Infame, no se me ocurre otra palabra. Una cifra infame, un gobierno infame, unos políticos infames, una sociedad infame.
El Ministerio de Sanidad ha hecho pública la cifra de abortos perpetrados "legalmente" en España durante el 2011, la misma asciende a 118.359 abortos. Desde su despenalización en 1985 la cifra total es de 1.693.366 abortos.
A lo largo de 2011 se produjeron 590.358 embarazos, lo que supone que uno de cada cinco concluyeron en un aborto provocado.
No merecemos nada. Repito, NADA. O, más bien, nos merecemos el fin que nos aguarda como sociedad si no rectificamos, y pronto.
Con este reguero de muerte tan descomunal no me vale el argumento de casos límite, privilegio de ricos, que otros lo hacen, no sé qué derechos de la mujer. ¡¿De la mujer?! Al menos el cincuenta por ciento de las víctimas son mujeres, y no hablemos de países como China o la India donde se proscriben la ecografías porque de lo contrarío no quedaría una niña viva.
¡Estamos hablando de cifras de auténtico genocidio, no de marginalidad! Más de cien mil abortos por año es la prueba insoslayable de una sociedad corrompida hasta los tuétanos, por acción y por omisión. A todos nos salpica; a todos. No se trata de mirar al de al lado. Debemos mirarnos a nosotros mismos y preguntarnos, ¿y ahora, qué? Esto va contigo y conmigo. El silencio y la inacción son cómplices.
Cada niño asesinado ya no volverá. Se ha ido, para siempre. Hay que parar este horror ya.
¡Estamos hablando de cifras de auténtico genocidio, no de marginalidad! Más de cien mil abortos por año es la prueba insoslayable de una sociedad corrompida hasta los tuétanos, por acción y por omisión. A todos nos salpica; a todos. No se trata de mirar al de al lado. Debemos mirarnos a nosotros mismos y preguntarnos, ¿y ahora, qué? Esto va contigo y conmigo. El silencio y la inacción son cómplices.
Cada niño asesinado ya no volverá. Se ha ido, para siempre. Hay que parar este horror ya.