Poniendo orden entre montañas de papeles (más bien barajándolos) me he encontrado con una carta que no sabía había recibido. Me la envió la Secretaría de Estado del Vaticano en nombre del Papa para agradecerme el envío a Francisco de un ejemplar de
Bresca, el guardia suizo.
Ya sé que forma parte del protocolo epistolar de la Santa Sede, pero a mí me hace ilusión como si no fuera así. A fin de cuentas a fuerza de ser un iluso me aventuré a escribir un libro como este.
Será el protocolo pero debe de hacer ilusión recibir una carta del Vaticano, sobre todo en papel.Lo sorprendente es no saber que la habías recibido. Un abrazo
ResponderEliminarMenos mal que no era un aviso de embargo...
EliminarUn abrazo para ti.
Una agradable sorpresa.
ResponderEliminarRecibir una carta así tiene que ser gratificante.
Un fuerte abrazo , Rafael.
Ya ves con quiénes me carteo, Amalia ;)))
EliminarUn abrazo