jueves, 18 de noviembre de 2010

Cuando el crimen prospera... porque preferimos no ver



El médico extrae el líquido amniótico en el que durante más de seis meses ha vivido y crecido plácidamente la pequeña niña. A continuación, con la desenvoltura que da el oficio, inyecta en su lugar la solución salina que provocará la muerte de la criatura en el plazo de 12 horas. La agonía quedará oculta en el vientre materno, de modo que nadie contemplará el proceso abrasivo que se acaba de iniciar. Al envenenamiento acompañará la deshidratación y la hemorragia cerebral, y después un parto prematuro en el que asomará... sólo un cadáver.



¿Cómo ha podido realizar un acto semejante? El médico prefiere no entrar en disquisiciones. La ley está de su parte, y punto.

¿De qué ley estamos hablando? ¿La de 1985?, ¿o tal vez la de 2010? Para el caso, tanto da, ambas le han permitido realizar su lucrativo "trabajo" de exterminador desde hace décadas.

El ritual se viene repitiendo incesantemente y de forma creciente, con la trituradora descuartizando cada vez más cuerpecillos. El color del partido político en el gobierno ha sido totalmente indiferente y, por lo que anuncian los propios candidatos, más allá de sus elusivas florituras verbales, ninguno tiene intención de detener la macabra rutina.

Y aquí una gráfica con cantidades (provistas de muchos ceros) en la que se recoge el número de abortos reconocidos en España entre 1991 y 2002 (tradúzcase cada una de las "unidades" a "niños/as"):

Por cierto, las cifras oficiales superan desde 2006 los 100.000 abortos anuales.

¡No son simples números, son niños! ¡Niños, sí, niños! Y no hay proyecto político que pueda justificar la aniquilación de uno solo de ellos. Son vidas únicas e irrecuperables.

Desde este momento debes tener algo muy claro: nadie, repito, nadie, va a venir desde arriba a parar esto.

¡Sí a la vida! ¡Sí a la protección de la infancia! Tú y yo somos la única esperanza.

6 comentarios:

  1. Me sorprende que no hayas recibido comentarios llamándote fascista por decir que el PP no supone ninguna esperanza a estas alturas para los que defendemos la vida.

    Lo cierto es que en España hay dos grandes mayorías electorales y las dos son abortistas. Esto nos dice mucho del grado de degeneración moral que padece nuestra sociedad.

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  2. Hola Rafael, ¡qué alegría estar de vuelta y pasar por tu "casa"!. Coincido contigo que sólo nos queda la acción ciudadana, individual y asociada, para defender la vida. Son culpables quienes han promovido la ley pero también lo serán quienes no la van a derogar aunque lleguen al poder. Ni al PSOE ni al PP les importa millones de fetos, sino ¡millones de votos!. El PP nos ha defraudado a muchos votantes, a mí entre ellos, porque ha agachado la cabeza ante el lobby abortista por miedo a que lo tachen de "retrogado"... es triste, pero es así. Un abrazo.

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  3. Rafael, acabo de escribir una reflexión al hilo de la tuya. Con tu permiso, pongo un enlace para que puedan leer ésta (me ha parecido muy interesante). Un abrazo.

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  4. Hola Rafael.¡Sí a la vida! la ayuda nos viene del Padre, del Señor encarnado y de su Espíritu Santo. Y esa ayuda somos nosotros los hijos, hermanos y templos.

    ¿ a quién votar ?

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  5. Eligelavida, tristemente los no nacidos están entre Caifás y Pilatos, unos legitimando su ejecución y los otros lavándose las manos para no contradecir a los vociferantes. Afortunadamente todavía quedan voces como la tuya. Ánimo con ese blog.

    Teresa, de verdad que se te ha echado de menos. Escribe lo que estimes más oportuno y toma todo lo que creas preciso de este blog.

    NIP, por lo menos debemos tener claro a quién no votar. Nos quedamos con los perdedores; con los que no tienen voz; posiblemente nosotros tampoco porque apoyemos votemos a grupos insignificantes, pero al menos no nos alinearemos la voz que habla para mentir.

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  6. Te comento donde Teresa, que me trajo a tí

    En el Amigo
    al + mc

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