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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

jueves, 6 de septiembre de 2012

Los nepalíes invaden Costa Rica y "El País" alucina (o algo que se le parece)


Mi amigo Iker fue al Nepal para hacer montañismo. Volvió conmovido por la generosidad de aquellas gentes. Pobres de solemnidad, compartían con él sus escasísimos bienes sin esperar nada a cambio. Tanta era la insistencia de Iker en la bondad de aquellos hombres que me atreví a preguntarle si no había nada negativo en ellos. Tras unos segundos de reflexión, me respondió:
- Bueno, tienen una única cosa mala. Son capaces de dejarlo todo, incluso a su familia, y pasarse días o semanas metidos en un templo. Pero, por lo demás, son buenísimos.
Su respuesta me llamó la atención. Iker,  que es una persona inteligente, no se daba cuenta de que la bondad que tanto admiraba en los nepalíes tenía su origen, precisamente, en su religiosidad, su sentido de trascendencia, su necesidad de estar en el templo para alimentar el alma. Si se les quitara eso, se les privaría del sentido profundo de su existencia y aquella bondad deslumbrante se esfumaría. Así de sencillo.
Hoy el diario El País publica una noticia según la cual Costa Rica va a ser juzgada por la Corte Interamericana debido a que su legislación no acepta la fecundación in vitro. Según parece, los promotores de estos métodos han fracasado en las iniciativas legislativas que han presentado, así que han salido a buscar su imposición por vías externas.
El periodista de El País manifiesta su sorpresa porque un país que históricamente ha sido un referente en la defensa de los derechos humanos sea el único del continente que se niega a la  realización de ese tipo de prácticas. “Sin ejército ni presos políticos, sin desaparecidos ni pena de muerte, con un historial casi impecable en la protección de las garantías ciudadanas, Costa Rica ha construido desde hace décadas un palmarés de lujo para tratar de consolidarse como un campeón de los derechos humanos en Latinoamérica. Pero esta trayectoria interna y externa se ha visto alterada…”
Es cierto, se ha visto alterada, pero no por traicionar sus principios, sino, precisamente, por defenderlos. El articulista debería hacerse algunas preguntas; por ejemplo, ¿no será precisamente esa sensibilidad por los derechos humanos la que justifica que no quieran “fabricar personas”, ni congelarlas, ni meterlas en una probeta? ¿No estará en la raíz de esa negativa la conciencia de lo que es la dignidad humana?
José María Arizmendiarrieta, impulsor del cooperativismo, decía: “no se puede practicar la justicia donde se ignora lo que es la dignidad humana”. Hoy un país va a ser juzgado por defender esa misma dignidad. ¡Bien por Costa Rica!


11 comentarios:

  1. Jose Antonio Manonegra6 de septiembre de 2012, 10:01

    Fue solo o con Sara?...

    Rezo por los amigos y los enemigos...

    Abrazos esquimales...

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  2. Mi amigo sólo juega al futbito. Y, además, es de la Real Sociedad, que para algo es guipuzcoano.

    Abrazos antárticos.

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  3. El País tiene corresponsales en Nepal?????.....Bueno al menos ha servido para presentarnos un buen artículo. Un abrazo

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  4. Non sono stati ancora infettati dal virus del politicamente corretto! Un grande abbraccio

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  5. Ángelo, el que envía corresponsales al Nepal soy yo, que me tengo que conformar con subir a la Peña Oroel. Un abrazo para ti.

    Martina, lo primero que busca quien se abraza al mal, es buscar su justificación haciendo que los demás hagan lo mismo. Ya no es que los otros países iberoamericanos legalicen la fecundación in vitro, es que quieren obligar a Costa Rica a que también lo haga. Qué pena.
    Un abbraccio.

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  6. La bondad no tiene nada que ver con la religiosidad, Rafael. Creer no te convierte en buena persona. Creer te convierte en creyente. Y nada más.

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    1. Antonio, lo que la experiencia nos muestra es que las personas con una espiritualidad auténtica y un sentido de la trascendencia tienen una vivencia más humana. Me remito a Kierkegaard y sus tres estadios: estético, ético y religioso. Este último, siempre y cuando sea auténtico, y no la pura norma farisáica. Un saludo.

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  7. No se puede obligar a nada. Y menos en estos temas tan delicados. Cada cual con su conciencia. Para mí, la dignidad humana es muy importante.
    Un beso, Rafael.

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    1. Amalia, eso de no obligar a nada decía Billy el Niño, pero los sheriffs no estaban por la labor, y por lo que parece, los damnificados tampoco. Aquí la diferencia es que aquellos damnificados tenían voz, y en el caso de los embriones humanos, todavía no.
      Un abrazo.

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  8. No tenía ni idea
    Anima pensar que el sentido común aun no ha sido exterminado de todos los paises
    Viva Costa Rica¡

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