La lectura tiene un poder taumatúrgico; resucita a los muertos devolviéndoles el habla y el alma.
Como todo poder, conlleva una responsabilidad; entre otras razones porque nuestro tiempo es limitado y hay que emplearlo bien. Así que el acierto de nuestra elección se va a fundar en saber qué muertos merecen volver a la vida y cuáles están bien bajo su manto de tierra.
Personalmente llevo unos días desenterrando a un autor francés cuya resurrección me está suponiendo la lectura de un número excesivo de páginas. Monsieur Stendhal, lo mismo en la mitad de páginas habría ganado mucho. Al grano, amigo, al grano. No le digo más que eso.
A mí me parece una buena novela. Pero es cierto que, quizás, con menos páginas no perdería calidad y su lectura sería más amena.
ResponderEliminarUn abrazo. Y muy feliz fin de semana.
A mí me parece una buena novela. Pero es cierto que, quizás, con menos páginas no perdería calidad y su lectura sería más amena.
ResponderEliminarUn abrazo. Y muy feliz fin de semana.
Amalia, sí que es una buena novela, estoy contigo. No obstante da la sensación de que el autor no quiere a sus personajes. Los ve desde sus debilidades pero rara vez es comprensivo con ellas, parecen su nuda condición. Al menos esa impresión me produce a mí.
EliminarEscribe muy bien, sin duda, y extensamente...
Un abrazo grande para ti.