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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

jueves, 27 de septiembre de 2012

De nuevo Cataluña


La magia consiste en centrar la atención del público en un punto distinto al de aquel en que se está produciendo el engaño. En el fondo no es más que una labor de distracción. La política trapichera tiene mucho de ilusionismo. Que hemos dejado la cosa hecha unos zorros y el personal está que trina, creemos fuegos de artificio en otro punto para desviar la atención.

En esto el nacionalismo anda bastante vivo. Pueden realizar una gestión penosa, dejar las arcas vacías, un endeudamiento de vértigo, y, a la par que piden un rescate, amenazar con la independencia.

En su discurso, el “otro” es el culpable de todos los males, o, como diría Sartre, el demonio, aunque ese demonio sea el mismo que me tiene que dejar el dinero para no ahogarme.

Hasta aquí, nada nuevo. Lo que ya resulta pintoresco es que en esa dinámica secesionista se improvisen sobre la marcha modelos, como si fuera un mercado de autoservicio en el que el contexto histórico, económico y social fuera indiferente. Primero se puso como referencia el Quebec, ahora es Puerto Rico, y mañana igual son las islas de Samoa o Fidji, tanto da. Con ello se pretende amortiguar la estridencia que provoca la palabra “independencia”, y que corre el riesgo de no ser aceptada por una mayoría de la población supuestamente demandante de la misma.

Sin embargo, al hacer estos planteamientos, se olvida una cosa bastante obvia: ¿está la otra parte dispuesta a asumir el papel que se le dé, sea cual sea este?

Uno se puede ir de casa dando un portazo, pero pretender dictar al mismo al que se deja plantado el modo en que en adelante me va a tratar, es harina de otro costal. Voy al caso concreto. El actual presidente del gobierno de Cataluña aboga por tener un estatus como el de Puerto Rico, pero para ello el resto de España tendría que asumir el mismo papel que Estados Unidos con la isla caribeña, y, que yo sepa, hasta la fecha nadie se ha manifestado por la labor. Cada uno tiene su historia, y no veo el encaje de dicho modelo en la nuestra.

“Hijo mío –decía la madre al hijo que la amenazaba con marcharse-, te quiero mucho y habría querido que siguieras aquí, pero si te quieres ir de casa no te lo puedo impedir. Ahora bien, lo que no puedes pretender es dictarme el menú que he de cocinar ni traerme tu ropa sucia para lavar. Mientras has estado, formabas parte del hogar, pero ahora que te vas, deberás arreglártelas solo”.

En fin, hagamos lo que esté en nuestra mano para que los despropósitos que algunos anuncian no pasen de tristes trucos de trilero sin más consecuencias que mucho ruido y un mal rato.

martes, 25 de septiembre de 2012

HOTEL, en Zaragoza y Madrid en vivo y en directo


Aunque parezca lo contrario, la imagen que encabeza esta entrada no es la de una reunión de fotofóbicos, en realidad se trata de la portada de un disco de HOTEL, grupazo de rock zaragozano que va a dar varios conciertos las próximas Fiestas del Pilar. Y por qué cuento esto. Pues porque además de que hacen música de primera, hay una buena amistad de por medio, así que encantado de la vida les doy la publicidad que merecen, ofreciendo el listado de conciertos que van a dar en Zaragoza y Madrid:

  • Viernes 28 de septiembre en la Carpa del Ternasco, en la calle Moret (junto a la Plaza de los Sitios), Zaragoza. Tocan con cinco grupos más (Vinos Chueca, Despierta Macfly,  Voyeur, Hotel, y Los Inspectores). El concierto empieza a las 19:00, así que Hotel tocará sobre las 22:00.
  • Viernes 12 de octubre en Interpeñas de Zaragoza, espacio Ámbar, a la 1:00, junto con La Señal de Flint.
  • Sábado 13 de octubre en la Sala Z de Zaragoza, a las 22:00. Entrada libre.
  • Domingo 28 de octubre en el Café 40, en la Gran Vía de Madrid a las 22:00.

Y para que se vea que el Rock&Roll no está reñido con la elegancia, aquí unas fotos de la boda del incomparable guitarrista Jaime Lasaosa en abril de este año.

De izquierda a derecha: un servidor (anunciando Colgate), Beatriz Pérez (la teclista de la pista), Jesús Pérez (cantante y guitarrista, y viceversa), Luis Gómez (bajo muy alto), Héctor Salvador (anterior batería con gesto boquita de piñón), Juan Millán (nuevo batería, la re-perilla), y Jaime Lasaosa (guitarrista de primera que no pierde la pose ni recién casado).
 

 Aquí los mismos, dos cañas y cuatro tintos más tarde.

No os los perdáis, hay donde elegir. Yo, desde luego, iré a más de uno. Para que veáis que no exagero cuando digo que son de lo mejorcito, os dejo como muestra un VIDEOCLIP

viernes, 21 de septiembre de 2012

Una pataleta inútil



Consulto varios periódicos del día al azar.

El País. Un titular: “La Generalitat advierte de que el Parlament puede proclamar Estado propio”. Otro: “El constitucional de Francia declara legales las corridas de todos”.

ABC, arranca una información del siguiente modo: “El portavoz de la Generalitat no descarta que el Parlament haga esta proclamación después de las elecciones”. En otra parte se dice que “el congreso de EE.UU. aprueba contrarrestar la presencia de Irán en Latinoamérica”.

El Mundo. Titular: “El Gobierno catalán estudia llevar al Parlament la declaración de Estado”. La noticia arranca con “El portavoz del Govern…”. Otra información: “Comienza en Londres el juicio para la extradición del etarra Antón Troitiño”; en la misma se especifica que el etarra se va a personar ante “la Corte de Magistrados de Westminster”.

Podría seguir, pero creo que como muestra es suficiente.

Veamos, señores de El País y del ABC, si escriben “Generalitat” y “Parlament”, quien valoraría la constitucionalidad de las corridas de toros en Francia sería la “cour constitutionnell”, no el “constitucional”, y quien aprobaría contrarrestar la presencia de Irán en América sería el “United States Congress”, no el “congreso de EE.UU.”. ¿Por qué escribiendo en español nombran las instituciones en otra lengua? ¿Acaso andamos tan escasos de palabras en nuestro idioma? Y si lo hacen, no se priven, háganlo en todos los casos, ¿por qué discriminar? Eso sí, a ver quién es el guapo que entiende que el “meclis” es el parlamento en Turquía, o “alpingi”, como se denomina en Islandia.

Señores de El Mundo, en su totum revolutum tan pronto hablan del “Gobierno catalán” como del “Govern”. Eso sí, el parlamento es “Parlament”. Pues bien, en ese caso adonde acude Antón Troitiño es al “Westminster Magistrates´ Court”, no a la “Corte de Magistrados de Westminster”. Y así, suma y sigue.

Los ejemplos son infinitos y, por desgracia, están presentes en todas partes, como la peste negra en la Edad Media. En esto, desde luego, no hay discriminación por razón de lugar de nacimiento o ideología.

Lo mismo sucede con los topónimos. En un mismo texto pueden convivir “Londres” o “Munich” con “Girona” o “A Coruña”. ¿Por qué? Los primeros son correctos, los segundos un disparate si se está escribiendo en español. Pero ya puestos, escriban “London” y “München”, aunque sólo sea por coherencia con el despropósito.

En fin, un brindis al sol; me temo.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Galip Bey, un amigo con banda sonora


Los mejores regalos son los que no te esperas; y en eso a la vida le gusta dar de vez en cuando alguna sorpresa. Uno de esos presentes ha sido Galip Bey, con el que di por azar en Internet. Algo grato asomaba tras aquel extraño nombre de novela turca que firmaba un blog llamado Si no puedesdormir. Se intuía una persona sincera, inquieta, en constante búsqueda, respetuoso con las ideas de los demás aunque no coincidieran con las propias. Un día, el tal Galip Bey me invitó a un concierto de percusión que daban algunos alumnos del Conservatorio de Zaragoza, y ahí empezó la relación a tomar cuerpo de verdad. Tras aquel concierto se han sucedido más encuentros. De ese modo, entre otras cosas, he podido conocer la música del grupo en el que toca la batería: Hashima. Es más, llevo su primer CD en el coche a un volumen bastante considerable, que es como hay que oírlo. Me acompaña desde el día en que tuve el privilegio de estar en su presentación.

Galip ha tenido a bien avisarme de que para las próximas Fiestas del Pilar van a tocar en Zaragoza, así que yo a mi vez aprovecho para anunciarlo, por si alguno de los lectores de este blog tiene la oportunidad de disfrutar de su música. El evento tendrá lugar el 10 de octubre en la Sala Apolo (Plaza Las Armas), recientemente remodelada.

Y para que los conozcáis mejor, aquí os dejo un enlace de un programa musical de Aragón Televisión que les dedicaron. Con todos ustedes: HASHIMA.
 
Con Galip Bey en la presentación de Retrato de un filósofo enamorado.
 

lunes, 17 de septiembre de 2012

"Crispín y el Dragón Agamenón" ¡ya está en las librerías!


¡Por fin "Crispín y el Dragón Agamenón" está en las librerías! Bueno, es un decir. Más correcto sería decir en algunas librerías. De hecho, quien esté interesado es posible que lo tenga que encargar en su librería. Tampoco pasaría nada, que los libreros están encantados de que les den trabajo, y más con la que está cayendo.

Pero vayamos al asunto. "Crispín y el Dragón Agamenón" es un cuento que he escrito con todo el cariño del mundo, pues al hacerlo pensaba en mis hijas. En él que se narran las aventuras de un pastorcillo miedoso, llamado Crispín, que entabla amistad con el ser más temido de la comarca, el dragón Agamenón.


Está concebido para niños de 3 a 8 años y personas con espíritu joven de hasta 102; es decir, precisamente para ti y esos seres menudos que tú conoces. ¡Es el regalo perfecto!

De cara a los que están dando sus primeros pasos con la lectura, la letra es cursiva. Los dibujos los ha realizado una ilustradora fenomenal: Marta Boza. ¡Impresionantes!

En fin, que dicho esto se me haría inimaginable que siguieras entretenido con el ordenador en vez de salir disparado a comprar "Crispín y el Dragón Agamenón" (Editorial Didaskalos. Monte Carmelo. 2012).




domingo, 16 de septiembre de 2012

Pereza intelectual (sobre la secesión de Cataluña)



A raíz de los últimos envites del separatismo catalán, se han dejado oír con mayor fuerza las voces de aquellos que, desde posiciones supuestamente defensoras de la realidad de España, abogan por que esa secesión se lleve a cabo. «Démosles la independencia que tanto desean», afirman, «Cataluña sólo nos reporta perjuicios económicos». No ocultan en su actitud el hartazgo que les provocan las inagotables reivindicaciones y muestras de arrogancia de los nacionalistas. Entre los defensores de esta “extirpación” se encuentran algunos autoproclamados “intelectuales”, sacra palabra que no debería ser utilizada en vano, los cuales cuentan con una importante presencia mediática. 
Es comprensible el malestar, la incomodidad que provoca el gesto excesivo e insolente de quienes en pueril desafío tratan de reafirmarse enarbolando la bandera de la independencia. Pero el auténtico intelectual no puede contentarse con abandonar a su suerte aquellas realidades que no le satisfacen; muy al contrario, debe buscar su “salvación”.


Hay un episodio que puede resultar clarificador. Le acaeció a Borges en la Universidad limeña de San Marcos, a la que había sido invitado. Allí fue increpado por los estudiantes, pues algunas de sus declaraciones contradecían los postulados revolucionarios que se habían impuesto en el país con el concurso de algunos militares. Tras una paciente espera, cuando por fin se hizo el silencio, Borges comenzó a hablar de literatura. Poco a poco la belleza de su prosa fue ganándose al auditorio. Finalizada su exposición, llegó el turno de preguntas. La primera de ellas, formulada por un estudiante, contenía en su formulación el reproche que latía en el ambiente: «¿Cómo es posible que un hombre tan culto e inteligente como usted, señor Borges, se empeñe en oponerse al curso de la historia?». La respuesta fue iluminadora: «Oiga, joven, ¿no sabe que los caballeros sólo defendemos causas perdidas?»
Pues bien, el intelectual es ante todo un caballero (o una dama), por eso se embarca en aquellas causas que no se defienden por sí mismas, que no son consabidas ni concitan el aplauso ni la aprobación general. El intelectual pone luz donde hay oscuridad, pues esa es su misión. Por ello no puede conformarse con que haya espacios entregados al reino de las tinieblas. Eso sería su claudicación, la traición a su vocación.
España tiene una enfermedad grave, es cierto, y la comparte con una gran porción de Occidente. Se podría resumir así: “crisis de su proyecto histórico”.  El factor aglutinante, la empresa que lanzó a sus gentes allende los mares, ha entrado en una fase crítica. Esa es la causa de que las partes se crean el todo y pretendan, ingenuamente, ser suficientes. Pero este mal no se curará con amputaciones, sino devolviendo a sus miembros el vigor que necesitan. Es decir, tratando la enfermedad en su raíz.


En su primer libro, Meditaciones del Quijote, Ortega y Gasset escribió: «El lector descubrirá, si no me equivoco, hasta en los últimos rincones de estos ensayos, los latidos de la preocupación patriótica. Quien lo escribe y a quienes van dirigidos, se originaron espiritualmente en la negación de la España caduca. Ahora bien, la negación aislada es una impiedad. El hombre pío y honrado contrae, cuando niega, la obligación de edificar una nueva afirmación. Se entiende, de intentarlo.
Así nosotros. Habiendo negado una España nos encontramos en el paso honroso de hallar otra. Esta empresa de honor no nos deja vivir. Por eso, si se penetra hasta las más íntimas y personales meditaciones nuestras, se nos sorprendería haciendo con los más humildes rayicos de nuestra alma experimentos de nueva España».
Aquí tienen el programa de actuación quienes de verdad quiera hacer algo fecundo. Ello requiere esfuerzo, entrega y evitar las soluciones fáciles, desterrando cualquier atisbo de pereza intelectual.


viernes, 14 de septiembre de 2012

No saben lo que se pierden



"Quienes abortan a un niño con síndrome de Down no saben lo que se pierden". En aquella observación de mi hermana no había el menor reproche, tampoco un análisis buenista de lo que debería ser, sino la constatación de una evidencia adquirida por experiencia propia.

Ella es madre de Carmen, una niña con síndrome de Down que nació con un soplo de corazón. Con cinco meses la pudieron operar y salió adelante. Pero las "sorpresas" no iban a acabar ahí. Un año más tarde le diagnosticaron leucemia. De nuevo al hospital y todos en jaque.



Nuestra ratita presumida adquirió el aspecto de un Buda, sin un solo pelo en la cabeza. No obstante no perdió la alegría que tiene siempre... que no se le lleve la contraria.

También sanó. Y ahora la tenemos hecha un torbellino de dicha y cariño, de mano en mano y de hermano en hermano. ¿Cómo íbamos a renunciar a un tesoro semejante?




¡Ni por todo el oro del mundo!

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Carta a Maureen O´Sullivan



Querida Maureen:
Lo sé, era sólo un niño, pero la edad no podía ser un obstáculo para nuestro amor. En cuanto aparecías en pantalla, el corazón me daba un brinco de alegría. Claro que eso sólo sucedía en los días de mucha lluvia, cuando el recreo se convertía en una sopa primordial y a los más pequeños nos ponían a salvo de los balonazos del gimnasio metiéndonos en el salón de actos. Era entonces cuando nos echaban una película. Normalmente de hacía cuarenta o cincuenta años, en blanco y negro, no fuera a ser que nuestras impresionables pupilas se vieran dañadas. Las mejores eran las de Tarzán, en las que aparecías tú, dulce, valiente, sexi, inteligente y femenina hasta decir basta. Eras la mujer ideal, siempre atractiva y dispuesta a vivir en medio de la selva en una cabaña cuyo ascensor era propulsado por un elefante. ¡Qué maravilla!


Y qué decir de tus habilidades culinarias. Eras capaz de cascar un huevo de avestruz sin que se te escapara ni un ápice de la clara ni se te rompiera la yema. Ya me gustaría a mí con los de gallina, que no es mucho pedir.
Ahora que, para espabilado, Tarzán. Nosotros dándole a las mates y a la lengua, y él todo el día en taparrabos, de liana en liana e incapaz de conjugar un verbo –“yo comer; tú venir…”-, y aun encima se llevaba a la mejor chavala del mundo, a ti, Maureen; aunque te llamaban Jane. ¡Qué envidia!
No obstante, vuestra apacible felicidad siempre se veía alterada por algún grupo de ambiciosos exploradores blancos dispuestos a hacer daño. Tarzán hacía todo a lo bruto, rompiendo los rifles con la rodilla y dando gritos: ¡aaahhh aaahhh aaaahhh! No es que no molara, pero es que tú eras más diplomática y refinada: “¡no, Tarzán! ¡Basta, Tarzán!” Alguna vez pensé que le ibas a decir “sit” y a echarle un hueso lejos, a ver si lo iba a buscar y os dejaba un poco tranquilos.
A mí me daba un poco de pena uno de los porteadores negros, quien, indefectiblemente, se caía despeñado en la misma curva del camino, y así película tras película. Sin duda debía llamarse Sísifo. Pobre hombre, toda la vida con el paquete a cuestas, carga para arriba, caída para abajo, carga para arriba, caída para abajo. ¡Menudo trajín!



Una mujer como tú era capaz de conquistar el corazón de un hombre dentro y fuera de la pantalla. Por eso, cuando en la vida real el guionista y director John Farrow se enamoró de ti, no dudó en convertirse al catolicismo para poder casarse contigo. Le diste la fe, siete hijos y la dicha de tu compañía, hasta que falleció por un infarto. Sin duda fue un hombre feliz.
Maureen, donde quiera que estés para mí sigues siendo joven, atractiva, buena y desprendida. Por eso, desde aquí, recibe un sonrojado beso (aunque igual sólo percibes un tono de grises).
Siempre tuyo:
Rafael

martes, 11 de septiembre de 2012

Banderas de nuestros padres



Me topo con una manifestación sindical. Consignas, pancartas, banderas, muchas banderas. Las hay de los sindicatos convocantes, pero también, y abundantes, de Aragón. Alguna lleva la estrellita independentista, logotipo estándar de quienes se dicen diferentes. Como de costumbre, ni rastro de una bandera española.
Y yo me pregunto, ¿por qué se ve como un símbolo de modernidad y solidaridad un emblema regional y no uno de mayor alcance? ¿Acaso es más vanguardista la tribu que la aldea, la aldea que la polis, la polis que la región, y la región que la nación?
Aragón, Castilla, León, Navarra, Cataluña, nacieron para intentar España, la que durante la Edad Media se llamó la España perdida (para aclararse sobre este tema, leer España Inteligible de Julián Marías), y ahora el cauce se ve como meta, y la meta como obstáculo. Es como fabricar una escalera para llegar al piso de superior, y luego empeñarse en derruirlo en favor de la escalera.

Para algunos resulta que unir Valencia, Baleares y Cataluña en un país es todo un imperio, sin reparar en que ya están unidas, y además con mayor amplitud.
Es el sino de las sociedades en crisis. Una crisis muy anterior a las hipotecas subprime, y de las que los propios referentes de los descontentos no son sino su puesta de manifiesto.



lunes, 10 de septiembre de 2012

Una mañana en el cine con Tadeo Jones



Sesión matinal; cuatro acompañantes de cinco, siete, ocho y diez años; sin palomitas (dos ortodoncias lo impiden); entradas sin numerar. Nos acomodamos, la sala se va llenando hasta que se hace la hora y se apagan las luces. Tras un único tráiler, da comienzo Las aventuras de Tadeo Jones. Sencillamente espectacular. Una película con los ingredientes del buen cine: ritmo ágil, golpes de humor, amores y desamores, buenos y malos, aventuras trepidantes y calidad poco habitual incluso en películas de primerísima línea. Nada que envidiar a los grandes títulos de Pixar o Disney.
Que no, que no me pagan comisión alguna ni me regalaron las entradas (ya podrían). Si fuimos a sesión matinal no fue por casualidad, estamos en tiempo de recortes. Pero la película está genial. En su día vimos Planet 51, producción española que quiso codearse con los grandes títulos de Estados Unidos, pero la falta de densidad de los personajes hacía que no luciese en esa primera división. Con Las aventuras de Tadeo Jones esto no sucede. Los personajes destilan humanidad: Tadeo, obrero de la construcción y entusiasta de la arqueología; la bella Sara, hija de un prestigioso arqueólogo secuestrado por unos caza tesoros; el simpático perro; el loro mudo; el trapichero Freddy; el malísimo Kopponen con su mano multiusos…
Salimos todos encantados, desde la niña de cinco años hasta el niño de cuarenta y cuatro. En nuestro entorno se palpaba un sentimiento idéntico. Acabada la película, con las luces encendidas y las puertas abiertas, nadie se movía, escuchando la música y leyendo los títulos de crédito en los que se sucedía una lista interminable de nombres españoles. ¡Olé por ellos! Como curiosidad, los últimos de la lista eran los bebés que habían tenido los miembros del equipo durante la producción de la película. Eran unos cuantos, lo cual significa un trabajo prolongado en el tiempo. Enhorabuena a todos ellos y gracias por habernos regalado este “hijo” compartido.


jueves, 6 de septiembre de 2012

Los nepalíes invaden Costa Rica y "El País" alucina (o algo que se le parece)


Mi amigo Iker fue al Nepal para hacer montañismo. Volvió conmovido por la generosidad de aquellas gentes. Pobres de solemnidad, compartían con él sus escasísimos bienes sin esperar nada a cambio. Tanta era la insistencia de Iker en la bondad de aquellos hombres que me atreví a preguntarle si no había nada negativo en ellos. Tras unos segundos de reflexión, me respondió:
- Bueno, tienen una única cosa mala. Son capaces de dejarlo todo, incluso a su familia, y pasarse días o semanas metidos en un templo. Pero, por lo demás, son buenísimos.
Su respuesta me llamó la atención. Iker,  que es una persona inteligente, no se daba cuenta de que la bondad que tanto admiraba en los nepalíes tenía su origen, precisamente, en su religiosidad, su sentido de trascendencia, su necesidad de estar en el templo para alimentar el alma. Si se les quitara eso, se les privaría del sentido profundo de su existencia y aquella bondad deslumbrante se esfumaría. Así de sencillo.
Hoy el diario El País publica una noticia según la cual Costa Rica va a ser juzgada por la Corte Interamericana debido a que su legislación no acepta la fecundación in vitro. Según parece, los promotores de estos métodos han fracasado en las iniciativas legislativas que han presentado, así que han salido a buscar su imposición por vías externas.
El periodista de El País manifiesta su sorpresa porque un país que históricamente ha sido un referente en la defensa de los derechos humanos sea el único del continente que se niega a la  realización de ese tipo de prácticas. “Sin ejército ni presos políticos, sin desaparecidos ni pena de muerte, con un historial casi impecable en la protección de las garantías ciudadanas, Costa Rica ha construido desde hace décadas un palmarés de lujo para tratar de consolidarse como un campeón de los derechos humanos en Latinoamérica. Pero esta trayectoria interna y externa se ha visto alterada…”
Es cierto, se ha visto alterada, pero no por traicionar sus principios, sino, precisamente, por defenderlos. El articulista debería hacerse algunas preguntas; por ejemplo, ¿no será precisamente esa sensibilidad por los derechos humanos la que justifica que no quieran “fabricar personas”, ni congelarlas, ni meterlas en una probeta? ¿No estará en la raíz de esa negativa la conciencia de lo que es la dignidad humana?
José María Arizmendiarrieta, impulsor del cooperativismo, decía: “no se puede practicar la justicia donde se ignora lo que es la dignidad humana”. Hoy un país va a ser juzgado por defender esa misma dignidad. ¡Bien por Costa Rica!


lunes, 3 de septiembre de 2012

Lovecraft y el Delfín de Francia


Entre los relatos de misterio y terror de Lovecraft, uno de los más conmovedores es el titulado El extraño. En el mismo, se narra la historia de un joven que vive solo en un castillo abandonado. Su única compañía son las ratas, los murciélagos y los libros que pueblan la biblioteca. Nunca ha hablado con nadie, aunque, muy vagamente, le parece recordar que mucho tiempo atrás hubo alguien que le visitaba para prestarle alguna atención. La luz del sol no penetra, pues los altos y espesos árboles que rodean el castillo impiden toda visibilidad. Un día el joven se decide a ascender por la única torre que se eleva sobre la frondosidad circundante. La subida es tremendamente dificultosa y prolongada. Para su sorpresa,  cuando llega a la parte más alta, en vez de encontrarse con una plataforma elevada desde la que poder ver la panorámica del entorno, lo que descubre es que está a ras de tierra. Contempla por vez primera la Luna y comienza a vagar por el campo, hasta que va a parar a un castillo que, en el fondo de su conciencia, cree haber conocido en otro tiempo. Esa noche se está celebrando una fiesta con damas y caballeros elegantemente ataviados. El joven logra penetrar en el salón de baile, y en ese momento los invitados huyen dando gritos de terror. Atemorizado, el joven mira a su alrededor mas no consigue descubrir la causa de ese pánico. Sin embargo, al pasar junto a una alcoba, le parece ver algo extraño. Al asomarse, contempla al ser más horrendo que quepa imaginar. Presa del espanto, tropieza, estando a punto de caer sobre aquella criatura, cuando eleva su mano para protegerse y toca la fría e inexorable superficie de un espejo.

Por una asociación de ideas, esta historia siempre me trae a la cabeza la vida del hijo de Luis XVI, el Delfín Luis proclamado rey por los monárquicos franceses tras ser guillotinado su padre, aunque jamás ceñiría la corona. Precisamente su regia estirpe fue la causa de su condenación. Con siete años lo obligaron a declarar en el proceso revolucionario que se instruyó contra su madre y su tía. Tras ser guillotinada María Antonieta, fue encerrado en condiciones infrahumanas. Su guardián era el zapatero Antoine Simon, quien le daba palizas y lo obligaba a emborracharse para “educarlo” en el republicanismo. Las continuas amenazas de ser guillotinado le provocaban desmayos. Lo engañaban, diciéndole que sus padres estaban vivos pero ya no lo querían. Finalmente, lo aislaron en una celda inmunda negándole cualquier contacto humano, lo que acabó por llevarlo a la muerte con tan sólo diez años de edad. Su cuerpo desnutrido estaba carcomido por la sarna y los tumores.

Mientras sus restos eran inhumados en una fosa sin nombre, en la calle los revolucionarios proclamaban el triunfo de “las Luces”.