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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

sábado, 4 de abril de 2015

La Campana de los Perdidos



Oscurece, y el río Huerva derrama la niebla vespertina. Con pavor huye la luz, mientras la noche con su sombra voraz lo corroe todo.

Algunos jornaleros se han retrasado. Habían salido por leña para venderla en el mercado y aliviar el duro invierno, pero ahora nada ven, nada encuentran, nada tienen, sólo la seguridad de que si no dan pronto con la puerta de la ciudad morirán helados.

Tiempo atrás unas mujeres fueron halladas junto al río. Abrazadas, apenas a unos metros de la Puerta del Duque, no vieron lo cercanas que estaban de su meta y las engulló la noche.

Entonces, en la negrura más honda de las tinieblas, surge una señal: dong, dong, dong. Pausada, solemne, con un aplomo místico. Es la Campaña de los Perdidos que indica a los transeúntes dónde está la ciudad. Desde la torre mudéjar de la Iglesia de San Miguel de los Navarros cumple su cometido puntual, a las diez, como cada noche. Es el faro de los descarriados. Dong, dong, dong. Treinta y tres repiques; tantos como la edad de Nuestro Señor cuando fue entregado a sus perseguidores.

Y así, desde el siglo XVI la campana de San Miguel ha venido llamando a los perdidos para que encuentren el camino de vuelta a casa.

Esta noche, de fría brisa, la he escuchado yo, desde la Iglesia, durante la celebración de la Pascua. Dong, dong, dong; anuncia que ahí está la salvación. Me impele: andas extraviado, lo sabes; desconoces el camino. Dong, dong, dong, repite su tañido. Todo es tiniebla, ¿dónde está mi hogar? Dong, dong, dong, resuena la campana en la misa de la Pascua.

6 comentarios:

  1. Muy bonito Rafa! A veces se anda despistado, no pasa nada, para eso están las campañas q nos avisan y nos devuelven al camino correcto. Feliz Pascua de Resurrección.

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  2. Feliz Pascua!!

    Un cariñoso saludo :)

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  3. Lindo y emocionante relato.

    Que el sonido de las campanas me ayude a encontrar la paz.

    Un abrazo, Rafael.

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