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BITÁCORA DE RAFAEL HIDALGO

viernes, 13 de agosto de 2010

Cuando la ética no puede entrar en clase de Ética


Estos días he tenido la fortuna de conocer a un matrimonio muy particular. Para empezar he de señalar que los esposos no tienen un hijo, eso acarrea mucha responsabilidad; ni dos, que es muy caro; ni tres, que es un saco sin fondo; sino que tienen ocho (el menor de pocos meses), lo cual es literalmente ruinoso. Sobre todo para dos "curritos" como ellos, que no proceden de "familias bien".

Es decir, que no están a dos velas de manera accidental, sino conscientemente crónica.

Pero la cosa no queda ahí. La hija mayor ha tenido este año entre sus asignaturas la famosa Educación para la Ciudadanía (EpC). En su colegio tranquilizaron a los padres asegurándoles que la citada materia se maquillaría, de modo que nada pernicioso se diera en clase. Pero S y P, que más o menos así se llaman los esposos a los que me estoy refiriendo, por si no tenían bastante con preocuparse de sus ocho hijos y de su famélica cuenta corriente, se pusieron a pensar en los otros niños que no van al mismo colegio que su hija, y que por tanto no están "blindados" frente a una asignatura que imparte contenidos perversos. Así que por amor a esos otros niños, no se les ha ocurrido otra cosa que atarse los machos, mirar al cielo y objetar a la asignatura.

Si ya de por sí daban el cante en el colegio con tanto churumbel, ahora, muy a su pesar, se han convertido en auténticos inadaptados.
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Para colmo, quien imparte la asignatura es el profesor de Ética, que resulta ser el "profe guay" del centro, y la muchacha ha de abandonar solitaria el aula a la vista de todos sus compañeros.
Hay más. A la hija le han quedado otras 2 asignaturas; y como 2+1 son 3, y 3 es igual a repetir curso, no acudir a EpC le puede suponer abandonar definitivamente a sus compañeros de estudios.
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¿Es eso todo? Pues no, que hay más: Meterse en este fregado les está costando a S y P una pasta. Se han visto inmersos en una serie de juicios que les llevan de gira por distintos tribunales, escalando de una instancia a otra, mientras en cada escalón van dejando un reguero creciente de euros.
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¿Dónde acabará esta escalada? Muy probablemente en el cielo, pero antes de llegar allí espero de todo corazón que se les haga justicia y, como mínimo, se les reconozca a ellos y a todos los padres el derecho a objetar a la citada asignatura de adoctrinamiento ideológico.
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Lo más curioso es que seguir un comportamiento ético conlleva que su hija ha de quedarse fuera de la clase que imparte el profesor de Ética. Es decir, que la actitud ética es expulsada a fuerza de coherencia de una clase pretendidamente moralizante. Ironías de la vida.

5 comentarios:

  1. Vaya por delante mi simpatía y oración por S y P.

    Pero creo necesario a cuenta de la Objeción a la EpC y a otras leyes injustas, en puridad no son leyes sino "fuerza" en doctrina clásica tomista; rescatar un debate sobre las deficiencias de la Objeción de Conciencia y sus implicaciones derivadas a la luz de la doctrina católica tradicional. Creo que es un debate necesario par iluminar las conciencias.

    Enlazo y recomiendo dos textos del magnífico blog El Brigante sobre este tema:

    http://www.elbrigante.com/2009/03/objeciones-una-objecion.html

    http://www.elbrigante.com/2009/04/la-quimera-de-la-epc.html

    Bienvenidos al debate.

    El Cruzado de la Causa

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  2. Dije en otro foro "de predicadores"
    ¿Cuántos de uds. han dado clase a las edades que han de darse clase?
    Da igual que se llame "ética", "religión", "EpC", o "la Biblia en verso"... que en los blogs (la realidad) hay hasta la ........ en verso. El caso es que a nuestros chavales ¿cómo podemos enseñarles "valores" si de enseñanzas piensan (ojo: no creen, piensan) estar, felizmente, liberados.
    ¡Si al menos supieran qué es la libertad!

    Pd. Te nombro "índice" de esta manita que nos regaló Teresa

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  3. Rafael, ¡bienvenido! deseo que hayas disfrutado mucho de tus vacaciones y hayas encontrado el sosiego que buscabas.

    Precisamente mi hija estudia este año 3º ESO, curso en el que comienza a impartirse EpC. En cuanto he tenido en mi poder el libro lo he ojeado a fondo: ¡es un libro magnífico!, lleno de valores éticos, que aborda temas candentes: botellón, drogas, racismo, acoso escolar... y los aborda muy bien.

    En el colegio de mi hija se puso mucho énfasis en qué libro se escogía -ahí sí que se da libertad a los centros y pueden elegir, entre la oferta de editoriales, el libro que más se adecue a su ideario- y así se ha hecho. El libro es de la editorial SM y su autor es José Antonio Marina. Un libro muy recomendable.

    Reconozco que me mostraba reticente, dadas las críticas tan fuertes a la asignatura, pero después de mirar su contenido me quedo sorprendida porque no me parece negativo que se imparta esta asignatura -según el libro que he consultado, claro, no sé si otros irán por otros derroteros- sino, al contrario, muy positivo.

    Un abrazo.

    PD. Hace unos días dieron un premio a mi blog y me gustaría compartirlo contigo, si tú quieres.

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  4. El libro de J.A. Marina no es nocivo, en general. Pero no tiene mucho sentido que una asignatura pueda dejar de ser dañina sólo en algunos casos, en ciertos centros y con ciertos textos. El problema que plantean S. y P. es, precisamente éste: ¿qué hacer ante una asignatura que pretende manipular los sentimientos y emociones? ¿basta con que en mi centro se dé "neutralizada"? ¿qué ocurre con los alumnos que van a centros públicos (más del 70%) simplemente porque no pueden elegir otro, los cuales no tienen niguna defensa? Creo que esa es la cuestión que se plantea en el artículo, y esa es la cuestión a la que responden S. y P. con su actuación.
    Por lo demás, el libro de Marina incurre en el mismo problema de hablar de "sentimientos convenientes" o inconvenientes, en dar una definición concreta de felicidad y pretender enseñar cómo conseguirla ... En fin, que para enseñar a mis hijos y a mis hijas el camino de la felicidad creo que estoy yo, y no José Antonio Marina.

    Un saludo.

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  5. Disculpad a todos los comentaristas que no os haya agradecido vuestras aportaciones. El artículo lo escribí en un paréntesis vacacional y no he vuelto a tener un teclado delante hasta ahora. Bienvenidos a El Matiner, su chico y Antonio E.

    Y Teresa, tú eres un lujo en este blog y donde quiera que te presentes. ¡Enhorabuena por ese premio a tu blog!

    Respecto al tema tratado en el artículo, me he limitado a aportar mi granito de arena y a subrayar una actitud que me parece admirable por parte del citado matrimonio (que por cierto, van a ser papás de nuevo); poco más he de decir.

    Lo dicho, gracias a todos y bienvenidos.

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