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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

martes, 28 de junio de 2016

Europa rota. ¡Rectifica!



La sola existencia de la Unión Europea es una exigencia histórica. Por ello, la previsible salida del Reino Unido es un fracaso sin paliativos.

Europa ha sufrido en el siglo XX dos demoledoras guerras, y ello en el intervalo de veinte años. Llevamos más de setenta no sólo sin conflictos armados entre países comunitarios, sino en franca colaboración. Con tensiones, naturalmente, pues es lo propio de toda convivencia, pero llevando a cabo iniciativas conjuntas cada vez más ambiciosas.

En los años noventa se sucedieron unas terribles guerras en los Balcanes, la integración europea ha sido un elemento determinante en la estabilización de la zona. En esa misma época la Europa del este se liberó de regímenes comunistas opresivos (perdón por el pleonasmo), la mirada se volvió rápidamente hacia el oeste que ofrecía un modelo de estabilidad, prosperidad y libertad.

Europa tiene sus propias tentaciones que no son nuevas. Una es la de los nacionalismos, otra los atajos populistas, para ambas el contrapeso más eficaz ha sido la propia unidad europea.

Hoy un territorio que se quiera escindir sabe que ha de pagar un precio muy caro, la exclusión. No abandona únicamente un país, sino que se excluye de todo un continente. La soberanía o es compartida o no existe. Así de sencillo.

Tampoco un partido que accede al poder puede permitirse embarcar a su país en derivas económicas o políticas kamikazes, pues compromete al resto de la Unión que, como es normal, no está por pagar las alucinaciones de los otros. En 2016 Ucrania, país extracomunitario, tuvo una inflación del 43,3%. Grecia, con toda la crisis y desbarajuste que ha sufrido no llegó al 0%. ¿Mejor solos?

¿Nos cuesta dinero? Sí, pero ¿cuánto costaría la desunión? Además, ¿qué valor le damos a tener atención sanitaria en Viena, poder pagar una pizza en Nápoles sin cambiar de moneda o que mi título universitario tenga la misma validez en Lion que en Lisboa?

Ciertamente la Unión Europea tiene que hacer profundos cambios; empezando por reducir drásticamente su estructura burocrática y ese afán normativo tan asfixiante. Europa debe ser un ámbito de libertad e iniciativa, no de gris homogeneización. Debe tener una política exterior y de defensa cohesionada. Una gestión de la inmigración inteligente. Abrirse a los países con los que tiene vínculos históricos, como el mundo hispánico. Tiene que recuperar lo más valioso de sus fundamentos, empezando por la defensa activa de la dignidad humana, de toda vida humana.

Europa es mucho más que su Administración, no la acabamos de inventar. Somos herederos de una historia que deberíamos conocer. Por eso me entristece tanto la salida del Reino Unido. Una de las grandes naciones civilizadoras sin las cuales ni Europa ni Occidente pueden entenderse. Porque Occidente se realiza en dos hemisferios, el europeo y el americano, y sin el vínculo británico esta comunidad queda amputada en una de sus notas esenciales.

Sólo espero que la cordura acabe por imponerse y el Reino Unido recobre el lugar que le corresponde en la empresa de nuestro tiempo, la unidad pacífica y próspera de eso que se ha dado en llamar Occidente.

9 comentarios:

  1. Europa, Europa...pero ¿existe realmente Europa? indiscutiblemente si, existe la Europa económica, la de los tratados, la de la moneda única, la Europa de Bruselas, esa Europa es muy real, pero ¿y la de los ciudadanos? Un ciudadano alemán siente realmente como común a uno portugués, y un francés a uno polaco, o este a uno español o el mismo español a un rumano o quizás en un futuro a un ciudadano turco, suponiendo que Turquía sea admitida finalmente en nuestra querida y amada CEE. Europa es un proyecto de fraguado lento en lo institucional, y quizás deba ser así, pero los ciudadanos europeos debemos sentir Europa y algo no menor, y es es que la idea de Europa nos provoque una emoción de propiedad, un sentimiento tribal incluso si se quiere.
    El cine americano nos ha acostumbrado a la imagen de un norteamericano, no importa de que estado, que al oír el himno de los EE.UU y contemplar la bandera de las barras y estrellas, se pone de pie y se lleva la mano al pecho, es la imagen del patriota, y allí (al menos eso nos han vendido) ser patriota mola.
    Evidentemente esa imagen en Europa no se da ni por asomo con ciudadano alguno de la CEE. No tenemos eso que llaman arraigo europeo, amor por el terruño, por llamarlo de alguna manera.
    Es incluso a nivel nacional y puede estar hasta mal visto declararse español a secas en bastantes autonomías del estado español, conclusión, para muchos españoles puede ser un insulto incluso llamarles español : - Español, lo serás tú.
    En este orden de cosas lo de la Europa de los ciudadanos, admitámoslo, nos queda muy, muy lejos a fecha de hoy y es realmente esa la Europa que tenemos que tratar de conquistar, una Europa que despierte emoción y una ilusión de pertenencia a un gran proyecto, el cual sintamos como propio independientemente de nuestro país, lengua y costumbre. ¿Utopía?
    ¡Que viva Europa!... mientras nos llega.

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    1. Bueno, poco a poco, poco a poco.

      Lo que sí hace falta para hacer una Europa de ciudadanos es aligerar la carcasa burocrática que ahoga la espontaneidad de lo humano.

      Saludos cordiales.

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  2. Muy buen artículo.
    Esperemos que la sensatez se imponga.

    Un abrazo.

    Te envié un correo.

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  3. Ciertamente la Unión Europea tiene que hacer profundos cambios, en caso contrario acabarà desmembrandose.

    Un abrazo europeo

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    1. Sería fatal. Los reinos de taifas siempre acaban muriendo.

      Un abrazo grande.

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  4. Me alegra leer tu argumentado artículo. Quiero en próximos días, sacar un hueco para escribir otro en esta línea con la perspectiva de Occidente -Europa más Iberoamérica-. La Filosofía de la que somos discípulos tiene buena parte de las claves para salir del estado burocrático, de compartimentos estancos y circunstancias muy mejorables en el que convivimos.
    ¡Feliz fin de semana! Un abrazo

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    1. Deseando leerlo. Feliz fin de semana para Rick´s Café.

      Un abrazo.

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  5. a mí me parece que la unión europea no será de verdad lo que indica su nombre, hasta que no retorne a Cristo. Un apóstata más o menos....

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