Cuando algo, o más bien alguien te importa de verdad, haber hecho "lo posible" por su bien no es consuelo. Sólo su bien es consuelo.
Esto lo he experimentado desde siempre con mis seres queridos. Si las cosas no iban como me hubiera gustado, si se torcían y ellos se echaban a perder o, sencillamente, no estaban a la altura de sí mismos, personas cercanas trataban de reconfortarme diciendo: "Tú has hecho lo que has podido. No se te puede pedir más". Pero esa limitación de mis posibilidades, de mi saber, de mi capacidad no me reconforta, sólo muestra el muro de mi impotencia.
Supongo que eso es amar, querer la plenitud del ser amado hasta que duela, "quien lo probó lo sabe".
Muy cierto, Rafael. Una reflexión muy profunda y llena de razón.
ResponderEliminarYo creo que eso es amar.
Un fuerte abrazo.
Otro grande para ti, Amalia
EliminarLo siento mucho. Es tan cierto lo que comentas que solo me cabe asentir en silencio. No hay sustituto para el consuelo.
ResponderEliminarLa esperanza
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