Finalmente este verano he visto la película “Cristiada”. Versa
sobre el levantamiento de una gran parte de los cristianos de México entre 1926
y 1929 contra las medidas anticlericales del gobierno de Plutarco Elías. Igual
que digo que en líneas generales me gustó, certifico que entre los presentes
hubo a quienes no agradaron las escenas de tiros. Francamente, en una película
que versa sobre un levantamiento armado yo espero tiros. De hecho, casi fue la
parte que me pareció mejor resuelta. Pero bueno, que para gustos los colores.
Sin embargo no es mi intención hablar de la película, sino
del coloquio posterior en el que participamos unas cuarenta personas. Había
opiniones para dar y vender: los
cristeros hicieron bien, se pasaron diez pueblos, eso no es cristiano, son unos
santos, qué hace un cura pegando tiros, viva la madre que lo parió, yo quiero un
gorro como esos, pues a mí ponme un tequila... Pero algo cambió cuando a
petición de uno de los presentes habló una religiosa nicaragüense, la única
religiosa que había en la reunión y la
única americana.
Sus palabras fueron iluminadoras. Vino a decir que en
México, como sucedía y sucede en gran parte de la América hispana, habían
sufrido mucho y la gente era muy pobre, así que lo único que tenían era la fe. La
fe es su sostén, se vive con intensidad, todo lo impregna. Por eso, cuando el
pueblo sintió que se la querían arrebatar, se alzaron. Desde este geriátrico en
que hemos convertido Europa nos cuesta entenderlo, porque hace días que nuestra
prioridad fue “el bienestar” (el nuestro, claro está, a los demás les pueden ir
dando, y si no que se lo pregunten a los africanos que mueren ahogados
intentando cruzar nuestras fronteras).
También habló sobre la religiosidad en su tierra. Explicó
cómo en las ceremonias necesitan expresarse con cantos, palmas, bailes incluso;
así que cuando vienen a España tienen que inhibirse, ahogar ese impulso de
celebración y alabanza. Esto me hizo caer en la cuenta de que uno de los éxitos
de distintas corrientes protestantes es, precisamente, su acomodamiento a
esos modos de expresión. No creo que sea casualidad el gran número de gitanos
que se han hecho evangélicos.
En fin, que la que no iba a hablar fue la que contó cosas
más interesantes, como suele ser habitual.
Hace unos años visitamos México y nos cautivo la religiosidad que allí se vive,que Fé tan grande tienen. ¡¡¡ Envidiable!!!
ResponderEliminarUn cariñoso saludo :)
Ah y la película también la he visto y me gustó.
Belén, ¡pero si es que estás en todo!
EliminarUn fuerte abrazo
No he visto esta película.
ResponderEliminarMe la apunto.
Un abrazo.
Amalia, otro para ti. Espero que estés disfrutando por esas tierras tan bonitas.
EliminarRafael, estoy en La Coruña desde el 1 de Junio. Aquí disfruto de amigos, familia, paisaje, comida y hasta del buen tiempo que nos acompaña este verano.
ResponderEliminarEl sol de Madrid lo dejo para más adelante.
Un abrazo y buen veranito para ti.