Cruzarte por la vida con una persona sabia es una auténtica bendición. No hablo de eruditos o acumuladores de títulos, me refiero a esas personas que "saben hacerse cargo".
Hay gentes dotadas de las facultades clásicas del alma: memoria, entendimiento y voluntad, y que sin embargo son incapaces de "hacerse cargo". Así, dan una conferencia de un tema que dominan a la perfección y duermen a las piedras. O se encuentran por la calle con un amigo que los necesita y se disculpan porque tienen algo importante que hacer, como si la amistad o el problema del otro ocupara el puesto de cola en la jerarquía de importancia de un hombre inteligente. Y así con muchas otras cosas.
La persona más sabia que he tenido la fortuna de conocer en mi vida ha sido una mujer. Su nombre no encabeza ningún ensayo, tampoco posee una cátedra ni imparte conferencias, no sale en televisión ni está presente en ninguna red social, y sin embargo está siempre ahí para quien la necesita. Sabe escuchar y sabe aconsejar, difíciles dones ambos dos. Esa persona es mi hermana.
Esta apreciación está fundada en el amor de hermano, dirá alguno. Bueno, puedo garantizar que conozco a muchos que no son sabios y aún así los quiero un montón. No hace falta ser Sócrates para ser amado (de hecho se puede ser Sócrates y acabar envenenado por el odio).
Pues bien, hacía esta larga introducción para compartir algo que me dijo recientemente esta sabia, que además coincide que es mi hermana. Llevo una temporada en que no estoy precisamente en el podio de la vida por circunstancias que no vienen al caso, y ella me regaló el siguiente consejo:
"Disfruta de lo que tienes".
Cuántas veces me he dado cuenta de lo que tenía cuando su pérdida ya era irreparable. Me había fijado tanto en lo que me faltaba que olvidaba lo que poseía.
Así que aquí os dejo a mis amigos ese mismo presente en forma de aforismo: "disfrutad de lo que tenéis".
Un abrazo y sed felices.
(La foto nos la tomó mi padre, quien hacía fotos maravillosas).
Es gratificante y maravilloso poder contar con personas así. Yo siento el gran vacío de mi madre. A pesar de tener personas que me comprenden, nada es lo mismo. Recordaré siempre su gran apoyo y sus palabras de ánimo.
ResponderEliminarMuy bonito por tu parte saber valorar lo afortunado que eres por tener una hermana así.
La frase es totalmente certera.
Y la foto no puede ser más bonita y dulce.
Un fuerte abrazo, Rafael.
Hay pérdidas irreparables, pero precisamente por eso sabemos que hemos sido afortunados, que hemos sido amados y capaces de amar.
EliminarUn abrazo para ti, Amalia.
Me alegra muchísimo que hayas realizado esta entrada. Hay que hablar de esas personas que en nuestro camino se convierten en imprescindibles, esas que saben entender lo que nos pasa antes de que se lo comuniquemos, esas que siempre están cuando ni siquiera les pides que estén, esas que añaden horas al día si es necesario para dedicarlo a quien quieren. Preciosa entrada . La foto me ha parecido la de un niño con su ángel de guarda, me he llevado la sorpresa al saber que sois vosotros. Creo que te he dado la mejor definición de quien hablas. Un abrazo fuerte
ResponderEliminarPara que veas que hubo un tiempo en que fui guapo -en una galaxia muy, muy lejana-
Eliminar;)
Un abrazo
"Pídeme lo que quieras Diógenes"
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí
Eliminar:)))
Hola Rafa:
ResponderEliminarNo lo vas a creer pero hasta ahora no he sabido que tenías también un blog. Sólo te seguía en Youtube.
En cualquier momento que necesites hablar con alguien llámame cuando quieras, estoy a tu disposición.
Un abrazo!