Lo llaman telediario (o informativo) pero bien podrían titularlo "el túnel de los horrores". Tras una noticia macabra surge otra más impactante, pues de causar impacto se trata. Si ya de paso pueden poner alguna imagen sanguinolenta, el éxtasis es completo.
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Todavía recuerdo, cuando era niño, que al producirse algún asesinato la imagen que mostraba la televisión era la de la silueta de tiza marcada por la policía en el lugar del crimen. Además se guardaba un pudoroso respeto para con el dolor de las familias. (Aunque no se lo crean los periodistas, no todos queremos salir en televisión). Nada de acosarlas, nada de querer "destapar" el suceso ante ellas. Eso ahora suena a chino. Es más, si los familiares y amigos se enteran por los medios de prensa del fallecimiento de un ser querido, las cámaras se precipitarán sobre ellos para mostrar la desgarradora imagen que ha de conmover a la audiencia. Porque la audiencia lo es todo, sí señor.
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Y como a fuerza de vísceras y llantos la gente se va inmunizando, habrá que buscar cada vez imágenes más espectaculares para que las "cuotas de pantalla" no se vengan abajo.
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Eso sí, como premio de consolación nos mostrarán la última sofisticación gastronómica tan del gusto de los paladares exquisitos. Entre hígado y cráneo, un sorbete de mandarina a las finas hierbas, por favor.
Los telediarios de ahora recuerdan a veces a esas revistas de sucesos que hace años nadie se atrevía a confesar que leía...
ResponderEliminarNo solo eso, a mí me produce escalofrios, que la última moda en vestidos de perritos, sea motivo de ponerlo en un telediario. ¿Dónde ha quedado Haití, el drama de los mineros chilenos, las familias que no llegan a fin de mes, las persecuciones a los cristianos, y tantas miserias y sufrimientos que asolan nuestro mundo ? No puedo ver el cocktel que a diario hacen en sus noticias.
ResponderEliminarDe los cuatro de la foto, solo Matias, me da un poco de esperanza. Una vez ofreció una noticia sobre el Padre Pío, donde se notó que no había sido contrastada. No importaba, lo que narraba , lo importante era mostrar algo sensacionalista. Le escribí protestando , ofrecióndole los datos que debía haber investigado. El silencio fue su respuesta.
Entonces empecé a creerme que la verdad no era lo que primaba. Todo pasa, el éxito también.
Perdona, me ha salido un poco del tema.
Un abrazo
Hola Rafael:
ResponderEliminar¡Genial!, todos ellos con las manos a la vista, entre el caso y la extravagancia, notas rojas y un toque de humor para devolver al impactado y manipulado a la rutina diaria.
¡Cuánto tiempo Rafa!
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo contigo, y es una lástima que los informativos sean tan sensacionalistas. Este artículo me ha llevado a una reflexión que me gustaría compartir y quisiera debatir (se sale un poco del tema, pero conociéndote, seguro que no te importa).
Me relaciono constantemente con gente mayor que yo, y me llama la atención una tendencia común a creer que cualquier tiempo pasado fue mejor. No digo que sea tu postura, pero podría deducirse del artículo (al igual que en el comentario de "eligelavida"), que el hecho de que antes no se mostraran cadáveres en los informativos y actualmente sí, se debe a una degeneración moral de los medios de comunicación. Lo que quiero decir es que, con mucha frecuencia, se hace una comparación con el pasado para hacer una crítica actual. Eso tiene mucho sentido si hablamos de tecnología o de ciencia, donde el progreso es evidente, pero ¿tiene sentido en el ámbito moral? Yo no lo tengo tan claro. En mi opinión, si antiguamente los medios de comunicación no mostraban tanta violencia o eran más "pudorosos", no era precisamente debido a su rectitud moral, sino a que simplemente no era necesario o conveniente acudir a esos recursos para ganar audiencia. Los medios de comunicación son muy listos y saben qué tecla deben pulsar para captar nuestro interés en función de lo que socialmente se demande. La "civilizada" Roma del Derecho y la ciudadanía, se recreaba viendo cómo los gladiadores o los cristianos eran devorados vivos por las fieras. A día de hoy, (al menos de momento), eso es impensable. Como tú bien dices, la audiencia lo es todo, pero también lo era antes.
¿Qué opináis?
eligelavida, efectivamente en el fondo nos dan lo que nos engancha. Por eso lo hacen.
ResponderEliminarÁngelo, en su día trabajé en prensa y tal como dices el 90% de las informaciones no están ni remotamente contrastadas. Sólo tienes que ver cómo todos los canales dan las mismas noticias internacionales expresadas a menudo literalmente igual. Así me llegan de una agencia, así las coloco.
NIP, me alegro de verte por aquí. Gracias. He visto tu blog y me daré más de una vuelta. Eres un relámpago, rápido y fulgurante.
Javi, ¡dichosos los ojos (y las neuronas)! ¿Dónde te habías metido? No necesariamente todo tiempo pasado fue mejor, pero lo que cuento sí es así. Ciertamente antes con 2 canales públicos no había que competir por las audiencias, pero lo de ahora es de una falta de respeto para con la gente muy lamentable. Lógicamente algún canal por ahí perdido puede ser una honrosa excepción. ¡Ah! y no te me vayas muy lejos, ¡al menos por tanto tiempo!
Este es el periodismo de hoy: el del amarillismo, sensacionalismo y noticias viscerales. Es lo que vende. Tenemos que partir de la idea de que los medios de comunicación son empresas y, a partir de ahí, entenderemos el por qué de esta dinámica en la forma de presentar las noticias.
ResponderEliminarNo obstante, este no es el periodismo que queremos. Queremos la objetividad, la verdad y, sobre todo, la honradez. Queremos unos medios fiables que nos cuenten las cosas tal y como son, sin adornos ni extravagancias.
Luchamos por esto cada día.
Por cierto, me gusta mucho su blog. Muy interesante y bien escrito. Pásese por el mio a ver que le parece. Un saludo Rafael.
Sigamos...
Javier Perellón
Perdón, le dejo mi dirección: http://jperellon.blogspot.com/
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