No tengo especial simpatía a eso que llaman el “cine nórdico”. Cuando oigo esa expresión me imagino una interminable toma en blanco y negro de una hoja en el suelo o de un rostro entre inexpresivo y serio de un personaje cuyo destino me resulta completamente indiferente.
Así que si me animé a ver una película noruega fue por la buena crítica que mi amigo Miguel hizo de la misma. Pues bien, he de decir que acertó de pleno.
“La decisión del rey” narra el comienzo de la invasión alemana de Noruega durante la segunda guerra mundial. Pero no se trata de cine bélico en el sentido clásico, sino más bien “cívico”, pues acompañamos al monarca, su familia y el gobierno del país en esas horas críticas. Gobierno que, por cierto, pretende ser neutral sin haber tenido la determinación necesaria para gestionar la situación.
Si tuviera que destacar algo sería la “atmósfera”, eso que llaman el clímax; particularmente en los momentos en que los alemanes están a punto de atacar. La cinta transmite perfectamente la angustia de un peligro sobrevenido, cuyo alcance se desconoce y se teme, que uno no ha ido a buscar y que, sin embargo, te sale al encuentro.
Gran película que recomiendo sin la menor duda.