domingo, 27 de julio de 2014

Por una educación republicana



Un libro de lectura obligada para todo el que se tome en serio la misión educativa de la escuela, insisto, para el que se la tome en serio.

En los momentos de crisis, y no cabe duda de que la educación lleva tiempo sumida en una grave crisis, el paso imprescindible para superarla es volver a los primeros principios, a los fundamentos. Es lo que hace Gregorio Luri en su libro “Por una educación republicana”. En él se plantea el papel de la escuela como motor de cohesión y promoción social. Para ello se enfrenta sin tapujos a los factores que nos han conducido a una situación de desorientación educativa lamentable, a la par que reivindica la figura del maestro vocacional que, consciente de su misión, busca conducir a cada uno de sus alumnos al máximo de sus potencialidades.

El libro es claro, ameno, excelentemente documentado sin caer en ningún momento en la pedantería de la acumulación de datos, pero, ante todo, es honesto.


Una brújula fiable para el día en que alguien se decida a encarar una reforma educativa sin parches.

domingo, 20 de julio de 2014

"En medio de la Edad Media" (algunas notas)



El libro del profesor Rémi Brage recoge varios artículos en torno al tema de su especialidad: el pensamiento en la Edad Media.

Para empezar hay que decir que se tiene que enfrentar a los tópicos que en torno a dicha época (bastante larga, por cierto) se han asentado en la mente de los hombres. Pese a ello la obra no destila ningún afán polemista, sino clarificador.

Una de las cosas que más me ha llamado la atención es la comprensión con que analiza a los filósofos musulmanes desde su circunstancia histórica, y ello sin caer en el multiculturalismo actualmente dominante. Se percibe que mantiene con ellos una notable cordialidad (aclaro que Brange es católico).

Por cierto, pensadores tan populares en nuestros días como Averroes proponían (en el marco de su tiempo) la muerte del disidente. Lo digo para los beatificadores de un presunto multiculturalismo medieval.

Algunos aspectos que me vienen ahora mismo a la mente y que han llamado mi atención son los siguientes:

1   1. A lo largo de la Edad Media se produjeron varios renacimientos. De hecho el pasado clásico jamás se abandonó sino que siempre se tuvo como referente especialmente en ciertos periodos en función de necesidades políticas e intelectuales del momento. Por ello la pretendida innovación del Renacimiento como vuelta a las fuentes clásicas no es tal, dicha mirada a la herencia griega y romana existía y no sólo en el ámbito cristiano, sino también en el musulmán y el judío.

     2. Sólo en la Europa medieval la filosofía se “profesionalizó” hasta convertirse en materia universitaria. Los filósofos musulmanes y judíos la tenían como actividad complementaria a sus compromisos profesionales y no como disciplina docente.

3    3. “La “teología” como proyecto de exploración de lo divino, según el programa de Anselmo, no existe más que en el cristianismo”. No es un tema baladí, pues se puede ser un buen rabio o imán sin la menor formación filosófica mientras desde el Concilio de Letrán (año 1215) es obligada para el estudiante de la doctrina sagrada. Esto va ligado a la concepción racional de Dios, fundamental en el cristianismo (“En el principio era el Logos”) y no en las otras religiones monoteístas. Además, explica porqué se colapsó la investigación filosófica en el mundo musulmán y en el judío y no lo hizo en el mundo cristiano occidental.

     4. Europa se conformó desde el cristianismo. Esto es un hecho ineludible independiente de que haya quien desee que en el futuro se desligue de dicha religión.

5    5. Los cristianos no pretendían fundar “la civilización cristiana”, sino que lo que “les interesaba era Cristo y las repercusiones de su venida en la existencia humana en su conjunto”.

(A este respecto me parece muy sugerente el siguiente párrafo del libro –página 42-: “¿Quién podría decir que el cristianismo ha tenido tiempo de traducir en instituciones su contenido? Tengo más bien la impresión de que aún estamos en el inicio del cristianismo”. Me da la sensación de que al actual Papa no le desagradaría este planteamiento).

6    6. El supuesto vacío intelectual de la Edad Media es falso. (Para ver la justificación de esta afirmación hay que leer el libro entero). Durante mil años Europa no estuvo de brazos cruzados o reingresando en las cavernas, sino muy activa.

7    7. El pensamiento islámico reinterpretó a los filósofos para incorporarlos y acomodarlos a su credo (los digirió), mientras el pensamiento cristiano ha conservado el legado clásico que ha tenido a su alcance en su estado originario manteniéndolo hasta cierto punto como un cuerpo extraño pero útil.

8   8.  La defensa de la carnalidad del hombre (es decir, de la bondad de esta carnalidad) surge en el ámbito cristiano ya desde los primeros padres, que se enfrentan al dualismo platónico. Es más, frente al pensamiento judío, que cree en la superioridad angélica, el cristianismo otorga “cierta ventaja del hombre” porque “puede caer, pero también puede ser rescatado”. Tanto es así que el mismo Dios se hizo carne.

9   9. El geocentrismo de Copérnico no supuso una degradación de la posición del hombre en la creación, sino más bien al contrario, un escape del punto ínfimo del universo. Este tema está muy bien expuesto en el libro y a él me remito.

B   Bueno, hay más cuestiones muy interesantes, como el distinto papel que juegan el Corán o la Biblia para sus respectivos seguidores, la guerra santa, las traducciones de los clásicos, etc.


En definitiva, se trata de un libro la mar de interesante muy recomendable para todas aquellas personas que quieran saber más del pensamiento en ese periodo de la historia que tan oculto nos ha sido y que tan luminoso es cuando uno se acerca a él.

sábado, 19 de julio de 2014

II República y familias numerosas



Este verano he encontrado un nuevo tesoro en la casa solariega del pueblo. Se trata de un pequeño folletín que forma parte de la colección "Leyes de la República" y que está editado en Pamplona en 1933. En el mismo recogen los subsidios a las familias numerosas.

En aquel momento se tenía clara la necesaria protección a un colectivo que contribuía de forma sacrificada al futuro del país, y ello al margen del régimen político imperante, pues la mayor parte de las leyes que se recogen fueron promulgadas durante los años de la dictadura de Primo de Rivera.

Entre otras cosas podemos constatar cómo ha variado el concepto de "familia numerosa" en una sociedad que, de seguir la actual senda, está llamada a extinguirse. Hoy una pareja con tres hijos ya es familia numerosa; en el folleto republicano, por su parte, se establecen subsidios a las familias de los obreros y funcionarios a partir de los 8 hijos, que es cuando comienzan a ser numerosas, en tramos que se incrementan de hijo en hijo hasta el último donde se habla de "20 ó más". Algo absolutamente impensable hoy día en pleno "estado del bienestar" con lavadoras, pañales desechables y agua corriente.



lunes, 14 de julio de 2014

¿Qué está pasando con "Filosofía para náufragos"?



¿Qué está pasando con "Filosofía para náufragos"?

En el siguiente vídeo resolvemos este insondable misterio.

lunes, 7 de julio de 2014

En la muerte del escritor Ignacio García-Valiño



Estando de vacaciones he recibido una trágica noticia, la muerte del escritor Ignacio García-Valiño. Lo primero que he de decir es que lamento de veras esta pérdida, particularmente por su esposa e hijos, aunque confío en que nuestra existencia no concluya por un fallo biológico y pueda prorrogarse tanto como nuestros anhelos, es decir, en una vida perdurable.

Nacho fue un niño especial. Esto no es bueno ni malo, simplemente marca una singularidad, pero en su caso, como en otros, aquello supuso el acoso escolar de unos cuantos que lo llevaría a abandonar el colegio. Si hablo de ello no es porque él lo haya narrado en más de una ocasión, sino porque yo estaba en aquella clase. Sí, yo fui compañero de Nacho.

Pasados los años coincidí en diversas ocasiones con su hermano, profesor de filosofía. Sabiendo lo que había sufrido yo aprovechaba estas oportunidades para pedirle que le diera recuerdos de mi parte. Un día me confesó que cualquier persona relacionada con el colegio producía en Nacho un rechazo total, fuera quien fuese. Las heridas continuaban abiertas hasta un punto traumático. Pese a todo le insistí y, por fortuna, me hizo caso, así que en el siguiente encuentro me dijo que su hermano me recordaba con simpatía vinculándome a mi entusiasmo por los animales.

Nacho vivía por aquel entonces en Madrid, de modo que tuve que aprovechar la invitación que un grupo de estudiantes le hizo a una tertulia literaria para acercarme a verlo. Acabado el coloquio pudimos charlar un rato a solas. Entre otras cosas, me confesó que uno de los relatos de su libro “La caja de música y otros cuentos” narraba un hecho real. El titulado “El Carabo” contaba su encuentro casual con uno de sus acosadores de infancia. Este lo trataba con normalidad e incluso lo invitaba a tomar algo, como si aquel pasado que lo atormentaba hubiera sido borrado por el paso del tiempo. Sin embargo la realidad del narrador era otra. Aquel niño cruel seguía vivo, en su mente, como un fantasma que nunca dejaba de perseguirlo. ¿Quién era más real, el adulto correcto y civilizado que vivía en el presente o el niño que había dejado en él unas heridas que probablemente nunca curó?

En la dedicatoria que me firmó a “La caja de música” aludió nuevamente a nuestra común afición faunística.

Todavía nos reencontraríamos una vez más, en Jaca (aunque después hablaríamos más veces por teléfono). Quedamos para cenar juntos. Él ya vivía en Marbella y era un autor reconocido con un sólido abanico de títulos a sus espaldas. Yo los había leído todos, y he seguido haciéndolo hasta hoy. Se sentía particularmente satisfecho con sus novelas de carácter histórico: Urías y el rey David y Las dos muertes de Sócrates. Es cierto que ambas recibieron buenas críticas, pero a mí me gustan más las otras. Le comenté alguna de mis objeciones, pero él veía las cosas de otra manera, esto no fue óbice para que pasáramos un rato muy agradable. Era una persona dialogante y afable. Se me hace tan extraño escribir esto en pretérito.

Nacho es un excelente escritor, podría mencionar sus varios premios literarios obtenidos sin el menor padrinazgo, pero lo cierto es son sus libros los que dan fe de ello. Para mi gusto, a falta de leerme el que ha publicado este año, el mejor es “Querido Caín”, que ha sido llevado a la gran pantalla aunque he preferido no ver la película. Lo veo más suyo, más libre de algunos resentimientos y prejuicios propios de nuestro tiempo que sí impregnan otros de sus libros. O al menos a mí me lo parece, aunque mi opinión no es en absoluto cualificada. En “Querido Caín” se enfrenta al problema del mal. ¿Hay un origen justificable del mal o forma parte de la condición humana? El protagonista es un niño, un niño malvado. Nuevamente la infancia como un ámbito alejado de ideales inocencias.

Creo que aquel fantasma del que hablaba en “El Carabo” lo ha estado acompañando toda su vida. Esto se ve en la temática de su obra escrita, pero también en su otra profesión, la de psicopedagogo. Su gran preocupación fue que otros niños no pasaran por el infierno que él había vivido. Hay dos caminos frente al maltrato, convertirse en un nuevo tirano o luchar contra la tiranía; Nacho eligió el segundo.


Ha muerto un buen escritor. Ha muerto un hombre que quiso desterrar el mal que tanto daño le había causado a él. Dios lo guarde.