come si può vivere nel mondo senza lasciarsi corrompere, come dice san Paolo. Un grande abbraccio

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    1. Martina, es que cuando nos corrompemos es cuando acabamos con el mundo. Un abbraccio

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  11. ¡¡Bravooooo!!..... Me gustaría ser Jane para poder recibir una carta tan bonita. Ya te digo, es imposible no leerte. Llegas al corazoncito.
    Un beso,Rafael.

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    1. Amalia, todo es ponerse. Sólo hace levantarse peinada y estar siempre impecable viviendo en medio de la selva; estar en el ecuador y no sufrir la picadura de un solo mosquito, ni sufrir la malaria, ni el ébola, ni un simple catarro; vamos, lo normal...

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  12. Rafael, tu y yo seríamos muy buenos amigos. Yo tenía los mismos sentimientos pero dirigidos a Chita.

    ¡Lo bien que lo pasaríamos los 4 por ahí de marcha amazónica!!

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    1. Paco Principiante, mi madre, por algún motivo que se me escapa, siempre se fija en las dentaduras. "Qué dentadura más sana tiene esa chica", comenta. Creo que si yo hubiera optado por Chita, al menos en ese aspecto, no habría estado disgustada.

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