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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

domingo, 30 de diciembre de 2018

Los incontentables de Cataluña



Decía Julián Marías, un señor tirando a bajito que escribía "terceras" en el ABC, que entre las máximas que deberíamos aplicarnos a nuestra vida está la de no intentar contentar a quien no se va a contentar.
¡Cuántos males se habrían evitado aplicando tan sencillo principio!
Pero aquel hombrecillo murió un mes de diciembre de hace trece años, y así se apagó aquella voz que repetía tantas veces lo mismo porque parecía que clamaba en el desierto, y él deseaba remover tierra fértil para que germinaran hermosas praderas.

Hoy vemos cómo se intenta contentar a los incontentables, y a aquellos que dieron un golpe de estado para romper España aprovechando los resortes institucionales les otorgan todavía mayores poderes y esperanzas en la impunidad. Pan para hoy, dolor para mañana.
Creo que son oportunas unas palabras infinitamente más sabias que las que yo pueda manifestar. Son las que dan término al libro "Consideración de Cataluña". Fueron escritas por el filósofo en 1966 pero gozan de una actualidad pavorosa. Dicen así:
"Cuando en sus conversaciones con otros españoles, encuentren en estos una ilimitada «comprensión», cuando todo lo que dicen les parezca bien y no encuentren objeciones que hacer, cuando todas las reivindicaciones les parezcan pocas, cuando escuchen sin pestañear y complacidos formulaciones extremadas que pongan en tela de juicio la unidad española o admitan la posibilidad de que Cataluña dejara de ser un miembro vivo de España, desconfíen. Porque a esos españoles no les importa Cataluña, y sólo quieren tener, para algún propósito menor e inmediato, la aquiescencia de algunos grupos catalanes a los que se proponen utilizar de alguna manera. El español a quien le importa Cataluña quiere su perfección, quiere su plenitud, quiere que sea fiel a su destino, y que lo tenga henchido y lleno de futuro. Y, además, está dispuesto a todo menos a una cosa: a renunciar a ella, a despedirse con indiferencia de lo que siente como su propia carne, fundida en un milenio de altas empresas y crueles fracasos, de amistad y desvío, de ternura e injusticia, de admiración y rivalidad, de amor y dolor".

martes, 25 de diciembre de 2018

Rémi Brague y Ortega y Gasset



Estoy enfrascado en "El reino del hombre" de Rémi Brague y hay unas cuantas cosas que me llaman la atención. Una de ella es la distinción que hace de la idea de "proyecto" del pensamiento antiguo-medieval respecto al del hombre moderno-contemporáneo. Para el primero el hombre tiene una "tarea", se encuentra ante un "quehacer" que le viene dado, a veces en forma de fatalidad. Sin embargo el moderno habla de "proyectos" que él mismo establece; es artífice de sus propias metas.
Visto así, el pensamiento de Ortega entroncaría con el clásico-medieval. Efectivamente, para el pensador madrileño la vida humana es un proyecto que se tiene que realizar en vista de unas circunstancias, pero no de cualquier proyecto, sino de una vocación que le viene dada y a la que puede ser fiel o no. El nivel de autenticidad de su existencia dependerá del grado de lealtad que guarde con respecto a dicha vocación.
Y pensando, pensando, me doy cuenta de una de las razones por las que Julián Marías animaba a realizar una teología desde la razón vital. La existencia de un mundo de los fines, de una teleología, apunta a su supuesto, a un Logos que lo articule. Mientras que si esos fines son puro artificio, sueños que se saben tales, no dejan de ser brújulas sin polo magnético que los guíe.

sábado, 22 de diciembre de 2018

La teoría de la doble verdad (Averroísmo latino)




Nuevo vídeo. En este caso de una disputa medieval que llega hasta nuestros días: ¿pueden dos ciencias llegar a conclusiones opuestas siendo ambas ciertas?


Menudo cacao.

¡Bienvenidos a bordo, polizones!

domingo, 16 de diciembre de 2018

Te invito a formar parte del vídeo especial 10.000 suscriptores




Aquí está mi invitación y propuesta. Si te animas, sé bienvenido/a.

lunes, 10 de diciembre de 2018

La sabiduría era "ella"



En cierta ocasión leí una entrevista a Álvaro Marías en la que decía que muchas personas decían conocer a su padre, el filósofo Julián Marías, pero que quienes lo trataron con posterioridad a la muerte de su esposa, Lolita, realmente no lo habían conocido.
Don Julián llegó a escribir que cuando alguien se enamora sufre un cambio ontológico, pues el centro de gravedad de su vida pasa a ser la persona amada; es ella la que ilumina toda su realidad.
Cuando murió Lolita, confiesa Marías en sus Memorias, "Para mí fue el fin. No por desgracia de mi vida, como hubiera deseado, sino de todo lo que tenía sentido. (...) No puedo explicar el hundimiento que sentí, la impresión de que todo había acabado. Me quedé sin proyecto".
El fin de "todo lo que tenía sentido". El sinsentido, antítesis de la filosofía, invadiéndolo todo. La vida humana definida como proyecto en vista de una circunstancia, vaciada de proyecto.
¿Y si al final resulta que el sentido de la realidad está en el amor? ¿Y si los verdaderos sabios son los enamorados?
(Foto de Dolores Franco -Lolita- leyendo... y siendo amada).

jueves, 6 de diciembre de 2018

Me olvidé de vivir

En alguna medida, escribir es apartarse del mundo, retirarse de la vida, para imaginarla, para comprenderla, pero desde un cierto "afuera". Leer puede elevar el alma, pero ancla el cuerpo.

En un momento dado Cervantes dice algo así como que había tardado en escribir porque tenía cosas que hacer. ¿Qué cosas?, cabe preguntarse. ¡Vivir, naturalmente! La vida es quehacer, decía Ortega.

Y ya puestos a hablar de escritores, mencionaré a Delibes, quien en una de sus últimas entrevistas dejaba ver cierta insatisfacción con su vida por haberse apartado demasiado de ella para hacer su obra. Parece contradictorio, pero es lo somos, pura contradicción.

"De tanto gritar mis canciones al viento, ya no soy como ayer, ya no sé lo que siento... Me olvidé de vivir...", cantaba Julio Iglesias.

Hoy he estado con una persona que vive el día a día con serenidad, en sus pequeños detalles; que no echa de menos las tecnologías, aunque las use alguna vez, y que lee al final de una jornada, si se tercia. Ha escrito, sí, pero después de vivir, siempre después de vivir. Lección vivida, lección de vida.


martes, 4 de diciembre de 2018

Quijotes no simpáticos





Ante Don Quijote cabe tomar tres actitudes:

La primera, burlarse de él. Es la postura que adopta el propio Cervantes cuando arranca su novela. El contraste entre la realidad y lo que Alonso Quijano cree es tal, que produce hilaridad.

Otra es unirse a su locura; asemejarse en su desvarío creyendo cierto que aquel enjuto anciano conquista ínsulas y desface entuertos. Ahí tenemos al pobre Sancho, su fiel y único seguidor, quien pagará su ingenuidad recibiendo tantos palos y chanzas como su amo.

La última es la piedad. El propio Cervantes va mudando su inicial mofa hasta el punto de dejar ver una simpatía por el personaje impensable en los primeros capítulos. Parece la más noble de las tres posibilidades. Reconoce el mal de don Alonso, pero no por ello hace escarnio de él, antes bien, lo contempla con ternura en la esperanza de que un día recupere la cordura; o, al menos, no perezca en ella.

Lo sorprendente de nuestro tiempo es que haya tomado carta de naturaleza la segunda de las actitudes mencionadas, aunque de un modo bastante menos simpático que el del buen Sancho. Estos abogados de Don Quijote no se conforman con dar por válidas las ilusiones de Don Quijote, sino que pretenden que las haga suya todo el género humano, y ello bajo la amenaza de severos castigos.

Según estos individuos, Don Quijote es un verdadero caballero andante: gallardo, vigoroso, habitante de un mundo de encantamientos, que está "atrapado" en el cuerpo de un empobrecido y viejo hidalgo. Efectivamente salva princesas, descalabra ejércitos y mata gigantes, aunque lo que nuestros ojos nos muestren sean rebaños en desbandada y odres destripados.

Quien discrepa de ellos es señalado y amenazado. El disidente es el verdadero loco, y para subrayarlo, le lanzan apelativos que recuerdan a las patologías: "usted es fóbico"; un enemigo del género humano; peor aún, un fascista.

Predican la castración y prohíben toda ayuda a quien quiera escapar de los libros de caballerías. Son ciegos guiando a otros ciegos. Gentes que no saben lo que se hacen.

El que quiera entender, que entienda.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Lección recibida, pero no aprendida



Transcribo un texto que, si  no fuera por su barroquismo contenido, parecería escrito en las postrimerías de la segunda guerra mundial. En realidad los horrores que describe corresponden a la guerra de los treinta años acaecida en la misma Europa. Estamos en el siglo XVII, y Saavedra Fajardo, que ha actuado como embajador del Rey de España y ha conocido personalmente grandes porciones de Europa, nos cuenta en sus Empresas Políticas lo que ha visto:

«A ningún edificio ilustre, a ningún lugar sagrado perdonó la furia y la llama. Breve espacio de tiempo vio en cenizas las villas y las ciudades, y reducidas a desiertos las poblaciones. Insaciable fue la sed de sangre humana. Como en troncos se probaban en los pechos de los hombres las pistolas y las espadas, aun después del furor de Marte. La vista se alegraba de los disformes visajes de la muerte. Abiertos los pechos y vientres humanos, servían de pesebres, y tal vez en los de las mujeres preñadas comieron los caballos, envueltos entre la paja, los no bien formados miembrecillos de las criaturas A costa de la vida se hacían pruebas del agua que cabía en un cuerpo humano, y del tiempo que podía un hombre sustentar la hambre. Las vírgenes consagradas a Dios fueron violadas, estupradas las doncellas y forzadas las casadas a la vista de sus padres y maridos. Las mujeres se vendían y permutaban por vacas y caballos, como las demás presas y despojos, para deshonestos usos. Uncidos los rústicos, tiraban los carros, y, para que descubriesen las riquezas escondidas, los colgaban de los pies y de otras partes obscenas, y los metían en hornos encendidos. A sus ojos despedazaban las criaturas, para que obrase el amor paternal en el dolor ajeno de aquéllos, partes de sus entrañas, lo que no podía el propio. En las selvas y bosques, donde tienen refugio las fieras, no le tenían los hombres, porque con perros venteros los buscaban en ellas, y los sacaban por el rastro. Los lagos no estaban seguros de la codicia, ingeniosa en inquirir las alhajas, sacándolas con anzuelos y redes de sus profundos senos. Aun los huesos difuntos perdieron su último reposo, trastornadas las urnas y levantados los mármoles para buscar lo que en ellos estaba escondido. No hay arte mágica y diabólica que no se ejercitase en el descubrimiento del oro y de la plata. A manos de la crueldad y de la codicia murieron muchos millones de personas…»

No aprendemos. Sólo el golpe reciente nos sirve de advertencia, pero enseguida olvidamos. Ojo con los sembradores de cizaña, con los que excitan los ánimos, con los que quebrantan la paz y las leyes. Cuidado con los demagogos, con los que piden algún muerto sobre la mesa para que esto funcione. Estemos alerta.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Una pesadilla



No es la primera vez que tengo una pesadilla sobre el mismo tema. No había ningún motivo para ella; ninguna película, conversación reciente, nada; pero reaparecía la cuestión.
Por algún motivo que desconozco, se producía una crisis nuclear. El mundo llegaba a su fin a causa de unas armas construidas con el ingenio del hombre. Cualquier refugio era inútil: ¿un búnker para aguantar más de 1.000 años de radiación? ¡Qué broma estúpida!
Me angustiaba por mis hijas y me preguntaba cómo era posible que personas preparadas, inteligentes, brillantes incluso, hubieran dedicado sus esfuerzos a diseñar y fabrica el mecanismo de nuestra destrucción.
Ahora estoy despierto y sigo sin entenderlo. Me parece un pecado sin paliativos, una monstruosidad. No aprendemos de nuestros errores. Sólo el golpe reciente nos trae a la realidad, pero hay golpes de los que uno jamás puede recuperarse, lecciones sin retorno.
Siempre hay alguien que encuentra una justificación para la atrocidad, que se cree la plenitud de la historia, que piensa que es su causa o la nada. Y ese imbécil un día se encuentra en una contingencia histórica que le otorga el poder, un cierto poder, un acceso a algo que otros hicieron y ahora cae en sus manos, ¡y lo emplea!
Sólo conocemos un planeta capaz de albergar vida, el nuestro, y hemos inventado el medio de borrarlo en unos minutos. Esto hay que pararlo, o la pesadilla acabará por cobrar cuerpo en la realidad. Quiero poder despertar, y que mis hijas también puedan, y los hijos de mis hijas; quiero un mañana.

lunes, 12 de noviembre de 2018

No va a quedar nada




Hace más de treinta años un cura diocesano llamado don José Rivera advertía de que en unos lustros "no iba a quedar nada". Prácticamente todo el catolicismo iba a desaparecer en España; probablemente en Europa.

Aquel cura sabio de sotana raída, metido continuamente entre los gitanos de Toledo, basaba su pronóstico en algo de poca trascendencia pública: la formación en los seminarios. Don José se daba cuenta de que aquellos seminaristas de entonces serían con el tiempo los futuros timoneles de la Iglesia. De ahí saldrían los párrocos, obispos, teólogos, cardenales que regirían el destino del catolicismo. Pero, ¿qué esperar de ellos si su formación había entrado en un declive vertiginoso?

Basta mirar la Iglesia para ver el rumbo que sigue con insensato entusiasmo. "Queremos caer bien", parece ser la gran preocupación.

Esto mismo lo vemos en todos los ámbitos de la vida, particularmente los más visibles, como la política o la educación. Afirmaciones, modos de hablar que habrían provocado el sonrojo de un niño, se exhiben desde la tribuna con una seguridad satisfecha que produce estremecimiento.

¿Y el profesorado? De todo hay en la viña del Señor (viña con uve y Señor en mayúscula, por si acaso), pero hay que reconocer que los tuertos de ayer son los genios de hoy, porque encontrar gente con dos ojos resulta una labor casi sobrenatural. ¡Guías ciegos...!

Urge estudiar. Urge formarse. Urge exigir y, sobre todo, exigirse. Urge dejar de elogiar a "la juventud" y marcarle metas ambiciosas, no excusas para la huida, para la autocomplacencia. Urge ser más, ¡¡ser al menos algo que merezca mínimamente la pena!!



miércoles, 31 de octubre de 2018

La Europa que pudo ser... y por un tiempo llegó a ser



Nueve reyes reinantes reunidos en una sola fotografía. Hasta la fecha, único caso en la Historia.
El encuentro se produjo en mayo 1910 a raíz del entierro del rey Eduardo VII de Inglaterra. Ya nunca se repetiría.
La conocida como "paz armada" desembocaría en la Primera Guerra Mundial, un acontecimiento atroz que, entre otras cosas, se llevaría por delante la mitad de aquellas monarquías y tendría su continuación en una nueva y más devastadora guerra.
Stefan Zweig recogería en su magistral "El mundo de ayer" lo que representó este periodo.
En la foto, de pie de izquierda a derecha: el rey Haakon VII de Noruega, el zar Fernando de Bulgaria, el rey Manuel II de Portugal y el Algarve, el Kaiser Guillermo II de Alemania y Prusia, el rey Jorge I de Grecia y el rey Alberto I de Bélgica.
Sentados, de izquierda a derecha: el rey Alfonso XIII de España, el rey Jorge V del Reino Unido y el rey Federico VIII de Dinamarca. Todos ellos y sus esposas guardaban algún grado de parentesco entre sí.

sábado, 20 de octubre de 2018

Inhumano, demasiado inhumano



Estoy releyendo a Nietzsche. Tenía algunas cuentas pendientes con él y me había propuesto saldarlas. Tanto es así que he invertido un buen pellizco de mis ahorros en comprar sus obras completas, las de Tecnos, aparcando las que hasta ahora he venido utilizando por no resultarme fiables.

Pero me hace daño. Confieso que leerlo me hace daño. Su mensaje "liberador" no me da, sino que me quita; no me eleva, me despoja. Dinamita lo que había y señala un mundo nuevo, pero éste nace herido de muerte. Si Dios ha muerto, ya no hay palabras de vida eterna, sólo un gesto efímero, una mueca invisible, polvo, nada.

Nietzsche y la pos-ilustración se ponen a la faena de quitar máscaras pero tras ellas sólo aparecen seres desfigurados, informes.

Las formas han muerto, ¡viva el súper-amorfo!

¡Todo es mentira! Inventemos nuestras propias mentiras y serán buenas por ser nuestras. 

¿Nuestras? ¿Mías? ¿Y quién soy yo?

¡No! Una mentira es una mentira. Y el eterno retorno una sandez; con lo cual de él no se puede derivar principio moral alguno. ¿No te proclamabas anti-idealista? ¿No eras tú quien reprochaba el "como si" del imperativo categórico kantiano? ¿Cómo digerir entonces el "como si" todo fuera a repetirse, si eso realmente no va a suceder? No, no va a suceder pese a tus desesperados esfuerzos mesiánicos. Cada momento es único, irrepetible, un punto de inflexión. En eso Kierkegaard te llevó la delantera.

Casi un par de siglos antes de que Nietzsche naciera, escribía Pierre Bayle:

“… podría compararse a la filosofía con unos polvos tan corrosivos que, tras haber consumido las carnes purulentas de una llaga, roerían la carne viva y corroerían los huesos, horadándolos hasta los tuétanos. La filosofía refuta,  de entrada, los errores, mas, si no se  la detiene en ese punto, ataca las verdades, y, cuando se la deja campar a sus aires, llega tan lejos que uno no sabe hasta dónde ha llegado, ni sabe ya cómo detenerse".

El pensamiento pos-ilustrado actúa como la carcoma. Y cuando llega al hueso afirma: "esto es lo que estaba encubierto. No hay más. Calcio". ¿No ha olvidado que eso con lo que se ha encontrado estaba al servicio de lo que ha disuelto? ¿No se da cuenta de que los huesos existen para que cuerpo se yerga y se mueva, y viva?

Una libertad sin norte contenida en una pompa de jabón ignorada y a punto de desvanecerse; ¿es eso la vida?

De ser así, lloremos, porque como dice un personaje de Leyend: "Si la vida es sueño, temeréis el despertar".





jueves, 18 de octubre de 2018

El enfado de Aristóteles



"Aristóteles decía que es muy fácil enfadarse, que lo difícil es enfadarte con la persona oportuna en el momento oportuno, con la intensidad oportuna y en el contexto adecuado".
Esta cita forma parte de un corte de una charla impartida por una pedagoga en un prestigioso foro; la misma está colgada en Internet y ha sido compartida infinidad de veces.

A continuación, la ponente aprovecha la cita para decir que "lo que ha hecho el neurocientífico es tunear a Aristóteles con demostraciones científicas".
La cita aristotélica me suena a manual de autoayuda, pero no a Aristóteles. Me produce comezón y empiezo a rastrear cuál puede ser el origen de la misma. En Google la encuentro repetida varias veces, siempre aislada, fuera de cualquier contexto. Finalmente doy con una página llamada "A través de las emociones" que al fin cita la obra origen: "Ética a Nicómaco". No me suena que aparezca nada remotamente parecido a eso.
Rastreo. En la Ética aristotélica lo único que se dice del enfado es que, a pesar del mismo, los amigos buscan el bien del otro; ni una palabra más. Nada sobre la facilidad de enfadarse, sobre la oportunidad de hacerlo, o sobre el contexto adecuado para llevarlo a cabo.
Me surgen algunas dudas:
¿Justifica ser "buena gente" y tener "buenas intenciones" la falta de rigor?
¿Puede darse como válida una cita extraída de un medio tan contaminado como los "memés" de Internet sin tomarse la molestia de acudir a la fuente?
¿No se arriesga uno a perder su autoridad cuando acude a un principio de autoridad sin constatar que la misma realmente ha dicho lo que se le imputa?
No podemos compartirlo todo sin cotejarlo; no podemos ser transmisores de la mentira por omisión manifiesta.
Dicho lo cual, errar es humano y don Perfecto se murió, pero bueno, vamos a tratar de mejorar sin "enfados" (ni siquiera pseudoaristotélicos), y vamos a empezar a acudir a las fuentes, que para eso están.

domingo, 14 de octubre de 2018

Aristóteles: Los dioses

En su testamento Aristóteles manda erigir algunas estatuas de dioses en memoria de algunos familiares. Mas, ¿no afirmaba el Estagirita la existencia de un único Dios, causa primera, pensamiento de pensamiento...?

En este vídeo indagamos en esta aparente contradicción del gran filósofo.

¡Bienvenidos a bordo, polizones!


jueves, 11 de octubre de 2018

Mi 600



El coche de algún vecino se incendió en el garaje y el humo lo invadió todo. El Seiscientos de mi padre quedó ennegrecido, la gente se volvía por la calle al vernos pasar pero a mí me daba igual; aquel era "mi" Seiscientos. En él viajábamos hasta el pueblo mis padres, mi abuela, mi hermana y yo con maletas y bolsas a tutiplén y la jaula de los periquitos sobre las rodillas.
Un día mi padre, feliz, nos dijo que nos guardaba una sorpresa. Nos bajó hasta el garaje y nos enseñó un nuevo coche. ¡Nada menos que un Seat 131! Me llevé el berrinche de mi vida. Yo sólo gritaba: "¿Dónde está mi Seiscientos?" Una vez más la imparable fuerza de la edad adulta arrollaba mi universo infantil.
En fin, con el tiempo tuve que acostumbrarme al nuevo vehículo y resignarme a la pérdida de aquel coche con forma de mariquita que a mí me parecía la maravilla de las maravillas.
Si algo me ha quedado claro es que conforme me hago mayor las cosas del mundo van menguando. Antes todo era más grande: mi clase, el patio del recreo, y hasta aquel "cochazo" ahumado que no sé porqué motivo ha venido esta noche a mi memoria.

sábado, 6 de octubre de 2018

miércoles, 3 de octubre de 2018

¿Es "El Anticristo" un libro antisemita?



Vamos con la cuarta entrega de "El Anticristo" de Nietzsche.

Aquí aparecerá su hermana, Hitler, Wagner, un sinnúmero de judíos y algunas cuantas cosas más.

Espero que sea de vuestro interés.


sábado, 29 de septiembre de 2018

¡A por la tercera! Schopenhauer versus (hacia) Nietzsche

Tercera entrega de la crítica a "El Anticristo" de Nietzsche. Prosigue el culebrón.


miércoles, 26 de septiembre de 2018

viernes, 21 de septiembre de 2018

jueves, 13 de septiembre de 2018

Decir no



Madurar es elegir, y eligiendo elegir en qué tipo de persona se quiere uno convertir. Ello exige decir no más de una vez, de lo contrario te vuelves un pánfilo (pan: "todo; filo: "amigo o amante de"), esto es, alguien sin personalidad, sin criterio, que igual le da Ana que su hermana.
No me gustan los sectarismos ni rodearme de idénticos, al revés, me gusta tener amigos en todas partes; los puntos de vista distintos a menudo me ayudan a entender como mínimo que otros no piensan como yo, lo cual no es poco. Como decía Magris, "la endogamia conduce al raquitismo y al bocio"; a este respecto es mejor un poco de sobrepeso que ser un esqueleto.
Pero eso es una cosa y otra la falta de respeto, la blasfemia (que es esa forma de escupir al de al lado señalando al cielo), el insulto gratuito. Me da igual en lo que crea cada cual, pero pienso que unos mínimos son exigibles. Escribo esto a modo de desahogo porque me gusta más decir hola que adiós, pero a veces parece que no hay manera.
Y con esto y un bizcocho, me voy a entrenar que ya han dado las ocho...

jueves, 6 de septiembre de 2018

Simone Weil, la genialidad buscada



Hoy traigo una foto poco conocida. En ella aparece la filósofa Simone Weil, junto a su hermano, el matemático André Weil.
Fue tomada en Bélgica en 1922, cuando Simone contaba con trece años de edad.
En Simone se aunaba talento intelectual, alma generosa y compromiso social. Su vida es una continua aventura digna de una novela de Dumas, siempre en busca de la autenticidad.
En la foto la vemos sonriente, aparentemente feliz, aunque por aquel entonces esa alegría se va a tornar en tiniebla. Así lo confiesa ya adulta en una carta dirigida a un sacerdote:
"A los catorce años caí en una de esas situaciones de desesperanza sin fondo de la adolescencia y pensé seriamente en morir a causa de la mediocridad de mis facultades naturales. Las dotes extraordinarias de mi hermano, que tuvo una infancia y juventud comparables a las de Pascal, me forzaron a tomar conciencia de ellas".
Pero algo más adelante añade: "Tras meses de tinieblas interiores, tuve para siempre y de repente la certeza de que cualquier ser humano, aun cuando sus facultades naturales fueran casi nulas, podía entrar en ese reino de verdad reservado al genio, a condición de tan sólo desear la verdad y hacer un continuo esfuerzo de atención por alcanzarla. Ese ser humano se convierte entonces en un genio, incluso si, por carecer de talento, tal genio pueda no ser visible al exterior. (...)
En la palabra «verdad» englobo también la belleza, la virtud y toda clase de bien, de forma que se trata para mí de una forma de concebir la relación entre la gracia y el deseo. Había recibido la certeza de que cuando se desea pan no se reciben piedras, aunque en aquella época todavía no había leído el evangelio".

jueves, 30 de agosto de 2018

Reseña sin censura: "El Banquete" de Platón






Platón, el filósofo que lo dijo todo, o casi. "El Banquete", su obra maestra. La presente reseña, mucho trabajo, disfrute y ganas de compartir. Con todos ustedes: El Banquete de Platón sin censura.

martes, 21 de agosto de 2018

Donde más duele



Sigo con los "daños colaterales" en la lectura del Banquete de Platón. Ahora he ido a parar a Aristófanes y su comedia Lisístrata. En la misma, para oponerse a la guerra, las mujeres se declaran en una suerte de huelga por la que decretan la abstinencia sexual. Tras una serie de avatares los hombres se avienen a buscar un acuerdo de paz porque ya no aguantan más.
El heraldo lacedemonio que acude a negociar con los atenienses es confundido por el delegado ateniense con Conísalo, una divinidad fálica, debido a la apariencia de mástil de su entrepierna. La erección es tal que el ateniense quiere saber si ha venido con una lanza bajo la axila o tiene una inflamación en la ingle, a lo que el espartano acaba respondiendo, con no poca retranca, que porta un escítala laconia, esto es, un bastón al que se enrollaban los mensajes.
Naturalmente, al "confluir los intereses" de ambos ejércitos masculinos se firma la paz...

lunes, 20 de agosto de 2018

En boca cerrada...



Como suele suceder, una cosa te lleva a la otra. Empiezas indagando en un tema, y ese tiene un asunto que te pone en relación con otro, que a su vez conecta con no sé qué. Total, que del Banquete de Platón he ido a parar a Arquíloco. Un singular poeta griego, hijo de un noble y una esclava -bastardo, para entendernos-, que osó escribir poesía en la cual es él, ¡él! ¡un hombre! quien cae presa del amor de una mujer. Algo impensable en la Hélade donde sólo las féminas sufrían esa pérdida de autodominio. ¡Por los dioses!

Arquíloco, poeta y mercenario, cuenta en uno de sus versos cómo combatiendo a los bárbaros arrojó su escudo para salvar la vida, con cuya obtención se estará jactando alguno de sus enemigos:
"Algún saiano se ufana con mi escudo, arma excelente que abandoné a pesar mío junto a un matorral. Pero salvé la vida. ¿Qué me importa aquel escudo? Váyase enhoramala: ya me procuraré otro que no sea peor".
Sin duda su acción puede ser práctica, pero para un griego la huida, y más abandonando su escudo, era un acto cobarde. ¡Y lo dice un hombre que aún encima se declara enamorado de Neóbula, cuyo padre no permitió que se casara con él! Ver para creer.
Así que no es de extrañar que Critias lo pusiera a caer de un burro por deslenguado, procaz, adúltero, y lo peor de todo, por haber "arrojado su escudo" y aún encima contarlo.
En boca cerrada no entran moscas (ni nace la poesía, ¡shhhh!)

miércoles, 15 de agosto de 2018

A moro muerto gran lanzada





Hay un personaje, que cunde por doquier, dedicado a la labor de enarbolar banderas cuando éstas ya han triunfado. Es su ideal apuntarse a caballo ganador con pose de luchador, de resistente, de revolucionario. Siempre acude al campo de batalla con el único propósito de rematar heridos y pasear en el desfile de la victoria proclamando que ha ganado una guerra librada por otros.

Es el que con más convicción habla, con más aplomo sentencia, con mayor indignación apunta con dedo acusador. Abandera una causa, sí, la de ser el abanderado.

Cuando veo a ese tipo humano que cunde por doquier recuerdo aquellas palabras de Stefan Zweig en "El mundo de ayer":


"Había estudiado demasiada historia, y escrito sobre ella, como para no saber que la gran masa siempre se inclina hacia el lado donde se halla el centro de gravedad en cada momento".

domingo, 12 de agosto de 2018

"Querido Caín" o el origen del Mal

Ignacio García-Valiño, fue compañero mío en el colegio, donde no lo pasó bien. La experiencia del mal en la infancia lo marcó, tanto, que años más tarde indagaría en el origen del mal a través de una novela magnífica: "Querido Caín".

De sus muchos libros, personalmente es el que más me gusta. Es un thriller psicológico brillante, escrito con una destreza y riqueza muy difíciles de encontrar, y aquí no habla el amigo, sino el lector.

A Nacho ya no lo tenemos, pero sus libros sí. Sin temor a errar hoy me atrevo a recomendar esta historia de un niño malvado.



miércoles, 8 de agosto de 2018

¿Existe la verdad?



Continuamente oímos denuncias de las mentiras que cunden por doquier, pero ¿existe la verdad?

martes, 7 de agosto de 2018

Tenemos que hablar de muchas cosas, compañero

Hace poco, ayer sin ir más lejos, hablé por teléfono con el hermano de un amigo que se nos fue un día para no retornar.
Lo llamé para decirle que estaba releyendo un libro de ese hermano suyo, amigo mío, y que no me resistía a manifestarle el don magistral que poseía con las palabras. Que su hermano era capaz de encarnar las contradicciones y temores del alma humana en trazos sonoros. Que movía el paisaje en torno a los personajes de manera magistral.
Mi amigo y su hermano se querían, y sin embargo navegaban en la distancia que creaban sus más hondas convicciones.

En la presentación de un libro, invitado su hermano por mi amigo, el primero dijo estas palabras: "Mi hermano y yo coincidimos en todo menos en lo fundamental".
Hay quien no ha sabido entenderlo, yo sí. Es ese querer quererse a pesar de todo. Saltar por encima de lo humano y lo divino para no separar lo que nació para permanecer junto.
En un escrito de despedida, el hermano de mi amigo recogía las palabras ya irrenunciables que dirigiera Miguel Hernández al perdido para siempre Ramón Sijé. Son las que cierran su Elegía y rezan así: "que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero".
Hoy yo habría querido hablar con él. No sé si de muchas cosas o de algunas, pero lo hubiera deseado muy de veras.
Aquí dejo el poema entero de Miguel Hernández en la voz de Julio Núñez:


sábado, 4 de agosto de 2018

Una foto andaluza en Madrid



27 de noviembre de 1929.
Con motivo de las cien representaciones de la obra "La Lola se va a los puertos" se rindió un homenaje en el Hotel Ritz a sus autores, los hermanos Antonio y Manuel Machado.
El evento tuvo indudable sabor andaluz, pues contó con la actuación del guitarrista Ramón Montoya, las bailaoras La Trigueñita y Ramoncita Rovira, y los cantaores El Niño del Museo, Guerrita, Angelillo, Mojaina, Isabelita, la Requejo y Martel.

El acto de reconocimiento fue promovido por el presidente del Consejo de Ministros, Miguel Primo de Rivera, y su hijo José Antonio. Este último entregó a los hermanos Machado un álbum firmado por todos los asistentes.
Antes de dos meses Miguel Primo de Rivera moriría exiliado en Francia. Trágicas serían las muertes de José Antonio y Antonio Machado desencadenada la guerra civil. No obstante, más allá de cualquier análisis histórico, aquí me gustaría quedarme con esta imagen de amor al teatro, deseo de concordia, de posibilidades abiertas, de celebración.
PACO: ¿La señorita Rosario qué le dijo?
MERCEDES: Preguntaba por su novio. Ella creía que la juerga y la algazara de esta noche...
PACO: ¿Sí?
MERCEDES: Eran cosas del señorito.
PACO: Me extraña. Será el cariño, los celos. Ya sabe que en esta casa la cabeza más alegre es la que peina más canas. Así va el mundo...

viernes, 3 de agosto de 2018



Gustan de repetir periodistas y asimilados que el Estado posee "el monopolio de la violencia". Es una de esas expresiones que han caído en gracia y salen a relucir como amapolas en primavera, aunque quienes las prodiguen no hayan visto un libro de Max Weber ni en pintura.

Personalmente me parece que se violenta el significado de la palabra violencia de forma innecesaria.
Echemos un vistazo a la RAE.
Violencia:


1. f. Cualidad de violento.
2. f. Acción y efecto de violentar o violentarse.
3. f. Acción violenta o contra el natural modo de proceder.
4. f. Acción de violar a una persona.
¿Es deseable un Estado violento o que obre contra el natural modo de proceder? (Lo de violar a una persona ya no lo planteamos ni como pregunta retórica).
El Estado puede en determinados casos ejercer legítimamente la "fuerza"; de ahí a ejercer violencia media un trecho.
Por cierto, existe el uso lícito de la fuerza en determinadas situaciones, como por ejemplo ante una agresión; es lo que se llama legítima defensa
¿No sería entonces más correcto decir que el Estado puede en determinados casos usar legítimamente el empleo de la fuerza? Igual no queda más comercial pero, al menos a mí, me resulta más reconfortante.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Pregunta molto difficile



En un futuro no demasiado lejano, el vicecomandante de la Guardia Suiza Wetter y el alabardero Frei se encuentran frente a frente con el hombre que va a designarles la misión más importante de sus vidas:

"El Cardenal Carlos Escribano era un hombre de cara bondadosa y prominentes mofletes mitigados por una vigorosa barba cana. Tenía la espalda algo cargada, quizá por el peso de las muchas responsabilidades que recaían sobre él. Como secretario de Estado del Vaticano, después del Papa era la persona con mayor poder dentro de la Iglesia. Tenía una voz vibrante, con un hablar pausado, pero sin caer en ese tono afectado que desplegaban algunos eclesiásticos".
(Del libro "Bresca. El guardia suizo").



ATENCIÓN, PREGUNTA: ¿Cómo se llama el obispo que acompaña en la fotografía al autor de dicho texto?

Pista: El clérigo de la fotografía no tuvo noticia de la existencia del libro ni de su contenido hasta que éste vio la luz (como San Pablo después de lavarse, que también vio mucha luz). Pese a ello, todavía no ha iniciado acciones penales contra el artífice de dicha obrita, lo cual demuestra que la santidad está también al alcance de los prelados.

sábado, 28 de julio de 2018

¿Un nuevo libro?





Consulto algunas notas mientras paso las hojas. El cuaderno está invadido por ellas; desordenadas, apuntando a historias distintas, tanto, como las locas ideas que bailan en mi cabeza.
Hay otro cuaderno, aquel en el que anoto vivencias personales, tanto, que no verán la luz. Les echo un vistazo. Me parecen más valiosas; consistentes; pero su interés se circunscribe a mi persona. Tocan hueso.
Ahora tomo el libro de Ignacio García-Valiño: "Querido Caín". Es, sin duda, el que más me gustó todos los suyos. Comienzo a leerlo. Me sigue pareciendo una maravilla. Tal vez la experiencia acumulada me hace admirarlo aún más. Cómo se puede escribir tan bien. Mereció un reconocimiento mayor. Sí, hicieron una película e incluso quedó finalista en el premio Ciudad de Torrevieja. ¿Quién fue el ganador, Galdós? Da igual, fuera de ciertos círculos no es conocido. Mereció mucho más.
Yo nunca escribiré así. No es modestia ni derrotismo, es simple honestidad.
El bolígrafo vuelve al cajón. Me acomodo en el sofá y continúo leyendo a Nacho.

domingo, 22 de julio de 2018

3 Disidencias




Un vídeo educado y discrepante con las últimas tendencias filosóficas.

Como cantaba Loquillo, "no es mi vocación ser un camaleón".

Saludos filosóficos a todos.

viernes, 13 de julio de 2018

Borges y yo (y mi circunstancia)




Creo que no se ha entendido bien el poema "Borges y yo". Aquí trato de explicarlo a partir del concepto orteguiano de "circunstancia".

lunes, 9 de julio de 2018

TAG: Filosofía de la muerte




Un nuevo tag con mis amigos de Youtube. Esta vez nos hemos atrevido con el problema de la muerte desde un punto de vista filosófico; ahí es nada.

miércoles, 27 de junio de 2018

No adecuado para la mayoría de los anunciantes




No he monetizado los vídeos del canal Polizón y Náufrago hasta fechas muy recientes, en que algunos amigos de otros canales me animaron a hacerlo. Todavía no he ingresado un céntimo (parece ser que tengo que acumular 75 dólares para hacerlo) pero sí me ha permitido descubrir qué vídeos el canal están calificados como "no adecuados para la mayoría de los anunciantes". Son los siguientes:

1. "La rebelión de las masas" (Ortega y Gasset)
2. La leyenda negra al desnudo
3. Reseña filosófica: "El hombre en busca de sentido" (Viktor Frankl)

Me importa aproximadamente nada que produzcan unos céntimos o no, siempre he hecho los vídeos que me han parecido más interesantes por amor al arte, pero sí despierta mi curiosidad saber qué elementos tienen precisamente esos vídeos para que los anunciantes no se sientan cómodos con ellos.

El de la crítica a la leyenda negra lo puedo entender. Lo que navega contracorriente puede demostrar que está vivo -los peces muertos también siguen la corriente- pero rompe el gregarismo de los medios de masas. Mejor que a uno no lo identifiquen con ello. El status quo tiene a al mundo hispánicos como chivo expiatorio y eso es mejor no tocarlo.

En cuanto al libro de Frankl sobre su experiencia en un campo de exterminio, es posible que los anunciantes no quieran que se los relacione con un hecho tan doloroso. No quiero que mi colonia, o mis gafas, o mi coche se vincule a una montaña de horrores. Podría ser eso. Aunque para no herir sensibilidades y por respeto evité intencionadamente las imágenes espeluznantes de aquellas personas reducidas a esqueletos, pero el tema en cualquier caso es doloroso.

El que más me llama la atención es el de Ortega y su "Rebelión de las masas". ¿Descubrir al hombre masa dominante en nuestro tiempo puede suponer una amenaza? Parece que sí. Nos despierta a nuestra condición y nos empuja al ejercicio real (esto es, responsable) de nuestra libertad. Mejor compra y calla.

Si se os ocurre alguna otra explicación estoy abierto a sugerencias.