miércoles, 29 de abril de 2020

El plagio ignorado

Aquella historia me acompañaba a todas partes. Convivía con sus personajes más que con mi propia familia, así que después rumiarla y rumiarla y rumiarla me animé a escribirla.

El argumento tenía "punch", que diría un fino del boxeo, pero su materialización, si bien en su segunda parte tenía su encanto, al menos en el arranque no despegó con la fuerza debida; de modo quedó aparcada definitivamente en el hangar de mi escritorio.

Un amigo, a quien había pasado el manuscrito, me comentó que el argumento le recordaba a El nombre de la rosa, obra que por aquel entonces yo todavía no había leído. De todos modos me dejó con la mosca detrás de la oreja y al cabo de un tiempo me puse a la faena.

Efectivamente, ambos libros versan sobre la búsqueda de un manuscrito medieval. A ello hay que añadir que en los dos casos una biblioteca especial es la clave del asunto. A partir de ahí las narraciones y contextos divergen (y la calidad literaria, para qué engañarnos). La coincidencia era excesiva a favor de una obra que había arrasado y encumbrado a su autor al Olimpo de la literatura.


La cosa no queda ahí. Hoy he empezado a leer La sonrisa etrusca, de José Luis Sampedro, obra de la que me habló otro amigo hace lustros y que tenía pendiente. Salió publicada en 1985, lo que significa que ha llovido, y no pocas veces, desde entonces.

Pues bien, en lo fundamental su arranque coincide con mi novela durmiente. Un anciano viudo, con recuerdos de una guerra a las espaldas, va a vivir a casa de su hijo estableciendo un fuerte vínculo con su nieto. Apaga y vámonos.

Por lo que parece mi sino literario une a mi invisibilidad el descubrimiento del Mediterráneo. No sé si he nacido veinte años tarde o cuarenta torpe, pero el caso es que en la carrera de la liebre y la tortuga el último en llegar sin duda soy yo.

Disfrutemos pues como lectores. Por su parte La puerta de la verdad D.E.P.




4 comentarios:

  1. Me gustó El nombre de la Rosa, la película por supuesto y la novela a la que llegué a través de la primera, también, fue hace tiempo y apenas recuerdo nada, solo esa sensación de inmersión en el placer de leer. La Sonrisa Etrusca me entusiasmó sobre todo el principio, aunque hay un punto en que la historia cambia, como esas amistades que en un momento se agrian.... Creo que es un libro recomendable. Tanto me gustó Eco que compré El péndulo de Foucalt que nunca he leído y ahí está miránodme en su bella edición de Círculo.... De Sampedro, tanto me habia entusiamado el comienzo de La sonrisa Etrusca que compré a la vez otras dos obras "Congreso en Estocolmo" y "Octubre Octubre",de la que se decía que era, hasta el momento su mejor obra..... Congreso en Estocolmo no me gustó, Octubre Octubre me horrorizó, son de los pocos libros de los que me he deshecho.... Ojalá publicaras aunque fuera on line La Puerta de la Verdad, a veces somos nuestro críticos más exigentes.

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    1. A mí "El nombre de la rosa" me pareció magnífica. Por contra, "El péndulo de Foucault" pudo conmigo.

      De Sampedro es la primera que leo. A ver cómo acaba...

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  2. A mí me gustó "El nombre de la rosa". Muy interesante.
    "La sonrisa etrusca" me parece una novela muy conmovedora.
    No quiero decirte, lo que me gustaría "La puerta de la verdad"...
    Un fuerte abrazo.

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    1. La verdad es que el abuelo de "La sonrisa etrusca" se hace querer. De la vieja escuela.

      Un abrazo para ti, Amalia.

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