Raquel no podrá conmemorar el “Día de la mujer trabajadora” ni ningún otro “día-homenaje” a las mujeres. Por no poder, no podrá celebrar siquiera su cumpleaños. Raquel no tiene voz ni voto, en realidad no tiene ningún derecho, a nada, ni los más elementales como tener amigos, reír, llorar, amar y ser amada, o, sencillamente ¡vivir!
Raquel no tendrá oportunidades, ni una sola y única oportunidad. Su cuerpo yace ahora mismo en el cubo de basura de un aséptico quirófano. Ha sido triturado en nombre no sé qué “derecho a decidir”. A decidir sobre la vida y la muerte.
Raquel es mujer y está indefensa en el vientre materno, pero eso no la ha librado de sufrir un final brutal e irreversible. Ella no aparecerá en ninguna estadística de violencia contra la mujer.
Que bien me viene tu entrada Rafael.....sabes? en el silencio del alma me tengo que sentir como Raquel y dejarme llevar por las inspiraciones del Espiritu...entrar en esta muerte para que El pueda actuar en Ella........Me has hecho reflexionar muy profundamente eh? y te lo agradezco.
ResponderEliminarMe consuela saber que todo este "Ejercito" de inocentes me ayudan lo indecible a no apartarme del Camino de la Vida...y ellos me llevan tantas veces a la oracion del corazón: Ten misericordia de mi que soy pecadora, Señor.
Raquel no merecía ese final. Tenía todo el derecho a vivir, a estar en este mundo que, muchas veces, es así de cruel. La historia de Raquel es conmovedora y nos hace meditar en tantas cosas que son injustas y te hacen doler el alma. Un beso, Rafael. Me ha emocionado tu post.
ResponderEliminarGracias, Rafael no se que decir sólo creo que Dios respeta la LIBERTAD del hombre y Dios es el Dios de la vida y sólo Dios es el dueño de la vida muchas veces nos creemos dioses y dueño de la vida cuando el unico dueño es Dios, los planes d Dis son tan distinto a los nuestros que aveces no lo entendemos sabe lo que creo que le habrán quitado el derecho a la vida pero no el ser amada por Dios y pensada por Élgracias que Dios te bendiga amigo y hermana muy unidos en oración y un aabrazo muy fuerte gracias por tu sencillez
ResponderEliminarGenial post Rafael
ResponderEliminarRaquel no celebrará nada aquíen la tierra, pero afortunadamente, celebrará TODO donde ahora está y en mucha mejor compañía!!
ResponderEliminarUn ab
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ResponderEliminarAbrazos.
Rezo por los asesinos y sus cómplices. Por Raquel no hace falta, ya está junto a Dios...
Gosspi, tal vez tengas razón, pero lo que en cualquier caso es evidente es que se está produciendo un exterminio de bebés de escala bíblica, sin que tomemos conciencia del daño irreparable producido en cada uno de los casos. Es tremendo. Un abrazo.
ResponderEliminarLourdes, que Dios te siga bendiciendo a ti, y a nosotros con tu compañía. Un abrazo.
Chus, ¿dónde te metes que te echo de menos? Te envío dos ab, e incluso tres ab.
TM Manonegra, siempre has sido un místico. Todavía recuerdo tus vía crucis en Zumalacárregui...
A veces me gustaría no ser creyente para defender mi postura antiabortista con más soltura. Al final, todos me dicen: "Claro, tu que vas a decir"; y cuando públicamente lo expreso en algunos ambientes "delicados", me derivan a argumentos sobre la Inquisición, los curas pederastras... y yo les digo que no tienen nada que ver y que si para defender su postura, tiran de esto, pues que no lo tendrán tan claro.
ResponderEliminarSin embargo yo si que lo tengo claro y estoy completamente convencido de que el aborto es un asesinato. Exista o no exista Dios. Lo prohiba o no lo prohiba la Iglesia.
Me ha encantado esta entrada. Qué extraña simetría hay entre el aborto de una bebé y las ideas femenistas más rancias...
Saludos.
Paco Principiante, los "argumentos" que te dan no son tales, sino "echar balones fuera", o, como decían los clásicos "argumento ad logicam", es decir, hablar como si tú hubieras afirmado algo que no has dicho (que a ti o la Iglesia os guste la Inquisición o la pederastia). Es lo que pasa cuando alguien se queda sin argumentos, tienen que hacer de trileros de las palabras. Un saludo para ti.
ResponderEliminarMuy buena entrada
ResponderEliminarNo me esperaba el final, me ha impresionado.
Es inmensamente triste que se le niegue a alguien el derecho a vivir, al menos darle la oportunidad de intentarlo.
Y aún más penoso que la sociedad vea el aborto como algo normal, incluso como un derecho. Es horroroso
Miriam, como bien dices, es horroroso, y lo más tremendo es que a fuer de repetirse nos hemos insensibilizado para algo semejante.
ResponderEliminarGracias y un abrazo.