Con su fallecimiento, Adolfo Suárez ha ocupado las portadas de toda la prensa. La vida de quien fuera vilipendiado cuando ejercitaba el poder y encumbrado al darle sepultura queda ahora en manos de la Historia.
De cualquier modo, me gustaría quedarme con una frase suya que no consta en ningún acta de sesión de Cortes, ni en alguno de sus múltiples discursos, entrevistas o declaraciones. La pronunció en la intimidad, aquejado ya de una enfermedad degenerativa que le iba privando de sus recuerdos; nos la ha revelado su hijo en una entrevista cuyo enlace facilito (AQUÍ):
"Yo siempre estoy dispuesto a dar y recibir perdón".
Adolfo Suárez, descanse en paz.
Aunque los recuerdos fallaban conservaba su temperamento. Esa capacidad de dar perdón y recibirlo que solo tienen los que, aun siendo grandes, son humildes.
ResponderEliminarFran, es verdad, los verdaderamente grandes acostumbran a ser humildes. Un saludo.
EliminarMe parece una buena frase. Siempre he pensado que la palabra Perdón es muy bonita.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amalia, sí que es bonita sí, y muy necesaria.
EliminarUn abrazo para ti.
Essere sempre disposti a perdonare ci mette nella condizione di diventare santi. Non sempre è facile ma, tale gesto, ci rende liberi. Un abbraccio
ResponderEliminarMartina, es cierto. En este caso además me ha parecido significativo que no sólo se muestra dispuesto a perdonar, sino también a ser perdonado, lo que muestra una particular humildad.
EliminarUn abbraccio forte
La frase muy bien, pero este hombre mantuvo intactos los mecanismos de represión franquistas durante la transición. Fue cómplice de torturas y asesinatos, de represión contra todos los que pedían la ruptura con el Régimen y no la reforma, y los amnistió a todos con la Ley de amnistía de 1977. Cuando desaparezca el mito, la historia le juzgará.
ResponderEliminarMery María, deberías informarte más y buscar fuentes no ideologizadas.
Eliminar