Se acerca el día en que los jueces serán juzgados,
los enamorados gobernarán las naciones,
y todas las palabras vacuas vertidas
los enamorados gobernarán las naciones,
y todas las palabras vacuas vertidas
desde el principio de los tiempos
no alcanzarán ni el rumor de una hoja cayendo.
Los pobres nadarán en la abundancia,
pues nada les será negado.
No habrá mío, ni tuyo, sino sólo nuestro,
un "para ti", un "me entrego".
Los niños verán la Verdad,
mientras los entendidos vagan ciegos
por el laberinto de sus certezas
entre las nieblas de su ego.
El lobo jugará con el corzo,
la leona amamantará al cordero,
y quien impíamente arrasó bosques y pastos
será el único habitante del desierto.
Se acerca el día, aun es tiempo,
de caminar hacia el Sol,
de romper con lo superfluo,
de responder con un sí
a la invitación del Verbo.
no alcanzarán ni el rumor de una hoja cayendo.
Los pobres nadarán en la abundancia,
pues nada les será negado.
No habrá mío, ni tuyo, sino sólo nuestro,
un "para ti", un "me entrego".
Los niños verán la Verdad,
mientras los entendidos vagan ciegos
por el laberinto de sus certezas
entre las nieblas de su ego.
El lobo jugará con el corzo,
la leona amamantará al cordero,
y quien impíamente arrasó bosques y pastos
será el único habitante del desierto.
Se acerca el día, aun es tiempo,
de caminar hacia el Sol,
de romper con lo superfluo,
de responder con un sí
a la invitación del Verbo.
Hermosa manera de describir el reino de Jesús, el que nos ha prometido a todos los que lo acojamos con un corazón sincero.
ResponderEliminarUn abrazo
Hermosísimo poema
ResponderEliminarGracias, Ana Belén.
ResponderEliminarGracias, José Luis.
Gracias a mares, gracias de lo alto, de lo hondo, de lo eterno.
Gracias recibais,
y que el único que las da
sea por siempre loado.