sábado, 20 de julio de 2013

Carta a la señorita Natalia Sanmartín



Querida señorita Natalia Sanmartín Fenollera:

¿Acaso cree usted que el sueño de un hombre no es un bien precioso? Disculpe que sea tan franco y directo desde el principio, pero me ha tenido usted leyendo su libro hasta las tres y media de la madrugada, y eso, para un hombre con dificultades de sueño y sumido en los calores del verano, no deja de ser una faena.
Cuando compré su libro nunca creí que el título anunciase mis desvelos: “El despertar de la señorita Prim”. De ser así, podía haber sido más clara y haberlo llamado: “El desvelo del señor Hidalgo”.
¿Cuánto tiempo hace que una novela no me había enganchado tanto? No le sabría decir. Lo que sí puedo afirmar es que ha sido una delicia. Me parece un libro que aúna inteligencia, atractivo, calidad, encanto, ritmo, que perfila de forma magistral a cada uno de los personajes que en él aparecen… vamos, una rara avis en el panorama actual. Y sepa que he elegido cuidadosa y conscientemente cada uno de los calificativos que he empleado, incluido el de “magistral”, porque lo es.
Con ese cierto punto de literatura inglesa decimonónica introduce con sagacidad un planteamiento de lo más actual, a la par que tremendamente polémico: la recuperación del Occidente cristiano (¿no es un epíteto?) frente a su díscola hija la modernidad. Dicho así suena muy rimbombante, casi casi colosal, pero lo hace de una forma admirable, pues prácticamente todo acaece en el día a día del pequeño pueblo de San Irineo de Arnois. Allí llegará Prudencia Prim atendiendo a una oferta de empleo como bibliotecaria. Su vida dará un giro inesperado cuando empiece a tratar a los singulares habitantes de aquella villa; en particular gracias al atractivo “hombre del sillón”.
La cortesía como manifestación primordial del respeto; el cristianismo como pilar civilizador, y la búsqueda de la verdad, la belleza y el amor como guía de una existencia feliz y auténtica son el telón de fondo de una historia humana de lo más entrañable.
Y luego están los libros, por todas partes, en particular los clásicos. Vivificantes, sugerentes, fecundos, accesibles.
En fin, señorita Sanmartín, que me tiene usted desconcertado. ¿Una primera novela de esta calidad? ¿Una persona tan joven aportando visiones tan maduras sobre cuestiones perennes? ¿Alguien dedicado a la información económica escribiendo una obra subversiva de esta envergadura y con semejante sensibilidad?
Me ha convertido en un propagandista suyo pues, de momento, ya me he comprometido con mi hermana y algún que otro amigo a regalarle el libro. Creo que es una prueba de que no le guardo rencor por las horas robadas al sueño.
Sólo espero que siga escribiendo y que lo haga sin prisas ni concesiones, desde el corazón, tal como ha hecho en “El despertar de la señorita Prim”.
Le saluda agradecido su soñoliento lector.
Rafael Hidalgo

20 comentarios:

  1. ¡Ya me has fastidiado, Rafa! Tenía perfectamente planificadas mis lecturas de verano y me veo obligado a rehacerlas. Tanto fervor no me puede ser indiferente. A ver si dentro de unos días te tengo que escribir una carta...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Santi, este libro da para un Encuentro, te lo digo yo.

      Un abrazo

      Eliminar
  2. Qué buena reseña. La siesta te recompensará, un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Manuel, hoy comida con unos amigos, imposible siesta. ¿Dónde ha quedado el yoga ibérico...?

      Un abrazo para ti.

      Eliminar
  3. Nos acabas de meter a todos ganas de horas de insomio.. muchas gracias. Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Tomo nota, no se ven últimamente muchos libros por los que merezca la pena perder horas de sueño...

    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Jose Antonio Manonegra.20 de julio de 2013, 14:39

    Para cuando un poco de Filosofía????...

    Rezo, rezo y rezo...

    Abrazos luminosos...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. JA Manonegra, igual pronto hay sorpresas filosóficas.

      Abrazos místicos.

      Eliminar
  6. Por lo que dices, vale la pena no dormir.

    ¡¡Gracias!!. Ya he tomado buena nota.

    Ya me lo estoy comprando el lunes...

    Un beso, Rafael.
    Feliz domingo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amalia, ya me contarás. Yo creo que a ti te va a encantar.

      Un abrazo

      Eliminar
  7. Buenooooo,cualquiera se resiste ahora,gracias Rafael.

    Un cariñoso saludo :)

    ResponderEliminar
  8. Rafael, fortunata la signorina! Piacerebbe anche a me ricevere una lettera così.....un abbraccio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Martina, yo he recibido una carta ¡incluso llena de bombones y dulces!

      Un abbraccio

      Eliminar
  9. Ayer me compré el libro.

    Ya comienzo a leerlo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Me lo tengo q comprar leerlo y tal vez y recomendarlo a estudiantes de por aquí

    ResponderEliminar