viernes, 17 de agosto de 2012

Las universidades españolas a la cola


"Las universidades españolas se quedan fuera de los 200 primeros puestos del ranking de Shangay", reza un titular de prensa. Pero la situación de nuestra universidad no siempre fue así.

Véase lo que escribía Julián Marías a propósito la Faculta de Filosofía y Letras de Madrid en 1931. Préstese atención a los nombres de lista. Todos juntos en tiempo y lugar. Verdaderamente alucinante:

«La nuestra era simplemente maravillosa, la mejor institución universitaria de la historia española, por lo menos después del Siglo de Oro, que está demasiado lejos. En nuestra Facultad enseñaban, a la vez, Ortega, Morente, Zubiri, Gaos, Besteiro, Menéndez Pidal, Gómez Moreno, Obermaier, Ibarra, Ballesteros, Pío Zabala, Américo Castro, Claudio Sánchez Albornoz, Asín Palacios, González Palencia, Ovejero; y como auxiliares o ayudantes encargados de curso, aparte de los ya nombrados, Pedro Salinas, Enrique Lafuente Ferrari, Montesinos, Lapesa... ¿Se podía renunciar a esto, a lo que probablemente era la mejor Facultad de Europa?»

6 comentarios:

  1. Se me ha puesto el bello de punta de ver a tanto genio junto, casi igual que ahora...
    ¡qué pena!! haber llegado tan bajo.

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  2. Un grupo tan magistral no volverá a repetirse. Ya me gustaría haberlos conocido. ¡¡Cuánto se podría aprender de ellos!!. Una universidad con esos profesores tenía que ser algo sublime.
    Un beso

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  3. Hola Rafael, ahora esas personas no tendrían sitio en casi ninguna universidad. Y tal como está el panorama supongo que tampoco les importaría. Un abrazo. Fernando.

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  4. Tracy, es que emplear la misma palabra al hablar de las actuales "univesdidades" y para referirse a aquello, casi cuesta trabajo.

    Amalia, un ejemplo: Félix Rodríguez de la Fuente impartió un curso completo la asignatura de etología en la Facultad de Veterinaria. Su clase estaba a rebosar. Al año siguiente dejó de impartir docencia porque un nutrido grupo de profesores se opuso al no ser licenciado en veterinaria... El personal ¡cubriéndose de gloria!

    Fernando, ahí la has dado. Por cierto, ¿qué tal va la lectura de "Cuentos de soldados y civiles"? ¿Te dejan leer tus dos estudiantes festivas?

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  5. Recuerdo que al poco de entrar en la universidad descubrí para mi pasmo que la persona más trabajadora y cumplidora de las que pululaban por allí ¡era yo! Conque imagínense lo que era aquello. Algo a medio camino entre la casa de tócame Roque y el infierno de Swedenborg.

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    1. Antonio, por lo que yo recuerdo aquello era copiar y callar; vamos, todo un arcoiris de estímulos intelectuales.

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