Se ha escrito bastante de la última película de Ridley Scott, Napoleón. Yo acabo de verla.
Por no repetir lo ya escrito por tantos, me limitaré a decir que se me ha hecho larga, lo cual es muy mal síntoma. Que el personaje principal me resbala (no hablo de la historia real, sino del protagonista de la película): mala cosa también. Y que no es lo mismo una personalidad compleja que absurda. De hecho no veía a Napoleón, sino a alguien con vacío existencial que estaba allí en medio.
Lo más admirable, algunas escenas de batallas y que no las demoraran innecesariamente.
No voy a entrar en profundidades históricas porque no me siento cualificado, pero sí diré que cuando arranca la película, en 1789, Napoleón tenía veinte años. Y en 1793, cuando se produce el sitio de Tolón, veinticuatro. Joaquín Phoenix frisa los cincuenta... Es verdad que en Greese John Travolta y Olivia Newton-John son estudiantes de instituto, pero es un musical.
Por lo menos lo ha intentado.
Je, je, je... anda que ir a ver esto....Reconozco que el personaje no me atrae especialmente pero la verdad es que lamento que no hayan aprovechado la ocasión de hacer honor a la historia tal como fue. Espero que al menos como espectáculo estuviera entretenida.
ResponderEliminarFíjate, Joaquín, estoy viendo la serie española de Santa Teresa de Jesús de los ochenta, y en cuanto a definición de personajes le da mil vueltas, aparte de que está estupendamente ambientada. ¿Presupuesto de una y otra? Un abrazo
EliminarYo he perdido el interés que tenía en principio por ver esta película.
ResponderEliminarLa verdad es que no me atrae.
Un fuerte abrazo.
Amalia, tiene que haber otras mejores. Y si no, los clásicos. Un abrazo grande
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