Se había divorciado hacía poco. En esa quiebra quedaban atrapados sus hijos y su esposa. Ahora otra mujer ocupaba el centro de su vida.
Varios amigos habíamos quedado a comer. Inevitablemente, salieron a colación distintas batallitas de nuestra juventud. A raíz de alguna de aquellas aventuras, mi amigo recién separado comentó que a fin de cuentas la vida consistía en quemar etapas. No sé si fue por respetos humanos o simplemente la conversación cambió de rumbo, pero el caso es que me quedé con ganas de decirle algo que me parecía importante, máxime conociendo alguna de las “etapas” de su vida.
Quería haberle dicho que no estaba de acuerdo, que la vida no consiste en quemar etapas, sino en elegir quién queremos ser, decidir en qué clase de persona nos vamos a convertir. Lógicamente esto se va configurando en diversos periodos, pero no se agota en ellos, sino que se suman para llegar a ser quienes somos.
No es extraño ver cómo se justifican ciertos excesos porque sus protagonistas son niños, o jóvenes, o ancianos, o picapedreros, tanto da. Dicen: si se emborracha y se acuesta con catorce es que tiene que aprovechar la juventud, que son cuatro días; ojalá tuviera yo su edad. Y yo pregunto: ¿aunque se degraden como personas? ¿Qué importa más, una juerga pasajera y etílica con la sensación de vacío que la sigue o la felicidad real de las personas? ¿Acaso la vida ha perdido su sentido y sólo importa “quemar” el instante presente? ¿En qué mundo despierta uno cuando se han “quemado” las etapas del todo vale y al mirar atrás sólo se ven vidrios rotos?
Estamos rodeados por gente muy bulliciosa pero que, en el fondo, es profundamente infeliz. Un dato: en España el suicidio es la principal causa de muerte externa, superando los fallecidos en accidente de tráfico. Son varios miles cada año ¿No da que pensar a nadie?
Acabamos la comida. Cada uno nos fuimos por nuestro lado y yo me quedé con mala conciencia. Mi silencio me pesaba como una losa.
Varios amigos habíamos quedado a comer. Inevitablemente, salieron a colación distintas batallitas de nuestra juventud. A raíz de alguna de aquellas aventuras, mi amigo recién separado comentó que a fin de cuentas la vida consistía en quemar etapas. No sé si fue por respetos humanos o simplemente la conversación cambió de rumbo, pero el caso es que me quedé con ganas de decirle algo que me parecía importante, máxime conociendo alguna de las “etapas” de su vida.
Quería haberle dicho que no estaba de acuerdo, que la vida no consiste en quemar etapas, sino en elegir quién queremos ser, decidir en qué clase de persona nos vamos a convertir. Lógicamente esto se va configurando en diversos periodos, pero no se agota en ellos, sino que se suman para llegar a ser quienes somos.
No es extraño ver cómo se justifican ciertos excesos porque sus protagonistas son niños, o jóvenes, o ancianos, o picapedreros, tanto da. Dicen: si se emborracha y se acuesta con catorce es que tiene que aprovechar la juventud, que son cuatro días; ojalá tuviera yo su edad. Y yo pregunto: ¿aunque se degraden como personas? ¿Qué importa más, una juerga pasajera y etílica con la sensación de vacío que la sigue o la felicidad real de las personas? ¿Acaso la vida ha perdido su sentido y sólo importa “quemar” el instante presente? ¿En qué mundo despierta uno cuando se han “quemado” las etapas del todo vale y al mirar atrás sólo se ven vidrios rotos?
Estamos rodeados por gente muy bulliciosa pero que, en el fondo, es profundamente infeliz. Un dato: en España el suicidio es la principal causa de muerte externa, superando los fallecidos en accidente de tráfico. Son varios miles cada año ¿No da que pensar a nadie?
Acabamos la comida. Cada uno nos fuimos por nuestro lado y yo me quedé con mala conciencia. Mi silencio me pesaba como una losa.
Rafael, seguro que tendrás otra ocasión para conversar con tu amigo, quizá ése no era el momento adecuado para hacerlo.
ResponderEliminar¡Ay, las preguntas... cuánto remueven en nuestro interior! Por eso mucha gente vive sin preguntarse nada, porque entonces uno se da cuenta que no sabe ni quién es, pero ese espejismo no puede durar siempre y al final hay que asumir el dolor por los fracasos y reconstruir la nave que pretendíamos quemar.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Los silencios también hablan. A veces, la conversación cara a cara con la persona afectada, ajena a la presencia de terceros, ayuda a que aquella reconsidere su actitud, su comportamiento.
ResponderEliminarPrimero llega la tristeza y el abatimiento.
ResponderEliminarDespués la sensación de libertad.
Finalmente, un nuevo enamoramiento y las ganas de compartir la vida con un nuevo ser.
El amor es duro y caprichoso, pero casi siempre termina por sonreírnos.
la vida no consiste en quemar etapas, sino en elegir quién queremos ser, decidir en qué clase de persona nos vamos a convertir.Tienes toda la razón la vida es un DON UN REGALO y DIOS NOS da lo BELLO que es LA LIBERTAD para decidir que realmente queremos ÉL capacita cada ser humano y lo llena de grandes dones estamos en un mundo donde los verdaderos valore humanos se han tapado con otras cosa que le llamamos valor que es el Difrutar el consumismo el individualismo nuestro jovenes son los que realmente viven este mundo sinsentido buscando sólo sastifacer el momento pido muchos por todos esos jovenes que buscan un sentido en los placeres de este mundo sin pensar que TODO termina la vida es corta que el Señor ayude a tantos jovenes y le muestre manos amigas que sepan orientar su vida por camino que los construya no que lo destruyan GRACIAS mil GRACIA me ha gustado tu compartir que le Señor te conserve siempre ese corazón generos y lleno de ÉL que ÉL ilumine tus pasos hoy y siempre unidos en oración y un abrazo muy fuerte
ResponderEliminarRafael. No te pese tu silencio, creo que es lo mejor que pudiste hacer. No solo no era el momento, sino que esa persona, estoy segura, que en ese momento no era receptivo. Tus palabras se las hubiera llevado el viento. Es preferible, en otra ocasión, si surge el tema aproveches y le digas lo que crees tenías que haberle dicho.
ResponderEliminarDesgraciadamente llevas razón en tus reflexiones. La vida hoy en día ha tomado ese rumbo.
Un abrazo muy fuerte fuera de los calores de Madrid. Chus
Las gracias las doy yo por ti Rafael por todo lo que aprendo de ti gracias por darno ese Dios que te habita y llena tu vida gracias por ser como eres que DIOS te guarde y te bendiga siempre muy unidos en oración y un abrazo buen FIN DE SEMANA
ResponderEliminarGenial la reflexíón.
ResponderEliminarA veces el callar en un momento dado, hace que luego reflexionemos sobre el tema, más intensamente que si hubieramos hablado.
Y así cuando aparezca otra situacion en la que sea necesaria esa reflexión, ya la tendras hecha, horneada y preparadita para servir
Sobre las "etapas" , absolutamente nada que añadir
…”decidir en qué clase de personas nos vamos a convertir…”, no estoy muy segura de eso, podemos querer ser una clase de persona pero el azar, las circunstancias que la vida te va poniendo por delante pueden apartarte de lo pensado, pero de lo que si estoy segura es que lo que si podemos escoger es que clase de persona NO queremos ser bajo ninguna circunstancia.
ResponderEliminarEn cuanto a los silencios… muchas veces es mejor así, también es un acto de caridad para con el prójimo mantenerse a veces callado.
Un abrazo.
El verdadero amigoes el que está ahí siempre...para lo bueno y lo malo.
ResponderEliminarLlámalo para comer más veces, te lo agradecerá...
Rafael veo que tienes las ideas muy claras, sugue siendo valiente y explicando donde está la verdadera falicidad, aunque esta cueste, ten la seguridad de que haces lo que debes ayudandoa los demás.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y adelante que lo haces muy bien
Pienso que ya saldrá en otra oportunidad...a mi a vec es tambien me ha ocurrido con algunas personas, en este mundo de vacios es aterrador como segun las estadisticas cada 40 seg. se suicida alguien en este mundo...es tristisimo, es una vida sin Dios y sin El "no somos". un abrazo.
ResponderEliminarTeresa, precisamente me estoy leyendo una vida de Sócrates, y uno llega a la conclusión de que el secreto de la autenticidad está en las preguntas. Otro abrazo para ti.
ResponderEliminarRick, es verdad, a veces los silencios hablan. Pero aquella, me temo, no era una de esas veces. Gracias y un abrazo.
Galip, confiemos en que al final siempre nos sonría, como dices tú. Un abrazo.
Lourdes, siempre agradeces, cuando es a ti a quien hay que estar agradecida. Gracias.
Chus, a ver si llega esa ocasión. Por cierto, si quieres huir de los calores de Madrid, no vengas a Zaragoza. La leche ya la calentamos sacándola al balcón. Otro abrazo y disfruta del verano.
Miriam, tienes razón. También hay que decir que no mío no es precisamente la rapidez de reflejos.
Gran Visigoda, tu escrito me ha hecho pensar y, probablemente encierra mucha verdad. No estamos donde queríamos, pero sí podemos evitar ir a donde no queremos. Gracias.
Manonegra, igual hay otra ocasión. De todos modos hay otros amigos con los que hace días tengo ganas de quedar a comer o cenar con ellos (uno de ellos, bastante peludo). ¡Que sea antes de agosto!
ICUE, me miras con muy buenos ojos. Igual, demasiado buenos. Gracias.
LAH, probablemente la mayor crisis que se ha apoderado de occidente es el vacío de sentido. Otro abrazo para ti.
Buenas noches Rafael. "Elegir quién queremos ser, decidir en qué clase de persona nos vamos a convertir" una vez más encuentro en tu blog la esencia de la Vida, naturalmente esto sólo puede brotar del amor a la Sabiduría.Un abrazo.
ResponderEliminarSiento no estar de acuerdo en tu opinion sobre este tipo de asuntos. Acerca de lo que es la vida no creo que existan ni verdades absolutas, ni teorias definitivas. Yo creo que la vida es como sentimos y expirementamos lo que a cada uno nos pasa. Yo creo que tu amigo te estaba contando como siente él, lo que le esta pasando a el y eso es su vida, no la de otros.
ResponderEliminarUn abrazo y recuperate pronto.