Dejo volar mi mirada a través de la ventilla del coche. Estoy
detenido en el semáforo. El cierzo sopla con fuerza agitando el césped que hay
junto a la vía del tranvía. La hierba parece aferrarse a la tierra. Un
pensamiento me asalta: “esa es su única preocupación, mantenerse en tierra”.
Pero enseguida me doy cuenta de que no, ni tan siquiera eso le preocupa. De
hecho, nada, absolutamente nada le preocupa. La vida de la hierba es apacible, siempre a
merced de lo que venga.
Estoy cansado. Hay vientos que embisten. Necesito sosiego, dejarme
mecer, sin preocupación, ligero.
El semáforo se ha puesto verde. Debo continuar.
Como la hierba deberíamos ser para que nada nos preocupe.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Feliz Adviento.
Capuchino, es el peso de la condición humana.
EliminarOtro abrazo para ti y feliz Adviento... y lo que viene (además, sé que has sido buena y los Reyes Magos te traerán algo).
La naturaleza nos sana contemplándola. A disfrutar de ella y seguro que el cansancio desaparecerá y emergerá la energía. Un abrazo
ResponderEliminarManuel, cualquier día me voy a un bosque, a ver si me pierdo y así me encuentro.
EliminarOtro abrazo bien fuerte para ti.
como dijo Queen... "Show must go on!!!" ánimo!!! ya queda menos para cerrar el 2012 y empezar un nuevo año.
ResponderEliminarDenna, muchas gracias. Aunque no es cuestión de correr más, sino más tranquilo.
EliminarDescansar...Tener serenidad, paz.... ¡¡Un sueño imposible!!.
ResponderEliminarAl menos para mí.
Un beso
Amalia, pues a ver cuando despertamos, y así descansamos.
EliminarUn abrazo.
Si ser hierba parece un buen plan, incluso siendo un cardo borriquero sería una vida más apacible, je,je.
ResponderEliminarun abrazo.
Mento, a mí me has dejado tentado con la rosa; no te voy a engañar. De hecho, el perfume que más me gusta en una mujer es eau de rochas.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti.
Si yo te contara! La vida es así, es el precio q tenemos q pagar por estar aquí. Lo q te gustaría es imposible, llega un momento en la vida q siempre hay embestidas y no te has recuperado de una cuando te llega otra. Un beso y mucho ánimo!
ResponderEliminarChus, pues con tantos vientos yo ya me estoy despeinando. Y bien sabes tú que me quedan menos pelos que a Mortadelo.
EliminarUn abrazo bien fuerte.
Que grande eres Rafa,,,, las personas grandes son aquellas que se fijan y sienten los detalles pequeños.
ResponderEliminarUn abrazo desde la profundidad del Budo.
Agustín, ya he visto tu entrada del kangueiko. No veas lo que me habría gustado ir. Créete que sólo por razones de fuerza mega-súper-requetemayor no fui. Ya te contaré. A ver la próxima vez.
EliminarOtro abrazo para ti.
Quién fuera hierba, Rafael. Y lo bien que huele cuando está mojada.
ResponderEliminar¡Qué pequeña eres brizna de hierba!
Sí, pero tengo toda la tierra a mis pies.
Tagore
No te preocupes, esto también pasará, no me refiero al PP ¿Eh? lo digo por los malos vientos que corren, aunque a un naúfrago los vientos ya no le arredran, digo yo.
Un beso
Militos, no te creas, uno es náufrago precisamente porque los vientos lo han zarandeado tanto que se ha quedado sin barco. De hecho, voy por mi isla paseando de un lado a otro con un timón en la mano; pero como no tengo nave, de nada me vale.
EliminarUn abrazo.
De la tierra y del viento, qué sugerente vocación... Muy bellas palabras. Un abrazo.
ResponderEliminarJM Mora, lo más extraño es que una parte de nosotros será un día tierra y hierba. Pero, ¿qué será de lo demás...?
EliminarOtro abrazo para ti.
Cuando al año que viene le tengas que explicar a tu hija mayor la fotosíntesis en inglés no pensarás lo mismo...
ResponderEliminarRezo por D. Rodolfo Bretón que la explicaba en español...
Abrazos solares...
JA Manonegra, hasta que no devuelvan Gibraltar, en casa las plantas hacen la fotosíntesis en español. (¿Cuela la excusa o tengo que matricularme en una academia?)
EliminarBuenos días Rafael. Si estás detenido ante un semáforo casi a perpetuidad; no hay la menor duda de que te encuentras en Zaragoza llegas a ver crecer la preocupada hierba.Un abrazo.
ResponderEliminarXtobefree, veo que has "disfrutado" de los semáforos de Zaragoza. En una ocasión entre el rojo y el verde transcurrieron tres eras glaciares. De hecho todavía hay algún vehículo de los Picapiedra esperando el cambio de disco.
EliminarOtro abrazo para ti.
Rafael, la natura ci dona sempre lo spunto per meditare sulla nostra condizione umana, fragile come un filo d'erba, tenace come una quercia. Ma, al contrario di loro, non possiamo fermarci, se non per un attimo, il tempo che un semaforo diventi di nuovo verde! Bellissimo e tenerissimo post. Un grandissimo abbraccio
ResponderEliminarMartina, yo creo que, en cierta medida, la naturaleza es un indicador de cómo tratamos al mundo.
EliminarUn abbraccio.