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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

viernes, 4 de marzo de 2011

Comunicación sin fronteras: más allá del esperanto


No con todo el mundo hablamos de igual modo. Por ejemplo, si conversamos con un niño pequeño adoptamos un vocabulario y tono distintos que si lo hacemos con una auxiliar de vuelo. Resultaría un tanto chocante que en pleno viaje nos dirigiéramos a la azafata dando saltitos para decirle: “Señorita, tengo pipí y popó, y no me aguanto.”

Recuerdo que siendo yo un adolescente vino a ver a mi hermana un amigo alemán. Imagino que a su vuelta a Düsseldorf se haría una revisión de oídos porque el pobre se llevó más gritos que el recluta Patoso en La chaqueta metálica. ¡Qué voces! Parecía que habíamos llegado a la convicción de que el alemán era como el español pero doscientos decibelios más alto.

Personalmente con quien mantengo una comunicación más singular es con mi dentista. Hombre atento y dicharachero, le encanta lanzarme una ininterrumpida cascada de preguntas mientras me mantiene tumbado en el potro de tortura. Yo con un potente foco apuntándome directamente a la cara; temiendo que de un momento a otro me echen una bocanada de humo y me pregunten si conozco a Lucky Lucciano. La boca abierta como un buzón, para dejar espacio a una serie de cacharros que me succionan, me apalancan, me taladran, me aturden y me pinchan. Y el dentista, sonriente, largando sin darme tregua:
- ¿Qué tal todos por casa?
- Uuuy ennn, aiaas.
- Tú tenías todo chicas, ¿verdad?
- Iiiií
- Y los chavales de tu hermana qué, tocando el techo con la cabeza, imagino.
- Uuu aaooess iií.

De este modo alcanzamos nuevas formas de comunicación. Un diálogo en el que una de las partes interroga mientras la otra –es decir, un servidor-, emite sonidos guturales.

Decía Aristóteles que el hombre es el “animal que tiene logos”, que habla y expresa ideas. Quién sabe si sin pretenderlo, y con la inestimable ayuda de mi dentista, he dado un paso más, y con mis manifestaciones gargantiles un día de estos aparece en el río Ebro una manada de cachalotes que ha acudido a mi reclamo. Habrá que empezar a pensar en un blog a lo Bob Esponja.

9 comentarios:

  1. Y que opinas del lenguaje de las redes sociales? Reducido y con los signos de puntuación aumentados o disminuídos... por no hablar de los sms que a veces necesito que me traduzcan...

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  2. Totalmente identificado en el pasaje del dentista, la enfermera de mi dentista además de seguir tan extraña conversación al dedillo, suele intervenir y apuntillar, ella comprende mejor que mi dentista mi estado de ánimo pues la suelo tener firmemente sujeta por la mano y en esto de la tortura suelo ser muy generoso y hacer participar mi sufrimiento a todo el cuerpo, apretones incluidos. Si tenemos logos, ya tenemos algo, ahora; ¿para qué sirve, donde se conecta, tiene USB,y lo más interesante: es compatible con nuestro sistema operativo?. Un abrazo.

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  3. No sé si habrás visto "La tienda de los horrores"; te la aconsejo,te diviertes un rato aunque es muy sarcástica. En fin que tiene que ver con los dentistas y como ellos te tratan como si no te estuviese pasando nada del otro mundo ... la verdad,me he reído con tu post.

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  4. Ja ja ja.... genial la entrada y magnifico lo de los cachalotes.
    Mi dentista me explica lo que me está haciendo en la boca mientras actua sobre ella. Al mismo tiempo, me pregunta si hay algo que no he entendido, mientras yo sigo con la boca abierta.
    Siempre queda satisfecha con mi capacidad para comprender lo que explica
    Gracias por las risas

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  5. Me ha encantado tu entrada.
    Los dentistas se hinchan de preguntar y los pacientes contestamos con como tú bien explicas por no darle un mamporro al que te está mortificando sin cesar.
    Digo como Miriam, que magnífico lo de los cachalotes.
    Muy divertida tu entrada.

    Gracias y feliz lo que queda de día.
    Un abrazo

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  6. Jajajajajajaja!
    Divertida entrada. Tienes esa cualidad, ser una persona muy alegre.
    Gracias!!

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  7. Rafael: Eso es que vas a un dentista de la vieja escuela. Mi dentista de antes era así y muy divertido además. Pero se jubiló y nos hizo la pascua porque tuvimos que buscar dentista nuevo y al final hemos ido a parar a los dentistas de la sociedad médica a la que pertenecemos, que pagas una cuota al mes y después sigues pagando cada cosa que te hacen pero a un precio mas reducido.

    A lo que iba estos dentistas modernos, normalmente son mujeres, muy jóvenes, recién licenciadas, que ganan dos duros, y aprenden contigo y encima no hablan!.

    Así que no se que es peor.

    Te imaginaba en la situación y me partía de risa.

    Un abrazo

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  8. gracias por este compartir, sabe creo que todos hablamos más no nos comunicamos por que no escuchamos cuando realmente nos comunicamos es cuando dejamos de ser nosotros para tomar el lugar del otro es allí donde somos realmente capacez de comunicar creo que comunicar es dar y damos de nosotros a los otros muy unidos en oración y un abrazo muy fuerte y mil gracias Rafael que Dios cuide de ti y de todos los tuyo buen fin de semana estas muy presente enmis oraciones hermano

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  9. Elige, tengo una sobrina que cuando me escribe algún SMS me deja como estoy... sumido en la ignorancia. ¡Yo que pongo hasta los acentos (aunque luego ni aparecen)! En fin, empiezo a sentirme un neandertal.

    NIP, ¡pobre enfermera! Como para darte un apretón de manos.
    Respecto al logos, según Descartes la conexión la tenemos en la hipófisis. La verdad es que no me he atrevido a comprobar si tiene toma para USB. Por si acaso no se lo comentaré a mi dentista, no vaya a ser que quiera echarle un vistazo.
    Otro abrazo para ti.

    mjbo, me tomo nota de la peli que comentas. La vi anunciada cuando la estrenaron, pero no había oído nada de ella. Será la próxima.

    Miriam, me tendrás que explicar tú técnica de comunicación. La mía es agotadora.

    Capuchino, muchas gracias. Que tengas también un feliz día. Otro abrazo para ti.

    María del Rayo, gracias a ti. Más que alegre estoy empastado, por eso procuro sonreír con los dientes apretados.

    Chus, la verdad es que como es amigo de la familia el mío se porta bien con el precio. Lo cual no es poco. A mí tampoco me emociona que experimenten con mi boca. Tomo nota del consejo y me quedo con "la vieja escuela". Otro abrazo para ti.

    Lourdes, que Dios te oíga. Si te da la mitad de lo que pides para los demás, eres la mujer más afortunada del mundo.

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