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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

martes, 21 de febrero de 2012

La sonrisa boba




«“Mira ese niño, qué sonrisa más boba”. La madre sintió el comentario como si dardos ardientes penetraran en sus entrañas. Pero se calló, por respeto al recinto religioso y por respeto a la solemne celebración de la Primera Comunión de los niños de la aldea. Pero jamás pudo recordar tan señalado día sin recordar, al mismo tiempo, el dolor que le causó aquel comentario.

Yo era el niño y mi madre me confesó el incidente muchos años más tarde. Decía que estaba orgullosa de su primogénito, de lo formal que estaba, y también de que fuera capaz de sonreír mirándola a ella a pesar de la formalidad y de la solemnidad del acto. Pero aquella frase la traspasó de dolor.

Me hubiera gustado decirle a mi madre que ninguna sonrisa es boba y que ningún niño es capaz de poner en su rostro una boba sonrisa. Pero nunca se lo dije».

Esta confidencia la hizo pública mi amigo José María Larrañaga hace pocos años, después de una larga vida cargando a solas con ella. Su madre ya había muerto. Me conmovió íntimamente pues, como padre, sé que nuestro flanco más vulnerable son nuestros hijos. En ellos duelen todos los golpes infinitamente más que en cualquier otra parte.

Y viceversa. ¡Cuánto dolor en un niño si siente que su padre o su madre son objeto de mofa o vilipendio!

También me hizo pensar en el enorme impacto que puede hacer una maledicencia aparentemente trivial; en cómo algo hermoso, como ver la primera comunión de un hijo, puede acabar empañado por una ligereza. Herir es muy fácil; demasiado.

19 comentarios:

  1. Rafa , me ha conmovido este post. Gracias

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  2. Es cierto... ¡cuanto mal hace el maligno valiéndose de nuestras debilidades! Sólo Dios sana las heridas..!
    Abrazos

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  3. Buenos días Rafael. Uno puede comprender mejor la razón del examen de admisión al Cielo en cuanto a los golpes y caricias a los hijos más que al Padre: A mí me lo hicisteis.Un abrazo.

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  4. Ahora que llega la Cuaresma me hace recordar cuánto sufriría Nuestra Madre al ver el sufrimiento y el dolor de su Hijo. Por mínimo que sea el dolor, una madre sufre muchísimo.

    Un fuerte abrazo.

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  5. Hola Rafa, yo lo pasaba muy mal con Cristina. No siempre se porta de una forma "normal" en público y hay que aguantar el tipo. Todavía me duelen las miradas y comentarios, pero me he dado cuenta que eso se supera teniéndole más cariño y sintiéndose orgulloso de ella (cosa realmente muy fácil de conseguir)
    Por lo menos a mí esto me ha servido para no caer en el mismo error con otras personas.
    Un abrazo. Fernando.

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  6. Corta más una mala lengua que unas tijeras.

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  7. Las palabras pueden construir lazos eternos, o destruirlos.
    Lo bueno es que el Señor nos enseña a curar las heridas, desde su corazón.
    Gracias por compartir tu vivencia y la de tu mamá y por hacer este llamado de atención.
    Seamos puros al tiempo de hablar. Hablemos con el corazón, desde el amor y la bondad.
    Un abrazo.

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  8. No sé, muchas veces depende de quien diga las cosas.

    Hay que tener Templanza.

    Abrazos librepensantes.

    Rezo por nuestros enemigos.

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  9. Entiendo el dolor de la madre, yo no sé si hubiese sido capaz de no saltar con la señora aquella, pero hizo muy bien en no decírselo al hijo.
    De todas formas recuerdo aquello de un santo que decía:
    "No eres humilde cuando te humillas, sino cuando te humillan y lo llevas por Cristo."
    ¿Difícil, No?
    Un beso, Rafael.

    La foto me encanta

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  10. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  11. Yo me pregunto ¿y si la madre hubiera contestado "es mi hijo"? ¿a quién se le habría quedado la sonrisa boba? a esa señora, sin duda, seguida de una disculpa y, seguramente, el recuerdo ya no habría sido tan doloroso. A veces nos da miedo, vergüenza o pudor expresarnos y eso impide aclarar una frase dicha sin pensar, frívola y boba. Es una historia triste y me da pena que se le quedase un recuerdo así de la primera comunión de su hijo. Un abrazo, Rafael.

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  12. Muchas gracias a todos. Me creo en la obligación de advertir que la foto está tomada de Internet. Si conocierais a José Mari os encantaría; es un hombre maduro (jubilado hace pocos años) con alma joven (hasta hace bien poco, corría maratones; ¡y es asmático!)

    Abrazos a ellos, achuchones a ellas.

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  13. Rafael, me gusta mucho tu blog y tu allegra ironia! Me ha commovido este post. La foto es mas preciosa y tu sonrisa es simplemente modesto y adorable! Un abrazo

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  14. Martina, pues a mí todavía me gustá más verte por aquí. Eres la alegría del Mediterráneo.
    Otro abrazo para ti.

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  15. Que post tan conmovedor, como duele todo lo que les pasa a los hijos. Muchas veces la gente es insensible, hacen daño sus palabras, pero no nos queda de otra que perdonar. Un abrzo!

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  16. Caminar, otro abrazo bien fuerte para ti.

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  17. Rafael,a mí me parece una sonrisa bien dulce y una carita angelical. Bonito recuerdo de ese día. Eso es lo que importa. Guardalo siempre en tu corazón. Tu escrito es emocionante. Un beso

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  18. Amalia, recojo tu beso bien contento. Otro para ti.

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