martes, 11 de septiembre de 2012

Banderas de nuestros padres



Me topo con una manifestación sindical. Consignas, pancartas, banderas, muchas banderas. Las hay de los sindicatos convocantes, pero también, y abundantes, de Aragón. Alguna lleva la estrellita independentista, logotipo estándar de quienes se dicen diferentes. Como de costumbre, ni rastro de una bandera española.
Y yo me pregunto, ¿por qué se ve como un símbolo de modernidad y solidaridad un emblema regional y no uno de mayor alcance? ¿Acaso es más vanguardista la tribu que la aldea, la aldea que la polis, la polis que la región, y la región que la nación?
Aragón, Castilla, León, Navarra, Cataluña, nacieron para intentar España, la que durante la Edad Media se llamó la España perdida (para aclararse sobre este tema, leer España Inteligible de Julián Marías), y ahora el cauce se ve como meta, y la meta como obstáculo. Es como fabricar una escalera para llegar al piso de superior, y luego empeñarse en derruirlo en favor de la escalera.

Para algunos resulta que unir Valencia, Baleares y Cataluña en un país es todo un imperio, sin reparar en que ya están unidas, y además con mayor amplitud.
Es el sino de las sociedades en crisis. Una crisis muy anterior a las hipotecas subprime, y de las que los propios referentes de los descontentos no son sino su puesta de manifiesto.



13 comentarios:

  1. Retomo las visitas a tu blog tras un verano muy complicado en la familiar.

    Si algún nacionalista tuviese la osadía de leer España Inteligible de Marías, la caída del caballo de Pablo de Tarso camino de Damasco quedaría en cosa de niños...

    En realidad, si alguno tuviese la osadía de leer, simplemente, aparte de slogans y consignas.

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  2. Enrique, espero que, pasado el verano, todo se haya encauzado.
    Personalmente, una versión resumida de España Inteligible no me parecería nada mal como libro de texto. No digo que fuera la solución a nada, pero por lo menos a algunos les podría ayudar a entender.
    Un abrazo.

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  3. El nacionalismo, por su propia idiosincrasia, Rafael, tiende siempre a disgregar, a separar, a aglutinar única y exclusivamente a los "suyos" -a la tribu, si quieres- y hace tabla rasa de lo demás. Es triste, pero detrás de eso que vimos ayer, abiertamente o de soslayo, algunos llevan treinta años. ¡Ay, España...!
    Un abrazo, Javier.

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  4. Así es la vida...
    Pienso igual que tú.

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  5. Javier, hay quien responde con saña, otros con indiferencia, a mí, creo que como a ti, me produce dolor y tristeza.
    Un abrazo para ti.

    Tracy, a ver si sabemos mejorar esta vida entre todos. Gracias.

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  6. Hola Rafael, supongo que esas banderas sirven para excluir más que para unir. Llegará un momento en que cada uno tengamos la nuestra. Un abrazo. Fernando.

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    1. Fernando, yo de momento ya estoy pensando pedir un pacto fiscal distinto para mi piso. No entiendo por qué unos sí y otros no. Otro abrazo para ti.

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  7. Jose Antonio Manonegra.12 de septiembre de 2012, 14:15

    Así nos va...personalmente cada día me dicen menos las banderas...

    Rezo por el Sentido Común...

    Abrazos sin fronteras...

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    1. Pues ya ves que el personal está entusiasmado con ellas.
      Abrazos cosmopolitas.

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  8. La solidaridad, bonita palabra. No hace falta nada más. Paz, felicidad y...
    Un beso, Rafael.

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  9. Triste, muy triste. Así me veo yo, después de ver la manifestación de Barcelona... Saludos.

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