La Aljafería fue construida en el siglo XI. Reconquistada la ciudad de Zaragoza, pasó a ser la residencia de los reyes de Aragón. En concreto Pedro IV El Ceremonioso lo reformó ampliamente; cosa que también hicieron los Reyes Católicos. Hay huellas de ello por todas partes. Actualmente se ubican allí las Cortes de Aragón.
Como digo, todo eso se puede hallar en cualquier guía o catálogo de Zaragoza. Lo que no se menciona es que tamaño tesoro artístico es, además, un aparcamiento. Es el “legado” de nuestro tiempo.
Por supuesto, no es un aparcamiento para todos los públicos, sino sólo para unos selectos escogidos. De que eso sea así se encarga un guarda jurado que pagamos todos los aragoneses.
Pasarela construida para que los coches crucen el foso
En su día sus señorías quisieron que el aparcamiento se hiciera en un espacio del verde parque que rodea el edificio medieval, pero el escándalo popular fue demasiado sonado, así que se echaron atrás. Solución: construir una pasarela lateral que cruzara el foso y les permitiera aparcar en pleno castillo.
La cosa no termina ahí. Cuando organizan algún evento, obligan a desalojar los coches aparcados en las calles próximas para que puedan aparcar aquellos a los que sus señorías escogen para sus convites. Esa ocupación se encomienda a la policía municipal.
Es curioso pero cuando tengo que ir al trabajo, o bien voy andando, o cojo una bicicleta pública (es lo más habitual), o conduzco mi coche y aparco donde buenamente puedo. En el peor de los casos, me rasco el bolsillo y tomo un taxi. Sus señorías y camarlengos aplican otra lógica, y ya que trabajan en un castillo medieval han pensado que lo mejor es poner a funcionar el sistema estamental y regir con los privilegios propios de su casta.
Así están algunas cosas por estos lares. ¡Vivan los pendones del Reyno!
Vista frontal del castillo
Buenas tardes Rafael.Será para no llegar a los anises que no va cada ilustre y maño pendón en una carroza de oro maciza por encontrar vulgar y soez que estén tiradas por sólo 8 caballos pudiendo tirar la pólvora de 200,aunque ellos si pudieran te harían tirar del audi a sangre al grito de ¡Vivan las cadenas!. Un abrazo.
ResponderEliminarEso nos explicaba la amable, atenta e irónica historiadora en la visita que hicimos un grupo de plebeyos de diferentes lugareses de las Españas y de Europa el pasado mes de noviembre, cuando visitamos ese maravilloso palacio que nos describe hoy Rafael. Parece que hoy va el día de caballeros y pueblo llano... ¡Viva Fuenteovejuna!
ResponderEliminarhttp://rick-casablanca.blogspot.com.es/2012/03/nuevo-capitulo-del-quijote-version.html
¡Extra, extra, nuevo capítulo del Quijote! Si te gusta, pásalo...
A nosotros, hace dos años, pretendían cobrarnos cinco euros sólo por dejar el coche en la entrada del Parador de Bayona.Este tipo de cosas son denunciables. Deberían de tomar medidas para acabar con estos abusos. Un beso
ResponderEliminarHola Rafael, seguro que en los tiempos antiguos cuando los asaltantes quisieran conquistar el castillo también se les ocurrió la idea de construir una pasarela. Seguro que ninguno adivinó que al final se construiría, pero únicamente para aparcar el coche sus señorías.
ResponderEliminarUn abrazo y espero ir a verlo en alguna otra ocasión. Fernando.
Pues yo lo convertía en Parador, y a los padres de la patria maña los mandaba a la Expo...
ResponderEliminarFuertes abrazos.
LJB
Rezo por Malthus
Esta es la clase política que tenemos y así nos va!. Chupópteros a más no poder, creen que el dinero público es suyo, las leyes suyas, ¿las ordenanzas, reglamentos? se cambian si hace falta para adecuarlas a su paso. ¿Servir al pueblo? ¡ja, qué me sirvan a mí, que para eso he llegado donde estoy! (mientras pisa con garbo en enlosado del Palacio).
ResponderEliminarUna pena, Rafael, todita Zaragoza es una "penita, pena". Lo que cuentas del aparcamiento en la Aljafería es uno de tantos despropósitos ¿Recuerdas la remodelación de la Plaza del Pilar, el "Cubo" de la Seo, el derroche de la Expo, etc. etc....¡¡¡ y ahora la "locura" de gasto con el tranvía!!!..
En fin, soy maña y me duele. Un abrazo.
NIP, a alguno le daba el coche de los Picapiedra, que funciona con los pies. Otro abrazo.
ResponderEliminarRick, cosas del vulgo, que no nos conformamos con nada. Un abrazo.
Amalia, jolines con los de Bayona. Aquí el que no corre vuela...
Fernando, cuando vengas de nuevo lo iremos a ver, pero olvídate de aparcar el coche allí.
Alciato, no es mala idea lo de la Expo. Fluvi está muy solo.
Teresa, la gente no ha sabido entender el sentido del "Cubo" que tapa La Seo. En realidad se trata de una base ultrasecreta que regula cantidad de cosas importantísimas. Ese, precisamente ese, era el único lugar del mundo donde se podía instalar. Que tape la Catedral de Zaragoza es un tema menor. ¡Pues no se hacen cosas importantes dentro del Cubo!
A la Expo? a la cárcel habría que mandar a la mayoría!.
ResponderEliminarAbrazos anacoretas (siento una involución en mí que me lleva...)
Rezo por Alciato.
Malthus, creo que a Fluvi ya lo han mando allí por malversación de "caudales" (siempre tan acuoso).
ResponderEliminarHablando de Taifas; aquello comparado con lo de ahora es como un ejemplo de estado unitario...
ResponderEliminarLos catalanes en su ejercicio favorito de tensar la cuerda, los canarios que dicen ser tratados como una colonia, los vascos ya sabemos y así un largo etcétera. Eso si, todos instalados en palacios, castillos, alcázares, iglesias desacralizadas u hospitales de las cinco llagas...
¿Cómo no va a haber déficit?
Marías no entendía eso de las "nacionalidades" proclamado en nuestra Constitución de 1978. Un célebre artículo al respecto le costó su salida del diario "El País" si no tengo mal entendido.
En otro orden de cosas, estoy leyendo con interés y estupor el libro "El maestro en el erial. Ortega y Gasset y la cultura en el franquismo", de Gregorio Morán. Con interés porque me interesa Ortega, su mundo, esa época de España y sus protagonistas. Estupor porque no deja títere con cabeza. Por supuesto critica a Ortega, pero es que no se libra nadie. Las críticas a Julián Marías me parecen, cuanto poco, injustas y exageradas.
Estoy muy interesado por conocer su opinión al respecto.
Y otra cosa; quiero mandarle una foto y no se dónde...
Enrique, no he leído el libro de Gregorio Morán que comentas. Por lo poco que cuentas, me parece que no me gustaría mucho; no porque pueda contener críticas a Ortega o a Marías, sino por eso de no dejar títere con cabeza. La apisonadoras me parecen infecundas; comprimen tanto que dejan el suelo infértil. En todo caso, lo dicho, no lo he leído. Aunque me tomo nota.
ResponderEliminarLo de su salida de "El País" tiene que ver con la tergiversación del proyecto inicial. La idea era crear un diaro liberal a semejanza de "El Sol". Para que no estuviera sujeto a intereses particulares, el accionariado debía estar bastante fragmentado. Con la recomendación de un hijo de Ortega, entró como director Cebrián, entonces no muy conocido, que dio una orientación distinta al periódico. Además Polanco se hizo con un paquete de acciones que le convertían de facto en socio principal del periódico. Descontento con la línea editorial planteada, Marías decidió marcharse. A partir de ese momento "El País" no tuvo demasiadas consideraciones con él.
Para la foto, si a ti te parece, dame una dirección de correo electrónico y te escribo.
Un abrazo y gracias.
(A mí también me gusta mucho canción de "Annabel Lee").
Todo lo que comentas es cierto; así lo dice el propio Marías en sus memorias. El País le ninguneó desde entonces, cosa que parece ser que a su hijo Javier, tan proclive a destacar el ostracismo aplicado a su padre, no le ha importado demasiado.
ResponderEliminarEn mi afán por saber más y mejor de mis autores favoritos (Marañón, Ortega, Marías), leo todo lo que encuentro sobre ellos. Conocía este libro de Gregorio Morán por una referencia en "las armas y las letras" de Trapiello. Lo busqué por internet y ahora estoy con ello.
A pesar de su sesgo, creo que es interesante de leer. Por lo menos para conocer otros "puntos de vista" aunque sean injustos.
Mi mail: enriqueoa1968@gmail.com