Se lo he dejado claro a mi amigo Enrique: “Conmigo sabes que
todos tus secretos están a salvo. En media hora no los recordaré ni yo”. Bien sabe que es verdad.
La otra noche inicié la persecución de varias polillas
enormes que se habían colado en el salón. Por lo visto la famosa plaga hizo
parada y fonda en mi casa. Me quité una zapatilla y comencé a dar brincos y a
trepar por las sillas. Por fin conseguí alcanzar a una que cayó al suelo. Febril por la excitación y con el arma homicida firmemente asida en mi mano diestra miré para
abajo y vi que uno de mis pies estaba descalzo. Entonces comencé a buscar la
zapatilla…
¿De qué estábamos hablando?
Buenos días Rafael. Nos hacemos mayores, sí y avivamos recuerdos lejanos con mayor facilidad que los cercanos. Un abrazo.
ResponderEliminarXtobefree, por no saber, no sé ni dónde paran las neuronas.
EliminarUn abrazo.
Si el despiste de toda la vida se junta con la pérdida de memoria por edad, la cosa puede terminar en tragedia. A mí ya me está pasando...
ResponderEliminarSaludos.
Jerónimo, ¡pero es que yo todavía soy un niño...!
EliminarUn saludo.
El paso del tiempo....
ResponderEliminarY,lo peor, es que tiene difícil solución.
Ya me gustaría estar como antes. Me va a entrar una "depre"...
Un beso, Rafael.
Amalia, pues entonces yo debería pegarme un tiro.
EliminarTu aguanta, que al final entre todos encontraremos las gafas que llevas puestas.
Un abrazo.
jajajaaja que bueno, me trae recuerdos propios mios. Lo importante, es que los invasores fueron expulsados de tu reino. Un abrazo
ResponderEliminarReleante, mis sudores me costó.
EliminarOtro abrazo para ti.
y... tú eras...?
ResponderEliminarYo era la portada de "Men´s Health" de abril (... de 1860)
EliminarSer despistado también tiene sus cosas buenas. Primero la gente debe saber que lo eres, luego ya puedes hacer que no te enteras de algo. Ese es el motivo de la entrada ;-) ???
ResponderEliminarFernando, antes de cinco minutos lo descubren irremediablemente.
EliminarUn abrazo.
Jajajajaaaa el otro día buscaba desesperada mis gafas,en el bolso,en los cajones...y cuando le pregunté a mi marido si las había visto...jajajaj me dice que las llevo puestas jajaja
ResponderEliminarUn cariñoso saludo y me voy al oftalmólogo :)))))
Belén,tenemos que graduarnos la memoria.
EliminarUn abrazo.
¡qué consuelo ver que a tí te pasa también!!
ResponderEliminarUn abrazo.