* En los Países Bajos hay disturbios a cuenta del toque de queda. Está claro que existe una gran diferencia con España; aquí Podemos está en el gobierno, no en la oposición.
* Al vicepresidente de Castilla y León le ponen pegas para tener encerrados a los ciudadanos a las ocho de la tarde (¡Todos al redil!). Por ello el susodicho ha pedido "una rebelión cívica haciendo por voluntad lo que no nos deja hacer el gobierno". Eso es. Y ahora gritad conmigo: ¡Vivan las cadenas!
* El Gobierno de Aragón no cesa de celebrar la toma de Stalingrado. Para que nos entendamos, "la recuperación de los bienes del monasterio de Sigena". Los bienes no acaban de llegar, pero quienes sí se han terminado por marchar han sido las monjas de clausura que habitaban el cenobio y a las que no se ha dado tregua. Da igual, la administración aragonesa se seguirá felicitando. Es como si el Museo de Ciencias celebrara haber cazado a los últimos dodos para exhibirlos en sus vitrinas. La política como arte de la taxidermia.
* El Jefe del Estado Mayor de la Defensa (el mandamás del ejército) ha tenido que dimitir por haberse vacunado contra el Covid. Que si debía hacer cola, que le tocaba la vez, el hecho es que lo han mandado al rincón de pensar. Por lo visto andamos sobrados de personal cualificado para ocupar estos puestos. País de talentos.
Eso sí, sus señorías se han puesto muy dignas y nos han dicho que en riguroso orden de lista. Son los mismos que cuando estalló la pandemia que negaban días antes se precipitaron a hacerse test de los que carecían los hospitales. La ejemplaridad de las élites, que decía Ortega.
* Disney retira Dumbo, Peter Pan y Los Aristogatos de su catálogo infantil por considerarlas... ¡¿racistas?!
Que uno recuerda cómo de niño al salir del cine después de ver Peter Pan iba corriendo a afiliarse al Ku Klux Klan.
¡Madre del amor hermoso, qué servilismo a la estupidez!
Je. Je.... Humor negro y amargo pero lúcido, eso sí,con as lguna referencia críptica como lo de los bienes de Sirena. Gracias por no olvidarnos y compartir estas reflexiones.
ResponderEliminarLo de Sirena es un culebrón que se traen el Gobierno de Aragón con el de Cataluña, entre otros, y que como suele pasar la ha estallado a las que ninguna culpa tienen, a las religiosas que habitaban ese monasterio.
EliminarUn abrazo, Joaquín
Aquí pasan muchas cosas que cada vez entiendo menos.
ResponderEliminarEmocionalmente afectan mucho.
Un fuerte abrazo.
Un abrazo enorme para ti, Amalia
EliminarAquí cualquier cretino metido en política se cree que tiene derecho sobre los demás: mandar, esa es la palabra; lo que lleva al abuso, la prepotencia y el aprovechamiento; no existe la idea de servir, de ser un subordinado de los ciudadanos, que son quienes pagan y deben exigir, los soberanos; el cacique gobierna en España; no el servidor público, que es lo que corresponde a la democracia. Con las autonomías, más caciques.
ResponderEliminarEs un mal de todos los partidos. En parte, porque la política es para la mayoría de sus clientelas una manera de vivir y servirse, que no de servir. En España el político vive de la política y se aprovecha de ella todo lo que puede. De ahí que los más inútiles vivan de estas mamandurrias. Y en parte también, creo yo, porque en España la debilidad del liberalismo es evidente, por causas históricas muy complejas. Liberalismo equivale a exigir respeto absoluto a nuestra privacidad, limitar el intervencionismo de los políticos por “nuestro bien” y confiar en nosotros mismos y no en la casta “filantrópica.” La felicidad se la busca individualmente cada persona y no se necesita ningún “ministerio de la igualdad”, ni patochadas orwellianas semejantes. Los políticos son un mal inevitable, no una solución; lo más que se puede pedir es que no nos perjudiquen demasiado con sus maravillosas ideas. Los tontos cargados de ideas y de poder son un peligro para cualquier sociedad decente. Esta especie es cada vez más abundante en nuestro país. Resultado: menos libertad y derroche de lo que no es de ellos, aunque se lo apropien.
Tengo un amigo inglés que me dice: a mí no me concede nadie graciosamente mis derechos, porque son míos e inalienables. Lo que deben hacer las autoridades es respetarlos y protegerlos. Esa es su obligación. No les pido más. Mi vida, bien o mal, me la hago yo; no me la hace nadie por altruista que pretenda ser. En esto del liberalismo, los anglosajones nos llevan tres siglos de diferencia. He de decir que este amigo mío es un laborista de carnet. Pero el liberalismo en GB reina pero no gobierna. Es un liberalismo constitucional y que no obliga a nada que no sea absolutamente imprescindible por el bien de todos.
Perdón por esta pequeña diatriba anticasta que llevaba días en el papo. Pero la lectura de la magnífica entrada me ha estimulado bastante. Un cordial saludo a todos los participantes en este blog, y especialmente a Rafael.
Gran Bretaña is different, my friend.
EliminarAyyyy que bien les ha venido lo que estamos pasando. Pero el cántaro se les romperá tarde o temprano. Estamos viviendo numerosas tropelías que parecen no tener respuesta por los que las sufrimos. Creo que estamos sacudidos, veremos cuando nos equilibremos de nuevo... Un abrazo fuerte
ResponderEliminarOtro grande para ti, Ángel.
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