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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

martes, 14 de febrero de 2017

Depravadores

A veces tengo la impresión de que unos depravados han decidido dar carta de naturaleza a sus perversiones, y eso explica el rumbo de ciertas cosas. Lejos de luchar por superarlas pareciera que quieren arrastrar a la sociedad entera hasta el fango en que se sienten inmersos.

Todos portamos nuestras miserias, nuestra mayor o menor dosis de maldad. Pero cuando nos importan los demás luchamos por vencerla o, cuando menos, por evitar que les salpiquen a ellos.

Lo que convierte en depravados a esos otros es precisamente su afán ciego en contagiar sus demonios. De convertir en moneda de curso legal la maldad disfrazada. En que su condena sea nuestra condena. Son embajadores de la muerte y el dolor que enarbolan falsas banderas de vida y felicidad. Son la mentira. Son los nuevos amos.

8 comentarios:

  1. Siempre son menor número los depravadps que las persoas buenas, pero siempre hacen menos ruido

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    1. Pero son tan tenaces...

      En cualquier caso, siempre es una alegría verte de nuevo por aquí. ¡Saludos!

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  2. Todos portamos nuestras miserias......pero luchamos por vencerlas y sabemos llamar el mal con su nombre; la corrupción del corazón y la libertad sin vínculos morales o religiosos son la esclavitud de la época moderna.
    Un grande abrazo

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    1. Cada día veo más claro que "la libertad sin vínculos morales" es una estafa. Y qué razón tienes en subrayar la importancia de llamar al mal con su nombre. El mal nace de la mentira, y la mentira de llamar a las cosas por otro nombre. ¡Gracias, Martina!

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  3. Tienes razón. Hay muchos depravados y tenemos que intentar no dejarnos influir por ellos.

    La maldad disfrazada es lo peor.

    Un fuerte abrazo. Me alegra leerte de nuevo.

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    1. La maldad disfrazada. Sugerente motivo de reflexión. Diferencia entre el disfraz que otorga falsa apariencia y el vestido que pone a la luz a la persona.

      Amalia, eres una fuente de inspiración.

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  4. Amigo Rafael, sospecho que has debido tener un mal día, no es tu estilo habitual este texto, un tanto flamígero e inconcreto. Aunque desde luego estas en tu perfecto derecho de expresar lo que mejor te venga en ganas, faltaría más.
    A veces la razón se desboca y tira al galope por libre, pero este es un lujo nada
    filosófico a permitir.

    El optimismo como camino, porque a veces "El sueño de razón produce monstruos" Goya.

    Un cordial abrazo.


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    1. El día no ha sido malo, la verdad. Lo que sí sucede es que cuando uno ve quién defiende según qué causas entiende la razón, y ésta acostumbra a ser una debilidad de quien la propaga.

      Así, hay quien tiene una inclinación sexual malsana y trata de superarla, pero también hay quien decide convertirla en virtud, llevándose por delante lo que haga falta. Otro tanto sucede con el respeto a la vida, o a la dignidad del otro, y un largo etcétera que sería largo de enumerar.

      En fin, busquemos mejorar el mundo mejorándonos a nosotros mismos; no hay otro camino.

      Un saludo cordial

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