Vociferaba tanto que los pasajeros de aquel tranvía nos
convertimos en obligado público de su exaltado discurso. Revolución,
revolución, revolución. Sin embargo en medio de aquella arenga de exaltación revolucionaria en ocasiones delirante dijo algo que
me hizo reflexionar:
-
Muchas veces mi hijo me decía: papá no me hables
de política que me rayas. Ahora le han bajado el sueldo de 900 a 550 euros y
cuando protesta le digo: No querías saber nada de política, ¡pues ahora te
jod…!
Es cierto que muchas veces a nuestro alrededor suceden cosas
que nos parecen mal, pero por comodidad, por no darnos a entender o por
cualquier otro motivo egoísta preferimos inhibirnos; es mejor no complicarnos
la vida. Y cuando llegan las consecuencias de aquel hecho al que dimos la
espalda surgen las lamentaciones. No nos queda
ni siquiera el consuelo de haber intentado cambiar las cosas, al margen de que
lo hayamos logrado o no. Lo peor no es fracasar sino no poder decir lo que
McMurphy en Alguien voló sobre el nido
del cuco cuando no pudiendo arrancar un lavabo ante la atónita mirada de
sus compañeros les grita: “¡por lo menos lo he intentado!”
Además, aunque tú lo intentes y no puedas, siempre puede llegar un indio descomunal y arrancarlo de cuajo....
ResponderEliminarUn abrazo Rafael.
Paco, es cierto. Como dice el romancero: "si non vencí reyes moros, engendré quien los venciera".
EliminarUn abrazo
Hola tu site está excelente, me encantaría enlazarte en mi blog. Por mi parte te pediría un enlace hacia mi web dentro de un articulo de tu blog o enlace y asi beneficiar ambas con mas visitas.
ResponderEliminarbesoss
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katty caceres
Hola Katty, suerte con tu blog.
EliminarPienso que siempre hay que intentarlo porque, a veces, el esfuerzo nos recompensa.
ResponderEliminarEfectivamente, lo malo no es fracasar sino no haberlo intentado.
Un abrazo, Rafael.
Amalia, como dijo nuestro amigo Antonio Machado, se hace camino al andar.
EliminarUn abrazo.
Si luchas puede que ganes,pero si no luchas...estas perdido.
ResponderEliminarUn cariñoso saludo :)
Belén, así es. Si luchas al menos ya has ganado la batalla contra tu propia debilidad.
EliminarUn abrazo.
Haces que nos miremos al espejo y no nos guste lo que vemos. Muchas omisiones hacemos en esta vida, no aprendemos, y luego lo pagamos, a veces muy caro.
ResponderEliminarPP REINA, tampoco se trata de castigarse, sino estar alerta y en caso de caer (por ejemplo en la omisión), levantarse. Cierta condescendencia con uno mismo es necesaria.
EliminarUn abrazo y gracias.
Non provare è perdere già in partenza!
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